domingo, 12 de enero de 2014

CADA CUAL Y LO EXTRAÑO


Cada cual y lo extraño. Felipe Benítez Reyes. Destino. 2013. 172 páginas.

Felipe Benítez Reyes (Rota, Cádiz, 1960) es uno de los escritores más sobresalientes del actual panorama literario español. Poeta, narrador, ensayista, articulista y traductor, algunos de sus libros han obtenido importantes premios y reconocimientos. Aunque tal vez sea más conocido como novelista (La propiedad del paraíso, El novio del mundo, El pensamiento de los monstruos o Mercado de espejismos), también destaca como autor de relatos breves. Sus tres libros anteriores en este género están reunidos en un solo volumen en Oficios estelares (Destino, 2009).

Cada cual y lo extraño contiene doce narraciones cortas ordenadas a la manera de un almanaque o calendario, siguiendo los meses del año desde enero hasta diciembre. Cada una de ellas es una joya del relato breve. En El mago y los ojos, el narrador recuerda con profundo resentimiento hacia su padre las sucesivas decepciones sufridas en la noche de Reyes. Segundas rebajas mezcla los recuerdos musicales adolescentes con la presencia de una extraña tía que se casó con un soldado americano de la base de Rota. En Realidades de artificio, encontramos en pleno carnaval gaditano a quien se dedica a crear realidades ilusorias a gentes necesitadas de ellas. Los dueños de las fortunas cuenta la historia de una viuda rica y el camino azaroso y a veces paradójico de algunas suntuosas heredades. Los elementos de la tabla periódica y los héroes de los tebeos se dan la mano en Un examen de Química. Las hogueras de San Juan son el telón de fondo de dos historias de desencuentros amorosos en Las vueltas del futuro. Con cincuenta páginas, El crucero y todos los demás es el más largo, y en mi opinión el mejor, de los relatos del libro. Una violenta crisis de pareja estalla durante un crucero de placer –es un decir– por el mar Báltico. El retrato irónico, cáustico y mordaz, que se hace de los personajes y de la vida a bordo durante el viaje vacacional no tiene desperdicio. En Su oro y su plata, se vuelve en parte a los recuerdos de adolescencia y a los besos robados en la oscuridad de los cines de barrio. En El brigada ilustrado, el narrador recuerda su servicio militar. Ambiente familiar es un relato oscuro y extraño, más bien pesimista y algo triste. Más jocoso resulta Los enredos de don Juan, con unos viejecitos de un asilo representando a su manera la obra clásica de Zorrilla. Vísperas muestra la doble cara de un ejecutivo en la víspera de Nochebuena.

Doce relatos muy bien contados, con sencillez y a la vez con profundidad, que enganchan al lector desde el primer momento y que se leen en un santiamén. En todos ellos, y de ahí el acertado título eje del libro, encontramos la dificultad frecuente de las relaciones humanas porque cada quien es cada cual, con sus manías, sus rutinas y sus soledades; pero además está lo extraño, que casi siempre son los otros. Aunque a veces pueden ser el infierno, al menos momentáneo, como en el cuento del crucero por el Báltico, siempre son lo distinto, lo sorprendente, lo difícil, lo complicado. Aquí está recogida la complejidad de la existencia en doce relatos magníficos. La vida misma en los doce meses de un año.

Carlos Bravo Suárez.

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