De nuevo el tema de España. De Unamuno a Azaña pasando por Ortega, sin olvidar a nuestros Costa y Mallada, el asunto parece no perder nunca actualidad. Reaparece en “España al desnudo”, una brillante y personal reflexión de Manuel Ramírez, catedrático de Derecho Político de la Universidad de Zaragoza y autor de un buen número de ensayos y artículos periodísticos.
El libro es una sugerente reflexión sobre el periodo que va desde la proclamación de la Segunda República hasta nuestros días. El autor analiza los últimos años de nuestra historia alejándose de la vigente dictadura de la corrección política, que tan difícil hace cualquier discrepancia sin que los “correctos” maniqueos sitúen de inmediato al discrepante en el bando contrario al suyo. Pese a ello, tampoco el libro está en la línea del reciente revisionismo que parece querer darle la vuelta al estudio de la historia como si fuera un calcetín. Las argumentaciones de Ramírez, con las que el lector podrá estar más o menos de acuerdo, parecen casi siempre, desde la subjetividad y la moderación, sólidas, sensatas y bien fundamentadas.
En los inicios del libro el autor muestra entre sus deseos el de “una España que, como en el verso de León Felipe, se supiera todos los cuentos y detestara a todos los cuentistas”. Después declara su independencia con cita de Camus: “Se podría formar el partido de los que no están seguros de tener razón, sería el mío”.
Antes de entrar más a fondo en el periodo objeto de su estudio, el profesor Ramírez se refiere a tres ocasiones históricas que España no supo aprovechar: la Constitución de 1812 -del “Viva la Pepa” se pasó enseguida al “Vivan las caenas”-, el sexenio revolucionario de 1868 a 1874 y la Segunda Republica de 1931. Esta última se analiza con más detalle y se muestran sus aciertos y sus errores, entre los que destaca su incapacidad para el consenso y la integración.
El Franquismo se presenta como un sistema autoritario y dictatorial pero no fascista ni totalitario, pues sacrificó la ideología falangista inicial a su deseo de permanencia a toda costa. En sus últimos años surgió una amplia clase media que rechazaba cualquier aventura política y que fue clave para el triunfo de la transición posterior. Esta fue un éxito porque logró superar el pasado sin revanchismos, a través del acuerdo y de la concordia.
Y de la España actual del “pan y todos los deportes” el autor ve con preocupación el afán por desenterrar el pasado, el reparto de cuotas entre partidos que no premia los méritos sino el servilismo, el auge de lo mediocre al igualarlo todo por abajo o el problema autonómico nunca del todo resuelto. A veces asoma una excesiva nostalgia por algunos valores del pasado, pero parece indudable que la pérdida de algunos de elos no ha tenido buenas consecuencias para el presente.
El libro se lee con facilidad por su lenguaje sencillo y su tono didáctico. Y, sobre todo, invita a la reflexión y, en todo caso, al debate sereno.
España al desnudo (1931-2007). Manuel Ramírez. Editorial Encuentros, Madrid, 2008, 204 páginas
Carlos Bravo Suárez
El libro es una sugerente reflexión sobre el periodo que va desde la proclamación de la Segunda República hasta nuestros días. El autor analiza los últimos años de nuestra historia alejándose de la vigente dictadura de la corrección política, que tan difícil hace cualquier discrepancia sin que los “correctos” maniqueos sitúen de inmediato al discrepante en el bando contrario al suyo. Pese a ello, tampoco el libro está en la línea del reciente revisionismo que parece querer darle la vuelta al estudio de la historia como si fuera un calcetín. Las argumentaciones de Ramírez, con las que el lector podrá estar más o menos de acuerdo, parecen casi siempre, desde la subjetividad y la moderación, sólidas, sensatas y bien fundamentadas.
En los inicios del libro el autor muestra entre sus deseos el de “una España que, como en el verso de León Felipe, se supiera todos los cuentos y detestara a todos los cuentistas”. Después declara su independencia con cita de Camus: “Se podría formar el partido de los que no están seguros de tener razón, sería el mío”.
Antes de entrar más a fondo en el periodo objeto de su estudio, el profesor Ramírez se refiere a tres ocasiones históricas que España no supo aprovechar: la Constitución de 1812 -del “Viva la Pepa” se pasó enseguida al “Vivan las caenas”-, el sexenio revolucionario de 1868 a 1874 y la Segunda Republica de 1931. Esta última se analiza con más detalle y se muestran sus aciertos y sus errores, entre los que destaca su incapacidad para el consenso y la integración.
El Franquismo se presenta como un sistema autoritario y dictatorial pero no fascista ni totalitario, pues sacrificó la ideología falangista inicial a su deseo de permanencia a toda costa. En sus últimos años surgió una amplia clase media que rechazaba cualquier aventura política y que fue clave para el triunfo de la transición posterior. Esta fue un éxito porque logró superar el pasado sin revanchismos, a través del acuerdo y de la concordia.
Y de la España actual del “pan y todos los deportes” el autor ve con preocupación el afán por desenterrar el pasado, el reparto de cuotas entre partidos que no premia los méritos sino el servilismo, el auge de lo mediocre al igualarlo todo por abajo o el problema autonómico nunca del todo resuelto. A veces asoma una excesiva nostalgia por algunos valores del pasado, pero parece indudable que la pérdida de algunos de elos no ha tenido buenas consecuencias para el presente.
El libro se lee con facilidad por su lenguaje sencillo y su tono didáctico. Y, sobre todo, invita a la reflexión y, en todo caso, al debate sereno.
España al desnudo (1931-2007). Manuel Ramírez. Editorial Encuentros, Madrid, 2008, 204 páginas
Carlos Bravo Suárez