domingo, 29 de octubre de 2023

DOS BREVES NOVELAS CHINAS


Aparte de autores clásicos o algún Premio Nobel, son muy pocos los escritores chinos cuyos libros llegan a traducirse al español y a otros idiomas europeos. Sin embargo, en los últimos años parece haber surgido en aquel extenso país un buen número de destacados autores jóvenes que empiezan a despertar interés en algunas editoriales occidentales. Uno de estos escritores es Shuang Xuetao, nacido en 1983 en Shenyang, en el noreste de China, y actualmente residente en Pekín. La narrativa completa de Shuang Xuetao consta de seis volúmenes de ficción. En 2020 ganó el premio al mejor autor chino menor de 45 años y alguna de sus novelas ha sido llevada al cine y a la televisión. Ahora, la editorial Almadía acaba de publicar en español “Moisés en la llanura”, que contiene dos novelas breves de Shuang Xuetao y ha sido traducido conjuntamente por el escritor español Munir Hachemi, de padre argelino y madre andaluza, y la china Xuan Le, que ha traducido al chino mandarín a escritores como García Márquez y Julio Cortázar.

“Moisés en la llanura” contienes dos nouvelles o novelas breves: la que da título al libro y “El aeronauta”. La primera tiene 86 páginas y la segunda, 64.  Ambas transcurren en el noreste de China, en la provincia de Dongbei, que antiguamente se conocía como Manchuria, una zona de inviernos fríos y ventosos en la que las casas se estructuran en torno al llamado “kàng”, una cama bajo la que hay una suerte de estufa que sirve tanto para cocinar como para mantenerla caliente por la noche. A pesar de su brevedad, ambas novelas tienen tramas bastante elaboradas y personajes bien trazados. Con una economía de medios, el autor crea relatos muy densos y de gran intensidad, en los que se abarcan largos periodos de tiempo con saltos cronológicos del pasado al presente y presencia de varias generaciones familiares en los personajes. Según el traductor Munir Hachemi, la narrativa de Shuang se caracterizan por “seguir un estilo realista, sintácticamente no muy complejo, con un humor ácido muy característico y un enorme nivel de detalle en la construcción de la trama y los personajes”.

El relato “Moisés en la llanura” contiene dos historias diferentes que luego convergen. Por un lado, en un episodio algo más costumbrista, las relaciones entre dos familias vecinas que luego se separan porque una de ellas cambia de lugar de residencia. Por otro, en un relato de corte más policiaco, se investiga el misterioso asesinato de varios taxistas a manos de algún cliente. En su excelente artículo “Shuang Xuetao, revelación de la literatura china 'millennial'”, publicado recientemente en The Objective, José S. de Montfort escribe que “Moisés en la llanura” es un inventivo noir, caleidoscópico y extraño. “Lo que menos importa en esta nouvelle es desentrañar el acertijo, averiguar la identidad de los criminales e instigar razones o esclarecer causas para los hechos. La ficción está urdida en base a tramas entrelazadas (en su base, el asesinato de varios taxistas), de una forma harto cinematográfica, y está preñada de nebulosas de recuerdos. La base del relato son unos meses de 1995, pero el texto va y viene del pasado al presente”.

“El aeronauta” es un relato más sencillo en su trama. También aquí vemos a dos familias que acaban emparentadas y que abarcan tres generaciones, dos de cuyos miembros desaparecen misteriosamente y son buscados por otro miembro familiar. Con el fondo de los cambios políticos y sociales ocurridos en China, con referencias a la época de Mao, la Revolución Cultural, las caídas en desgracia política, el desempleo y la necesidad del éxito económico y social, encontramos un realismo que casi podríamos denominar “sucio”, con alcoholismo, violencia familiar o torturas políticas, mezclado con elementos de tipo más surrealistas y casi humorísticos en la parte final de la novela.  

