jueves, 29 de junio de 2017

VALLE DE ARÁN: CASAU - GAUSSAC - BASSA D'OLES - MONTCORBISÓN - LETASSI - SANTET DE CASAU - SEUVA SAPILGUILHA - CASAU - VIELLA

 Barranco de Casau, a la entrada del pueblo. Inicio de la excursión.
 Portada de la iglesia de San Andrés de Casau..
 Iglesia de San Andrés de Casau.
 Gaussac.
 Viella y la niebla.
 Camino de subida de Gaussac a la bassa d'Oles.






 Bassa d'Oles y parada a desayunar.





 El Montcorbisón desde la bassa d'Oles.
 Subida desde la bassa d'Oles al Montcorbisón.

 La cara norte del Aneto y las Maladetas desde la cima del Montcorbisón.
 La Forcanada y el pico Mulleres o Molieres desde la cima del Montcorbisón.
 Bassa d'Oles desde el Montcorbisón.
 Llegando a la cima del Montcorbisón.
 En la cima.
 Grupo en el Montcorbisón.
 Camino del Tuc de Letassi.
 Replica de la virgen de Mitjarán, cerca de la cima del Montcorbisón.
 Hacia el Tuc de Letassi.



 Grupo en la cima del Tuc de Letassi.
 Eclosión floral en la bajada.
 Brecha del Tempestades, con fuerte zoom.
 Bajando al Santet de Casau.
En el Santet de Casau.

 Bajando.
Bucólica escena caballar.
 Camino de bajada.
 Eclosión floral.

 Cerca de la Seuva Sapilguilha.

 En la seuva Sapilguilha.

Helechal.
 Fuente cerca de Casau.
 Iglesia de Viella.


El Centro Excursionista Ribagorza ascendió el pasado domingo al pico Montcorbisón, una montaña de referencia del valle de Arán, perfectamente visible desde su capital Viella, a la que se asoma majestuosa por el flanco occidental de la ciudad. El CER tuvo que suspender el año pasado esta misma excursión debido a la lluvia. En esta ocasión, la actividad pudo realizarse pese a la niebla inicial, que se quedó en la parte baja del valle, y al calor que, algo menos intenso que en los días anteriores, se hizo notar sobre todo en el camino de bajada.

A las siete de la mañana salimos de Graus en autobús para dirigirnos al Valle de Arán. Poco después de la boca norte del túnel de Viella, y casi a la entrada de la población, tomamos un desvío a la izquierda que, en un kilómetro, nos dejó en el pueblo de Casau, donde íbamos a empezar nuestra excursión a pie. Así lo hicimos a las nueve de la mañana, atravesando las calles de Casau, con su iglesia de San Andrés de bonita portada y torre campanario del siglo XVIII. Descendimos diez minutos por sendero y pasamos por la parte alta de Gaussac, pueblo en el que destaca su iglesia de orígenes románicos dedicada a San Martín de Tours. Desde Gaussac, comenzamos el camino de subida por un bello sendero entre bosque que va cortando sucesivamente la pista asfaltada que asciende hasta la bassa d’Oles. A este bucólico lago natural, situado a 1.600 m. de altitud y rodeado de pinos y verdor, llegamos alrededor de las 11 horas. A orillas de las cristalinas aguas de la balsa, lago, ibón o estanque, hicimos una parada para comer algo y reponer fuerzas.
           
Por detrás del refugio de Oles, cerrado al público, salimos por pista a una zona herbosa y a una bonita borda que al parecer sí funciona como refugio. Poco después, dejamos la pista para iniciar, siguiendo las marcas y pivotes amarillos, la subida final al Montcorbisón. Las actuales marcas amarillas son algo engañosas, pues sirven de guía a los corredores de una carrera vertical y, por tanto, llevan a la cima de la montaña por un sendero de ascenso más pronunciado que el camino tradicional, que sube de manera menos abrupta y empinada. En cualquier caso, el último tramo de la ascensión se hace algo duro, pero las vistas contempladas desde la cima, a la que llegamos alrededor de las 13 horas, compensan con creces el esfuerzo exigido.
             
A 2.175 m. de altitud, la cima del Montcorbisón en una magnífica atalaya que ofrece espléndidas vistas en todas las direcciones. Por un lado, de Viella y buen parte del valle de Arán. Por otro, sobre todo, del Pirineo aragonés y la parte más alta del valle de Benasque: la cara norte del Aneto y las Maladetas y sus glaciares, detrás de la cubeta en forma de U donde se ubica el ibón de Toro o deth Oro. También, más hacia el este, la Forcanada y el pico Mulleres o Molieres. Además, la zona de Conangllos y una parte del puerto de la Picada que desciende desde el valle de Benasque a la Artiga de Lin, ya en el de Arán. Más al norte, algunas cimas del Pirineo francés cerrando el horizonte.
             
Cresteando sobre laderas verdes y herbosas, bajamos un poco para subir enseguida al Tuc de Letassi, de 2.177 m. y ligeramente más alto que el Montcorbisón. Desde allí descendimos a un pilaret o peyrón, conocido como el Santet de Casau. Seguimos un rato una pista y, campo a través, conectamos con un bonito sendero que se adentra en la Seuva Sapilguilha, un fresco y húmedo abetal con musgo y helechos en algunos de sus tramos. En paralelo al barranco homónimo, llegamos a Casau y cerramos el círculo de nuestro itinerario. Sin embargo, desde Casau, en poco más de diez minutos, bajamos por sendero a Viella, donde nos esperaba el autobús y tomamos unos refrescos antes de volver a Graus.

Según el GPS, habíamos recorrido 14 km en 8 horas, con casi dos de paradas. Con 1.200 m. de desnivel acumulado de subida y 1.382 de bajada.

 (Artículo publicado en Diario del Alto Aragón)
 Mapa del recorrido de la excursión.
 Perfil de la excursión