domingo, 15 de febrero de 2015

FELICES LOS FELICES

     
“Felices los felices”. Yasmina Reza. Anagrama. 2014. 192 páginas.   

Yasmina Reza (París, 1959) es una destacada escritora francesa de origen judío. De padre ruso-iraní y madre húngara, comenzó en el mundo artístico como actriz y pasó después a escribir varias obras teatrales por las que ha recibido importantes premios en el país vecino, incluido el Gran Premio del Teatro de la Academia Francesa del año 2000 en reconocimiento a toda su carrera como dramaturga. Tras una década sin escribir teatro, regresó en 2007 con “Un dios salvaje”, que fue adaptada al cine en 2011 por Roman Polanski, para quien había traducido anteriormente “La metamorfosis” de Kafka. “Felices los felices”, publicada recientemente en nuestro país por Anagrama, es su séptima novela.
            
“Felices los felices” es una obra coral dividida en dieciocho capítulos en los que otros tantos personajes, que al principio parecen no tener nada en común, cuentan en primera persona un episodio de su vida que, aunque en algún caso aparenta ser banal, siempre acaba resultando significativo. A la manera de la película “Vidas cruzadas”, de Robert Altman, las existencias de estos dieciocho personajes se van entrelazando componiendo una compleja telaraña de relaciones vitales. Una cita de Borges (“Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor. Felices los felices”) sirve de arranque a esta polifonía de voces y sentimientos dispares. Como reza la contraportada de la edición española, se trata de un conjunto de relaciones extramatrimoniales, tendencias sadomasoquistas, insatisfacciones sexuales y fantasías consumadas, rupturas, decepciones, y, también, algunos finales felices.

La abundante presencia de relaciones extraconyugales hace que la novela se pueda interpretar en buena medida como una clara y explícita crítica a la pareja tradicional y al matrimonio. Algo que la autora ha manifestado claramente en alguna entrevista reciente, en la que llega a afirmar que “el matrimonio es una construcción perfecta para la práctica del adulterio”. Pero no sólo hay relaciones adúlteras en “Felices los felices”, hay personajes esclavos de su situación social, mujeres a las que les gusta sentirse dominadas, un homosexual que sólo tiene sexo pagando por él, una anciana que implora a su padre muerto para que desde el más allá le conceda una persona que la acompañe en sus paseos por el campo, un jugador de cartas compulsivo que en un arrebato colérico llega a comerse un naipe, un joven que enloquece porque se cree Céline Dion, una mujer que sufre alzhéimer, algunas parejas y varios padres e hijos que discuten por cualquier nimiedad, y también la siniestra presencia de la muerte y las discrepancias sobre la conveniencia o no de la incineración de los cadáveres después de que esta llegue. En su mayoría son seres heridos, desolados, casi siempre solos en el fondo, que buscan la felicidad por diversos y tortuosos caminos y no siempre la hallan.

Yasmina Reza es atrevida y políticamente incorrecta. Desbarata tópicos y no cree demasiado en los sentimientos como camino a la felicidad. Uno de los personajes de la novela afirma que “es una estupidez pensar que el sentimiento acerca, por el contrario, consagra la distancia entre las personas”. Tampoco, por otro lado, prescindir de ellos evita la desdicha y la soledad, aunque tal vez las atempera. En resumen, una novela áspera y amarga, aunque no exenta para nada de ironía, que por momentos parece rozar el existencialismo y que, si no pude decirse que lo abraza por completo, se mueve casi siempre en las antípodas de cualquier romanticismo más o menos edulcorado.

Carlos Bravo Suárez
                                                                                                                           

1 comentario:

  1. Lo disfruté tanto en sus pequeñas piezas como el conjunto del mosaico. Es una autora a la que tendré más en cuenta.

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