Como indica José S. de Montfort, a Shuang Xuetao “se le ha comparado con Hemingway por la franqueza directa de su prosa, que tiene que ver unas veces con la precisión y otras con un particular sentido del humor (algo grotesco). Asimismo, se le referencia en la línea de Murakami, y ello se debe a que su narrativa, por momentos, se desliza -sin previo aviso- hacia lo fantástico y lo surreal, sin dejar nunca de lado el realismo más canónico”. Aunque en una entrevista reciente, Xuetao confiesa que los autores a quienes más relee son los novelistas J.S. Monroe y Kazuo Ishiguro.

A pesar de la dificultad que para el lector español, al menos en mi caso, supone la retención de los nombres chinos de los personajes, estas dos novelas breves de Shuang Xuetao me han gustado mucho y me han parecido literariamente muy interesantes. Esperemos que se sigan traduciendo a nuestro idioma otras obras de este autor.

“Moisés en la llanura”. Shuang Xuetao. Editorial Almadía. 2023. 160 páginas.

jueves, 19 de octubre de 2023

EXCURSIÓN CIRCULAR DEL CER DESDE ESCUAÍN

El Centro Excursionista Ribagorza realizó el pasado domingo una atractiva excursión circular desde Escuaín, en el municipio en Puértolas, en la comarca de Sobrarbe. Durante el recorrido, ascendimos por el Cuello Ratón hasta el cordal de lomas y cerros cuya máxima altitud es el Tozal de Basón y descendimos de nuevo a Escuaín por el Cuello Viceto. En un día nublado, pero sin lluvia y con buena temperatura.

Los dieciocho participantes en la actividad salimos de Graus a las 7 horas con nuestros vehículos y nos dirigimos por carretera hasta Escuaín, desde donde a las 8.30 horas iniciamos la excursión andando. A la entrada del pueblo, tomamos el GR-15 que luego se desvía hacia Bestué y el Cañón de Añisclo. El sendero asciende en fuerte pendiente por un espeso bosque de pinos hasta llegar a un primer collado, conocido como Cuello Ratón.

Desde allí, el terreno ya es abierto con amplios y herbosos prados. Se suceden los collados y los cerros en onduladas subidas y bajadas. Pasamos por el Tozal de San Martín, la Collata Ascal, el Tozal de Cachifulloso, la Plana Sorripas, el Tozal de Basón, el Cuello de Piedra Ficata y el Tozal de San Vicenda. Con 2132 m. de altitud, el Tozal de Basón es el punto más elevado de ese cordal, desde el que disfrutamos de excepcionales vistas de Castillo Mayor, Sestrales, Mondoto y el Cañón de Añisclo, entre otros lugares. Menos nítidas por la presencia de nubes bajas fueron las vistas de  Monte Perdido, las Tres Marías, el circo de Gurrundué, Foratarruego, la pala de Montinier o la Portiella de Tella. Y algo más alejadas las de Cotiella, punta Llerga o Peña Montañesa por el este.

Terminado el cordal, descendimos al Cuello Viceto, donde hicimos una parada para comer. Continuamos bajando hacia la caseta de observación de aves y un sendero que discurre entre bosque de bojs y pinos y desemboca en una pista que, por la margen derecha del río Yaga y sus famosas gargantas, nos condujo hasta Escuaín, donde llegamos a las 15.30 horas. El recorrido había sido de 16,2 km, el desnivel acumulado de 1120 m y el tiempo invertido de siete horas. Tras un paseo por Escuaín, volvimos a Graus por carretera. Habíamos disfrutado de un magnífico día de excursionismo.



 

domingo, 15 de octubre de 2023

TE DI OJOS Y MIRASTE LAS TINIEBLAS


“Te di ojos y miraste las tinieblas” es la tercera novela de Irene Solà (Malla, Barcelona, 1990). Tras el poemario “Bestia”, de 2012, la escritora catalana debutó en la narrativa en 2018 con “Los diques” y obtuvo en 2019 un considerable éxito de crítica y lectores con la magnífica y original “Yo canto y la montaña baila”, reseñada en esta sección, que fue traducida a más de treinta idiomas. Ahora, de nuevo en Anagrama, publica “Te di ojos y miraste las tinieblas”, escrita como las anteriores originariamente en catalán y también traducida al castellano por Concha Cardeñoso Sáenz de Miera.

