Uno
de los hechos más relevantes ocurridos en Capella recientemente han sido las
reformas efectuadas en su iglesia parroquial. Unos trabajos que se prolongaron
durante siete meses y que consistieron fundamentalmente en mejorar la techumbre
y evitar humedades, mejorar la iluminación, destapar unos arcos de piedra,
pintar el interior del templo, restaurar la fachada y cambiar la puerta de
acceso y reubicar las cuatro pilas bautismales procedentes de algunas aldeas
deshabitadas de los alrededores y guardadas desde hace años en la iglesia de
Capella.
La
iglesia parroquial dedicada a San Martín de Tours ha sido objeto de numerosas
reformas desde sus remotos orígenes medievales. Fue posiblemente en sus inicios
la iglesia castrense del castillo de Capella y su construcción se remontaría al
momento de la conquista del lugar por parte del rey aragonés Ramiro I, en la segunda
mitad del siglo XI. El ábside semicircular de la iglesia actual puede fecharse
en el siglo XIII, en un románico ya tardío de influencias cistercienses.
Posteriormente, la iglesia fue ampliada con el añadido de tres capillas
laterales y, en 1744, se acabó de levantar sobre el viejo ábside románico la
actual torre campanario de estilo mudéjar.
La
principal joya de la iglesia de Capella es su espléndido retablo gótico del
siglo XVI. Fue confeccionado entre los años 1525 y 1533 y consta de dieciocho tablas,
distribuidas en cuatro calles y un banco. Las cuatro tablas superiores hacen
referencia a la vida de San Martín de Tours; las demás representan escenas de
la vida de Jesús y de la Virgen. Las puertas bajas muestran las figuras de San
Pedro y San Pablo. El conjunto fue encargado al artista alemán, afincado en
Barcelona, Joan de Borgunya, a quien sorprendió la muerte cuando sólo había
realizado el enyesado de las tablas. En 1527 se contrató para continuar el
proyecto al pintor portugués, también residente en Barcelona, Pedro Nunes (o
Núñez), que lo llevó a cabo con la ayuda de su compatriota Enrique Fernandes y
la participación de su taller de artistas. Se conserva el documento del
contrato de la obra entre los jurados del concejo de Capella y los artistas. En
él, se especifican los temas que deben representarse, los materiales y el
precio: 8.500 sueldos a pagar en varios plazos. Se proporcionaba al pintor una
casa en Capella y el pan y el vino necesarios para su sustento. Sin embargo, el
retablo se realizó íntegramente en Barcelona. Durante la Guerra Civil, para
evitar su quema, como desgraciadamente ocurrió con otros retablos más pequeños
situados en las capillas laterales del templo, el retablo central fue
desmontado y escondido en un establo. Al parecer, al volverlo a montar se
alteró el orden primitivo de las tablas. En esas fechas desapareció la
mazonería original; la actual fue realizada por Joaquín Sarroca, ebanista de
Graus.
En
el año 2000, se llevó a cabo una oportuna restauración de este precioso retablo
de origen gótico que consistió principalmente en trabajos de limpieza y
conservación de sus tablas. Desde entonces, y más aún tras las recientes
reformas, luce con todo su color y belleza tras el altar mayor de la iglesia
parroquial.
A lo
largo de los siglos, la iglesia de San Martín de Tours de Capella ha sido
objeto de numerosas reformas que la han llevado hasta su actual estado y forma.
Desde lo alto de su caserío, el viejo templo de origen medieval sigue vigilando
a los habitantes de la villa, que en estas fechas van a celebrar un año más sus
Fiestas Mayores. Deseo que todos disfrutéis de unos días de máxima alegría y
felicidad.
Carlos Bravo Suárez
Fotos de la iglesia de Capella tomadas en abril de 2014: exterior, retablo, puerta, pilas bautismales de pueblos vecinos, pila bautismal de la propia iglesia y arco limpiado en las recientes reformas.
(Artículo publicado en el Llibré de Fiesta de Capella de 2014)