miércoles, 19 de enero de 2022

EXCURSIÓN NOCTURNA A LA RENCLUSA CON RAQUETAS DE NIEVE



El Centro Excursionista Ribagorza organizó el pasado sábado una excursión nocturna con raquetas de nieve desde Llanos del Hospital hasta el refugio de la Renclusa, en el valle de Benasque. Fue una magnífica experiencia  en una noche muy fría, pero sin viento, y con una luna casi llena que iluminó intensamente el paisaje nevado por el que realizamos nuestro recorrido. En la actividad participamos 22 excursionistas, de los que 19 realizamos el itinerario completo.

La salida desde Graus se produjo a las 16.30 horas. Con nuestros vehículos nos desplazamos hasta Benasque y Llanos del Hospital, donde termina la carretera. En el aparcamiento del hotel que es hoy el antiguo hospital de montaña para acoger a quienes pasaban la frontera con Francia, aparcamos nuestros vehículos algo antes de las 18 horas. Tras coger las raquetas aquellos que necesitaban alquilarlas y calzárnoslas casi todos, a 1758 m. de altitud, iniciamos la excursión a las 18.20 horas. La temperatura a esa hora era de -7,5º, pero íbamos bien abrigados y la sensación de frío fue menguando a medida que nos pusimos a caminar.

Desde Llanos de Hospital  a la Besurta, pasando por el Plan de Están, fuimos siempre por la pista de esquí de fondo. En La Besurta, a 1920 m. de altitud, hicimos una breve parada. A partir de aquí, la pista se termina y continuamos por la huella que estaba marcada en la nieve, que encontramos en perfecto estado para el uso de las raquetas Aunque llevábamos nuestros frontales encendidos, la luna, brillando en un cielo estrellado, iluminaba nuestro camino. Dejamos a la izquierda el itinerario que lleva al Forau de Aigualluts y abordamos con decisión y buen ánimo la empinada subida a La Renclusa. A las 8.20 horas, llegamos al refugio, situado a 2140 m. de altitud. Allí, tal como habíamos concertado, nos esperaban para cenar.

Durante unas dos horas, estuvimos en el refugio, donde dimos buena cuenta de los huevos fritos con beicon que nos prepararon los guardas y cocineros del refugio. Tras hacernos una foto de grupo, y bien cenados y contentos por el buen ambiente reinante, a las 22.25 horas, iniciamos la bajada. Con atención para evitar resbalones, aunque la nieve no estaba muy helada, fuimos descendiendo por el mismo itinerario de subida. Hicimos otra parada en La Besurta y, con cuidado de no pisar la huella trazada para los esquiadores, volvimos por la pista hasta el Hospital. Allí llegamos un poco antes de las doce de la noche, con una temperatura de -9,5º. Devolvimos las raquetas alquiladas y con nuestros vehículos retornamos a Graus. Allí llegamos pasada la una de la madrugada y con una temperatura de -6,5º.

El recorrido de la excursión fue de poco más de 11 km y el desnivel acumulado de 434 m. Invertimos aproximadamente 5 horas y 45 minutos, aunque descontando las dos horas que estuvimos en el refugio, el tiempo en movimiento fue de algo menos de cuatro horas. La alegría y satisfacción de todos los participantes fue manifiesta y todos coincidimos en que había sido una experiencia inolvidable. Una noche mágica y extraordinaria

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