Como ya hiciera en su anterior novela, Irene Solà ambienta “Te di ojos y miraste las tinieblas” en la Cataluña más rural y profunda. En este caso, en  la zona montañosa de Las Guillerías, en la confluencia de las comarcas de la Selva y Osona, en torno a la población de Sant Hilari Sacalm, entre la plana de Vic y las estribaciones del macizo del Montseny. La novela transcurre principalmente en la masía Clavell, en un tiempo cronológico de un solo día, dividida en seis partes: madrugada, mañana, mediodía, tarde, atardecer y noche. Sin embargo, el tiempo narrativo abarca desde el siglo XVI hasta la actualidad, con numerosos saltos en el tiempo y la presencia de las diferentes generaciones, principalmente de mujeres, que han habitado en la remota masía.

La propia editorial Anagrama proporciona una precisa sinopsis de la novela en su promoción: “Escondida entre riscos lejanos, en algún remoto lugar de las Guillerías transitado por cazadores de lobos, bandoleros, emboscados, carlistas, hechiceras, maquis, pilotos de rally, fantasmas, bestias y demonios, la masía Clavell se agarra al suelo como una garrapata. Es una casa, sobre todo, habitada por mujeres, y donde un solo día contiene siglos de recuerdos. Los de Joana, que para encontrar marido hizo un pacto que inauguró una progenie aparentemente maldita. Los de Bernadeta, a quien le faltan las pestañas y, de tanta agua de tomillo que le vertieron en los ojos cuando era una niña, acabó por ver lo que no debía. Los de Margarida, que en vez de un corazón entero tiene uno de tres cuartos, rabioso. O los de Blanca, que nació sin lengua, con la boca como un nido vacío, y no habla, solo observa. Estas mujeres, y más, hoy preparan una fiesta”.

En una versión moderna y libre de lo que tiempo atrás se llamó realismo mágico, Irene Solà mezcla la realidad y la fantasía, la historia y las leyendas, las tinieblas y la luz, el día y la noche, la vida y la muerte. Como explica la propia autora, “una de las ideas centrales que me ha interesado mucho para el desarrollo de este libro tiene que ver con el folclore regional, el imaginario visual y la tradición oral que se generan en torno al pacto con el demonio”. Pero, como se recoge en una nota al final del libro aludiendo a las fuentes bibliográficas consultadas, hay mucho más del folclore popular, la literatura oral y las tradiciones y la historia de la zona geográfica en que se desarrolla la novela. Desde cuentos y leyendas referidas al demonio hasta numerosos recetarios que se plasman en los suculentos guisos que preparan las diferentes mujeres de la masía. También el personaje masculino del Clavel y sus correrías está en buena medida inspirado en el legendario bandolero Joan Sala i Ferrer, más conocido como Serrallonga, ajusticiado públicamente en 1634.

El relato, que tiene un buen ritmo narrativo, con una prosa a veces algo barroca y recargada, está impregnado de recetas y sabores, olores buenos y malos, sexualidad y erotismo a veces llenos de morbosidad, partos, escatología, torturas… En una entrevista reciente, Irene Solà precisa así el proceso narrativo de su novela: “Me imagino la voz narrativa como una presencia fantasmagórica más que se pasea por esta casa y se acerca a los personajes. Durante la investigación, con las recetas, los procesos judiciales por bandolerismo… este lenguaje va apareciendo de manera muy orgánica desde la perspectiva de las mujeres muertas, que nacieron muchos años antes y para las que un móvil es un espejito mágico”. 

