NERÍN
El
Centro Excursionista Ribagorza organizó el pasado domingo una magnífica
excursión desde Bestué a Nerín por el GR-15, pasando por la sierra de
Sestrales, San Úrbez en el Cañón de Añisclo y el despoblado Sercué. Aunque se
anunciaban posibles tormentas a partir del mediodía, los excursionistas no
llegamos a mojarnos en ningún momento del recorrido.
A las
7 horas, los 16 participantes en la actividad salimos de Graus para
desplazarnos en microbús a Bestué por carretera. Aunque desde Escalona se
transita por una estrecha carretera, poco después de las 8.30 llegamos a Bestué,
un pequeño pueblo en el que destaca la casa Barrau y un soportal abovedado
próximo a la iglesia. Al final de la plaza, buscamos el GR-15 por el que íbamos
a atravesar la sierra de Sestrales de este a oeste, pasando del valle de
Puertolas al de Vió. El sendero comienza con una corta bajada hasta el barranco
de Airés. Saliéndonos del GR por nuestra derecha, cruzamos el barranco por dos
pasarelas metálicas que extrañamente no están señalizadas. Retornamos al camino
principal e iniciamos una prolongada subida por un precioso bosque en el que
los pinos y los bojes dan paso a las hayas y el verde musgo. Al llegar a lo
alto del sendero, a 1.550 m. de altitud, y bajo las paredes suroccidentales de
los Pueyos de Sestrales, hicimos una breve parada para el desayuno y disfrutamos
de estupendas vistas de algunas montañas próximas como el Bramapán, el Nabaín o
el Tozal de San Miguel. A lo lejos, y hacía el noroeste al que nos dirigíamos,
divisábamos Sercué, Nerín y Fanlo. Iniciamos la bajada por zona boscosa y en la
Canal del Salto contemplamos algunas preciosas hayas. Atravesamos una pequeña
pedrera y, tras pasar por las abandonadas bordas de Aso, alcanzamos la entrada
al Cañón de Añisclo, punto más bajo de nuestro recorrido a 940 m.
Visitamos
el puente y la ermita de San Úrbez y continuamos por la margen izquierda del
río Bellos, cuyo crecido caudal forma espumosos saltos de agua. Cruzamos a la
otra orilla por el puente de Sangons y, con bastante calor, ascendimos hasta el
Portiello y llegamos a Sercué, lugar despoblado, aunque bastante restaurado, en
el que destaca, exenta y en lo alto de un cerro, la magnífica iglesia románica
de San Martín. A la salida de Sercué, junto a la fuente de la localidad,
hicimos una parada para comer. La oscuridad del cielo y el sonido de algunos
truenos nos hicieron abreviar el receso y continuar a buen paso hasta Nerín, por
un sendero que transita a media ladera por la vertiente suroeste de Mondoto. Pasamos
por el bonito puente de piedra de Ballatar y a las 15 horas, y con algunos
truenos de fondo pero sin lluvia, llegamos a Nerín, donde nos recogió el
autobús que nos devolvió a Graus por carretera.
Según
nuestro GPS, habíamos recorrido 15 km en 6 horas 30 minutos, de las que 5 horas
habíamos estado en movimiento. El desnivel positivo acumulado fue de 1119 m. y
el negativo de 1054 m. Habíamos disfrutado de una estupenda excursión por el
GR-15, transitando en una parte de nuestro itinerario dentro de los límites del
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, de cuya creación celebramos este año
el centenario.
Datos:
Distancia: 15 Km
Ascenso: 1.119 m
Descenso: 1.054 m
Altura máxima: 1.539 m
Altura mínima: 947 m
Altura máxima: 1.539 m
Altura mínima: 947 m
Tiempo transcurrido: 6h28m
Tiempo en movimiento: 4h59m
Tiempo detenido: 1h29m
Tiempo en movimiento: 4h59m
Tiempo detenido: 1h29m
