domingo, 4 de octubre de 2020

LAS AMARGAS MANDARINAS

“Las amargas mandarinas” es una novela publicada el pasado año por la Editorial Huso que gracias a la transmisión boca a boca entre sus lectores no ha dejado de crecer en difusión y aprecio. Su autor es Iñaki Abad (Bilbao, 1963), periodista y escritor que ha trabajado en diversos medios de comunicación y como profesor de español que ha dirigido centros del Instituto Cervantes en Nápoles, Milán, Praga, Manchester y Budapest. Ha publicado un par de novelas de espías (“El hábito de la guerra” y “Los malos adioses”) y un libro de relatos (“Barbarie y otros relatos”). Con “Las amargas mandarinas”, que está obteniendo un éxito tal vez en principio inesperado pero absolutamente merecido, ha logrado, según criterio prácticamente unánime de crítica y lectores, su mejor novela hasta el momento.

Y, desde luego, “Las amargas mandarinas” no defrauda las expectativas del lector y constituye, sin duda, una narración muy sólida y de altos méritos literarios. La novela se sitúa cronológicamente en un periodo que va desde 1974 hasta 2011. En este último año, muere el principal personaje del libro: José María (Chema) Fleta Loroño, que había nacido en Bilbao en 1951 y que ha fallecido en Mallorca a los 60 años tras un doloroso cáncer. El relato comienza con la llegada a la isla de Carla, la hija de Chema, que va a hacerse cargo del funeral de su padre, con quien, por circunstancias de lejanía geográfica sobre todo, no ha tenido demasiada relación. Carla, con la ayuda de otros interesantes personajes, indaga en el pasado de su padre y va reconstruyendo su itinerario vital y el de su propia familia. Y la peripecia biográfica de Loroño se remonta en el relato hasta el año 1974, cuando Chema, hijo de un carpintero que vive con su familia en “las viviendas baratas” de Bilbao, presta a unos amigos, principalmente por la atracción que siente por Arantxa y sin saber el uso que van a hacer de ella, la furgoneta de su padre para que los terroristas la utilicen en la huida tras uno de los más sangrientos atentados de ETA en el que mueren varios guardia civiles y uno de los atacantes.

Por temor a ser acusado de colaborador, Loroño escapa a Francia con Arantxa y otro etarra. Pero, como Chema no es de la organización ni se fían mucho de él, sus compañeros de escapada lo envían a Burdeos, donde es acogido en casa de Sophie, una francesa vitalista y extrovertida, que regenta una tienda de antigüedades y está casada con un destacado miembro del partido comunista francés. Allí el joven conocerá a Jeanne, la hija de Sophie, de la que se enamora perdidamente y con quien se casa y tiene dos hijos. La evolución de la relación entre ambos y todo el contexto de la vida intelectual, artística y bohemia en los círculos izquierdistas “pijos” franceses constituyen una buena, y muy interesante, parte del relato. Pero el aspecto más dramático del mismo vendrá con la nueva irrupción de Arantxa y sus amigos etarras en la tranquila vida de Chema que traerá trágicas e inesperadas consecuencias.

La novela es muy densa, en el mejor sentido de la palabra, refleja muy bien el contexto histórico de la época que trata y dibuja con maestría y verosimilitud una interesantísima galería de personajes. Además de los citados, destaca sobre todo por su papel ambiguo e inquietante el del refinado y rico italiano Lorenzo Rupoli, muy vinculado a Sophie y su familia.

Sin caer en moralismos de ningún tipo, es obvio que de los propios hechos y de la actuación de los miembros de ETA que aparecen en la novela se desprende una evidente crítica a su fanatismo (cuasi religioso en algunos casos como se pone de manifiesto en la condición de ex seminaristas de varios de los etarras), su sinrazón y las consecuencias sangrientas y asesinas de sus acciones, en un contexto en el que buena parte de la sociedad vasca y parte de la “intelectualidad” francesa no ve con malos ojos esa actitud sanguinaria y violenta.

 Aunque contiene muchos otros temas, “Las amargas mandarinas” continúa en cierto modo la línea iniciada por los libros de Fernando Aramburu y su extraordinaria novela “Patria”: una literatura que se atreve a abordar el tema del terrorismo vasco sin los complejos y autocensuras que hicieron esta crítica casi imposible durante demasiado tiempo.

“Las amargas mandarinas”. Iñaki Abad. Editorial Huso, 2019, 407 páginas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario