domingo, 13 de diciembre de 2009

LA ERMITA DE LA PIEDAD DE SANTALIESTRA

Situada a 15 Km de Graus en dirección al norte, la localidad ribagorzana de Santaliestra extiende su caserío, dividido en varios barrios, en la margen izquierda del río Ésera, entre el cauce del río y la carretera A-139.

La población, acogedora y armoniosa en su conjunto, tiene algunos edificios de interés, como la casa Blasco, con puertas de arco de medio punto y notables dinteles con inscripciones. La iglesia parroquial, del siglo XVI reformada en el XVIII, se encuentra aislada de la población, prácticamente equidistante de sus diversos barrios. Junto al río Ésera hay un agradable rincón, acondicionado no hace mucho, que alberga la fuente, un antiguo lavadero y un puente colgante o “palanca” del siglo XIX, todo ello ilustrado con algunos paneles explicativos.

Santaliestra constituye municipio y su término incluye localidades deshabitadas como La Corona y Caballera. En las afueras de la primera se encuentra la interesante ermita de Santiago, con magníficas vistas sobre el valle. La segunda, habitada temporalmente, conserva, restaurados hace unos años, los interesantes restos del antiguo monasterio de San Martín, situados a unos cuatro kilómetros del pueblo y a los que se accede por una pista en no muy buen estado (algo más de media hora andando desde el pueblo). Según algunos, este lugar correspondería al monasterio medieval de Esvu que se cita en algunos documentos históricos. Otros, sin embargo, sitúan este antiguo cenobio en el lugar donde hoy se levanta la ermita de San Saturnino, a poca distancia del despoblado de Aguilar, en la actualidad perteneciente al municipio de Graus. San Martín de Caballera y San Saturnino de Aguilar se encuentran casi uno frente al otro, en dos puntos elevados en las márgenes opuestas, derecha e izquierda respectivamente, del río Ésera.

Entre ambos lugares se sitúa la ermita románica de la Piedad, a la que nos vamos a referir aquí con algo más de detenimiento. La Piedad se encuentra a unos dos kilómetros del núcleo urbano de Santaliestra. Para llegar a ella hay que seguir la carretera A-139 en dirección norte hasta la entrada de un túnel, a un kilómetro y medio de la población. A la izquierda de la boca sur de dicho túnel tomamos la antigua carretera y enseguida, a unos cien metros, continuamos, también a la izquierda, por una pequeña pista que luego se convierte en camino escalonado, con peldaños de troncos y barandilla de madera, que en diez minutos nos lleva a la ermita. Ésta fue restaurada en el año 2005, quedando más visible y despejado todo su contorno en una pequeña y limpia explanada que se sitúa en lo alto de un cerro, rodeado prácticamente en la mitad de su base por el río Ésera, cuyo cauce traza en este punto una pronunciada curva. Desde el lugar, que ofrece bonitas vistas, se controla cualquier posible paso por el valle en una u otra dirección.

La ermita es de una sola nave de planta rectangular, con bóveda de cañón y ábside semicircular orientado canónicamente al este. El edificio original parece haber sido bastante transformado. Sobre todo por su parte occidental, donde quedan los muros de una dependencia anexa. También parece haber sido sucesivamente elevado sobre su nivel inicial. En la última restauración se ha recuperado la puerta primitiva de acceso al interior de la ermita, de arco de medio punto, que se abre en el muro meridional con dos pequeños escalones. Antes de esta acertada reforma, la puerta de entrada se hallaba en la fachada de la ermita situada a poniente.

El edificio está construido en mampostería y sillarejo, con uso de piedra toba en algunos puntos. Los sillares son regulares y se disponen en hileras bien alineadas. Las paredes exteriores de la ermita son prácticamente lisas. Sólo una ventana de doble derrame y arco apuntado se abre en la mitad del ábside y otra más pequeña en la fachada orientada al sur.

El elemento más destacado y original de la ermita de la Piedad es sin duda el campanario con doble espadaña que, curiosamente y de manera muy poco frecuente, se levanta casi con independencia del edificio, en perpendicular a su fachada meridional. Tiene dos ventanas de arco de medio punto para las campanas y una puerta, también de medio punto, que permite atravesar su muro a ras de suelo.

La ermita pertenece a un estilo románico popular cuya primera construcción tal vez pueda remontarse al siglo XI o incluso antes, si bien buena parte del edificio que nos ha llegado corresponda probablemente a los siglos XII o XIII. Es muy posible que ésta fuera la primera iglesia del lugar dedicada a San Quílez y que más tarde adquiriera su denominación actual.

A unos metros de la ermita, hacia el este, se observan los restos de algunos muros que podrían corresponder al antiguo castillo de Santaliestra. La existencia de un castillo en la localidad aparece documentada en la Colección Diplomática de Obarra en el año 1020. Es bastante probable que dicha fortificación se encontrara donde hoy se levanta la ermita de la Piedad, y que ésta fuera en su origen una construcción religiosa de tipo castrense integrada en el conjunto defensivo.

La zona en que se sitúa la ermita tuvo gran importancia estratégica en los tiempos medievales de frontera. Según algunas hipótesis, el caudillo árabe al-Malik pasó por Esvu y Santaliestra en su devastadora expedición de castigo o razzia que lo llevó hasta Roda y Obarra en el año1006.

Para terminar diré que, según he podido leer en algunas publicaciones catalanas, como “Catalunya romànica” (Enciclopedia catalana, 1996), se conserva en Barcelona, en la colección privada Gòdia, una talla de madera policromada denominada “Mare de Déu de Santaliestra” que podría proceder de la ermita de la Piedad. Es una imagen sedente de la Virgen, en la que parece faltar el niño que estaría sentado en sus rodillas, y que podría datar de finales del siglo XII o principios del XIII.

La ermita de la Piedad de Santaliestra se encuentra entre las muchas construcciones medievales que proliferan en la comarca altoaragonesa de la Ribagorza. Su acceso bien acondicionado y las reformas realizadas en los últimos años en el edificio y su entorno hacen más fácil y disfrutable su visita.

Carlos Bravo Suárez

(Fotos: Ermita de la Piedad en la actualidad y antes de su restauración y panorámica de Santaliestra)

(Artículo publicado en Diario del Alto Aragón, 13 -12 - 2009)

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