Sin quitar mérito a la novela, en mi opinión, y sin poder resistirme a las odiosas comparaciones, no alcanza el grado de perfección y cualidades literarias que mostraba la anterior “Yo canto y la montaña baila”. Hay momentos de abigarramiento y cierta confusión lectora en algunos tramos narrativos de “Te di ojos y miraste las tinieblas”. Tal vez por un exceso de voluntad de estilo y afán de modernidad literaria a la hora de ensamblar en el relato materiales de procedencia más tradicional y folclorista. Y esto, que es un mérito en buena parte de la novela, parece volverse en contra de facilitar la comprensión al lector en algunas secuencias del relato. En cualquier caso, “Te di ojos y miraste las tinieblas” es una novela notable y digna de recomendación. Y en Irene Solà encontramos a una de las voces más jóvenes y destacadas de nuestra literatura.

“Te di ojos y miraste las tinieblas”. Irene Solà. Anagrama. 2023. 176 páginas.

jueves, 5 de octubre de 2023

EL CER EN EL ARCO GEOTECTÓNICO Y EL IBÓN DE PIEDRAFITA


El pasado sábado, en un día soleado y caluroso, el Centro Excursionista Ribagorza realizó una excursión circular desde Búbal, con paradas en el arco geotectónico y en el ibón de Piedrafita, en la comarca del Alto Gállego.

Los once participantes en la actividad salimos de Graus a las 7 horas para dirigirnos por carretera con nuestros vehículos hasta Búbal, una población que quedó deshabitada en 1970, tras la construcción del pantano homónimo, y que hoy ha sido impecablemente rehabilitada con fines artísticos y educativos. Dejamos los coches a la entrada de la localidad y tomamos un sendero que asciende por un tupido bosque húmedo y frondoso. Llegamos a una zona abierta, con buenas vistas de la sierra de la Partacua a un lado y del valle de Panticosa y elevadas montañas como el Garmo Negro, el Arguala o el Palas por el otro.  En un cruce bien señalizado, iniciamos la ascensión hacia el Arco Geotectónico de Piedrafita por un sendero empinado y algo pedregoso. En una media hora desde el cruce, llegamos al arco, una curiosa formación geológica desde la que disfrutamos de espectaculares vistas y donde nos hicimos numerosas fotos.

Descendimos por el mismo itinerario de nuevo hasta el cruce y nos dirigimos hacia el ibón de Piedrafita, en cuya orilla hicimos otra parada. Tomamos luego un sendero que transita junto al barranco que desagua del ibón y fuimos a parar a una pista. Pasamos junto al Parque Faunístico de Lacuniacha y abandonamos la pista forestal a la izquierda para seguir por un estrecho sendero, llamado camino de Candón, sin poste indicador de entrada, pero con pinturas rojas en su recorrido. Disfrutamos de la sombra y la belleza de un magnífico hayedo y nos detuvimos en algunos bucólicos parajes llenos de humedad y verdor. El camino desemboca de nuevo en Búbal donde, antes de llegar al aparcamiento y dar por terminada nuestra excursión, fuimos a ver un bonito puente sobre el barranco de Sarronal y pasamos junto a la iglesia de San Martín. Habíamos recorrido algo más de 16 km con un desnivel acumulado de 865 m., en unas siete horas y media incluyendo las paradas. Y nos esperaba un largo viaje de regreso a Graus por carretera.

domingo, 1 de octubre de 2023

EL PROBLEMA FINAL


Si hay en nuestras letras un escritor prolífico y con un enorme éxito y reconocimiento nacional e internacional ese es Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951). Periodista, corresponsal de guerra durante más de veinte años, miembro destacado de la Real Academia Española de la Lengua, navegante, el escritor cartagenero es autor de más de una treintena de novelas y de centenares de artículos periodísticos. Con más de veinte millones de lectores en el mundo, traducido a cuarenta idiomas, muchas de sus obras han sido llevadas al cine y la televisión. Autor de prácticamente una novela por año, Pérez-Reverte, en un nuevo cambio de registro narrativo, acaba de publicar “El problema final”, un brillante homenaje a Sherlock Holmes, el mítico detective londinense creado por Arthur Conan Doyle, y a la novela clásica de misterio.

