domingo, 24 de diciembre de 2017

SERES QUERIDOS

“Seres queridos” es el segundo libro de Vera Giaconi (Montevideo, 1974). La escritora uruguaya, afincada en Buenos Aires, había publicado anteriormente otra colección de relatos titulada “Carne viva” (2011) y participado en una antología que homenajeaba a Clarice Lispector en el 35 aniversario de su muerte. “Seres queridos” fue uno de los cinco finalistas del Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero 2015, galardón obtenido ese año por la escritora argentina Samanta Schwebli con el libro de relatos “Siete casas vacías” (Páginas de Espuma, 2015), que reseñamos en esta sección el año pasado. Ahora, en una acertada apuesta por la calidad literaria, la importante editorial Anagrama ha publicado “Seres queridos” en nuestro país, lo que supone un importante salto cualitativo en la carrera literaria de la escritora uruguayo-argentina.

"Seres queridos” contiene diez relatos breves que, como su título indica, tienen que ver con las relaciones entre las personas más cercanas, familiares en la mayor parte de los cuentos, pero también amigos próximos o personas que tienen entre sí una estrecha relación. En esas relaciones aparecen con frecuencia sentimientos negativos y mezquinos: odio, rencor, celos, afán de controlar, desconfianza, envidia. Son deseos ocultos, irracionales, difíciles de entender, pero que están ahí, agazapados, y que afloran en un momento u otro de la relación. La propia autora lo expresa así en una entrevista: “Por momentos somos chiquitos, mezquinos, y eso genera tensiones muy fuertes, sobre todo en los vínculos más cercanos”. Como ha escrito, a propósito del libro, la también escritora argentina Laura Galarza, Giaconi quita el velo y el horror está en el mismo hecho de ser humanos. Como si dijera: admitámoslo, somos una pieza mal fabricada.

Todos los títulos de los cuentos, excepto dos que casi (“Los restos” y “A oscuras”), constan de una sola palabra, como para concentrar aún más la síntesis. “Survivor” narra la relación virtual en la distancia entre dos hermanas. Una de ellas ha emigrado a Estados Unidos y ha comenzado una relación con un participante del programa televisivo que aquí se conoce como “Supervivientes”; la otra no deja de controlar ese noviazgo desde la distancia, a través de nuevos medios como You Tube  o Skype. “Dumas” está ambientado en los terribles años de la dictadura argentina y cuenta la preocupación de un reciente y aún joven y vigoroso abuelo cuando sus hijos deben abandonar el país y llevarse con ellos a su querida nieta. “Tasador” presenta a un hijo y a su madre, ya mayor, mientras ambos ven un programa de televisión en el que se tasa el valor de objetos que muestran los invitados. El hijo constata la pobreza de lo que en su casa le rodea y el sombrío futuro que le espera con su madre anciana. En “Pirañas”, un muchacho que ha perdido dos dedos por la mordedura de una piraña ve lucha libre en la tele y se pelea con su hermana, mientras sus padres hacen lo mismo en otra habitación. En “Los restos”, dos hermanas, ufanas y liberadas, acuden a la casa de una tercera, que acaba de morir, para preparar su funeral. “Limbo” cuenta el intercambio de papeles entre un prestigioso médico, ahora ingresado gravemente enfermo en un hospital, y una de sus pacientes. En “A oscuras”, ambientado también durante la dictadura argentina de los 70, una mujer deja a sus hijos a cargo de una vecina cuando tiene que trabajar por la noche. En “Bienaventurados” se narra la relación de una señora mayor que ha intentado suicidarse y su cuidadora. “Carne” nos presenta a un padre viudo y su hija adolescente, anoréxica y vegetariana. “Reunión” es el último y más largo de los relatos del libro. También el más impresionante. Explica la relación de una amiga de juventud con una joven pareja que por motivos de trabajo ha vivido en diversas ciudades del mundo y que, finalmente y tras varios abortos, ha conseguido tener el hijo que tanto deseaban.

Siguiendo la extraordinaria tradición cuentista hispanoamericana, encontramos hoy a escritoras como Mariana Enríquez, Samanta Schwebli o esta Vera Giaconi. Autoras que han iniciado con fuerza su carrera literaria y a las que habrá que seguir con atención en el futuro.

         “Seres queridos”. Vera Giaconi. Anagrama. 2017. 160 páginas.

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