domingo, 18 de octubre de 2015

MONASTERIO

                                             

“Monasterio”. Eduardo Halfon. Libros del Asteroide. 2014. 122 páginas.
            
Eduardo Halfon (Ciudad de Guatemala, 1971) es uno de los más destacados escritores latinoamericanos actuales. También uno de los que tienen una biografía más llamativa y peculiar. Descendiente de judíos libaneses y polacos, nació en Guatemala, estudió ingeniería industrial en Estados Unidos, fue catedrático de literatura en su país natal y, en lengua española, ha publicado casi una docena de libros, algunos de los cuales han recibido premios literarios en nuestro país, donde residió algún tiempo hace unos años.  Fue la valenciana editorial Pretextos la que dio a conocer aquí su obra, publicando “El boxeador polaco” (2008), “La pirueta” (2010), “Mañana nunca lo hablamos” (2011) y “Elocuencias de un tartamudo” (2012). Libros del Asteroide, que tomó el relevo el pasado año con la publicación de la novela “Monasterio”, acaba de editar muy recientemente el libro de cuentos “Signor Hoffman” (2015).
            
“Monasterio” es una novela corta en la que, como en otros libros de Halfon, se mezclan lo autobiográfico y la ficción. En este caso, el narrador –en primera persona y claro alter ego del autor pues también se llama Eduardo– viaja con su hermano desde Guatemala hasta Israel para asistir a la boda de una hermana más joven que va a casarse en Jerusalén. Tanto ella como su novio, que proceden de Brooklyn, son fanáticos practicantes del judaísmo más ultraortodoxo. Casualmente, en el aeropuerto, Eduardo se encuentra con una sensual y atractiva azafata a la que había conocido en un bar de Guatemala cuando ella era soldado israelí y viajaba durante unas vacaciones por el país centroamericano. Por otro lado, para completar el mosaico temporal y espacial del relato, el narrador recuerda también la muerte de su abuelo, tras la cual viajó a Polonia para visitar la casa de Varsovia en la que había residido su antepasado.
           
Eduardo, que se declara judío sólo a veces, pronto se cansa de los novios y de su viaje por el Jerusalén más ortodoxo. En una de las visitas previas a la boda, al ver a un rabino cubierto hasta casi la asfixia por un montón de “talit” o mantos sagrados del judaísmo, el autor concluye que “lo que debería salvarle lo estaba ahogando”. No duda pues en abandonar ese mundo cerrado y asfixiante de la ortodoxia religiosa para centrarse en Tamara y su belleza. Con ella viaja por Israel, se incomoda en parte con algunos aspectos de la sociedad de aquel país y vive en las playas del Mar Muerto momentos de intenso erotismo con la hermosa, seductora y desinhibida azafata.
            
Escrita a modo de diario, con saltos al pasado y a los recuerdos que  provoca el presente, y con un lenguaje a veces poético y siempre musical, “Monasterio” es una novela sugerente y hermosa donde se mezclan diferentes momentos, reflexiones y secuencias  y donde no sólo el judaísmo y su carga histórica y familiar están presentes. Como ha explicado el propio Halfon, su literatura “es una búsqueda de raíces, de comprender la identidad, mi identidad”. Pero, está claro que esa identidad no es nunca una esencia sacrosanta e inalterable, sino la búsqueda inagotable de uno mismo. Así lo vive el propio escritor con su alter ego narrativo cuando, ante el enfrentamiento árabe-israelí, reivindica la suma de identidades, pues él mismo tiene antepasados que fueron a la vez árabes y judíos. Por eso nos parece tan atractiva esa parte final del libro donde se relatan diversos casos en los que, disfraz sobre disfraz, la mitificada identidad queda veladamente oculta en aras de la supervivencia.

Monasterio” es el penúltimo de los libros de Eduardo Halfon publicados en nuestro país. Espero no tardar mucho en leer “Signor Hoffman”, su más reciente libro de cuentos. Y disfrutarlo tanto como he disfrutado con la lectura de “Monasterio”.

Carlos Bravo Suárez

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