“El problema final” transcurre en el mes de junio de 1960 en la idílica isla griega de Utakos, frente a Corfú, donde un temporal mantiene aisladas a nueve personas alojadas en el único y pequeño hotel isleño. Una joven turista inglesa, que ha viajado hasta allí con una amiga, aparece muerta en extrañas circunstancias en el interior del pabellón de la playa. Enseguida se producen dos nuevas y enigmáticas muertes con evidentes signos de violencia. Ante la imposibilidad de la llegada de la policía griega mientras dure el temporal, los residentes deciden que sea Basil Rathbone, el más famoso de los actores que encarnaron a Sherlock Holmes en la gran pantalla, y que se encuentra casualmente hospedado en el hotel, quien se haga cargo de la investigación. El actor, ya en el ocaso de su carrera cinematográfica, deseoso de revivir añorados tiempos pasados, acepta el encargo y recibe la ayuda del español Paco Foxá, un escritor de literatura de quiosco que también se halla de vacaciones en el hotel. Foxá es un gran conocedor de las novelas de Sherlock Holmes y junto al vetusto actor va a revivir la figura literaria del doctor Watson, compañero inseparable del detective británico. Ambos iniciarán una investigación, basada en el clásico razonamiento lógico y deductivo holmesiano, que mantendrá la intriga y la atención de los lectores hasta la última página de la novela.

Ya desde su título, sacado de un relato del propio Arthur Conan Doyle, todo en “El problema final” constituye un tributo a la novela policiaca y de misterio de corte clásico. No hay nada aquí de la novela negra tan de moda en estos tiempos, ni sangre a borbotones, ni puñetazos, ni persecuciones, ni tacos, ni expresiones soeces, ni nada que se le parezca. Se trata de una novela-problema, de un misterio que debe resolverse como un problema matemático, con gente educada que conversa mucho y se trata de usted. A la manera de las novela del Sherlock Holmes de Conan Doyle y de otros maestros del género, como Agatha Christie, Ellery Queen, John Dickson Carr y otros. Y para ello, Pérez-Reverte toma prestados muchos de los elementos canónicos de este tipo de novelas. Uno de ellos, muy presente en “El problema final”, es el enigma clásico del crimen inverosímil cometido en una habitación cerrada.

Como ha expresado con precisión el propio escritor, en la novela pueden observarse dos niveles: “el nivel de novela policial, de enigma, y el del lector con enciclopedia audiovisual y lectora”. Porque en el libro hay una abrumadora presencia de citas y referencias literarias y cinematográficas que demuestran la vasta documentación y el apabullante grado de lecturas y conocimiento del tema presentes en la concepción de la novela. Aunque hay referencias a numerosos autores, Reverte ha resumido así parte de su procedimiento literario en una entrevista reciente: “Y tomé dos elementos fundamentales: el ambiente es Agatha Christie, pero los personajes y el desarrollo son Sherlock Holmes. Introduje a Holmes, con una cuña, dentro de Agatha Christie. Y luego metí yo mi iniciativa, mis caprichos, guiños, bromas. Hay incluso bromas personales que solo conozco yo...”. Es decir, la novela es también, y sobre todo, un divertimento, un juego de ajedrez, un pulso cómplice entre el novelista y el lector.

Y todo ello escrito en una prosa impecable, con una trama que es un preciso mecanismo de relojería y que contiene mucha conversación, mucho diálogo entre sus personajes. Porque esta es posiblemente la novela más dialogada de Pérez-Reverte. Una novela como las de antes pero con envoltura y estructuración modernas, en la que cada página es una intriga, una emoción, una sorpresa. Que se lee como un suspiro porque el lector no puede abandonar su lectura hasta llegar al final y resolver el problema.

“El problema final”. Arturo Pérez-Reverte. Alfaguara. 2023. 328 páginas.