domingo, 15 de abril de 2012

ZENOBIA Y JUAN RAMÓN

Las siluetas del fuego. Elisa Arráiz Lucca. Alrevés. 2011. 208 páginas.

Elisa Arráiz Lucca es venezolana, con orígenes corsos por parte materna. Ha trabajado en diversos medios de comunicación audiovisual y ha publicado tres novelas hasta la fecha. En España la editorial Alrevés publicó el pasado año Las siluetas del fuego, una novela de la que es protagonista Zenobia Camprubí, la esposa del poeta Juan Ramón Jiménez, con quien estuvo casada durante cuarenta años, entre 1916 y 1956. Zenobia falleció tres días después de que Juan Ramón recibiera el Premio Nobel de Literatura. El exquisito escritor onubense murió dos años más tarde, en 1958, también, como su mujer, en San Juan de Puerto Rico.

Las siluetas del fuego está narrada en primera persona por una mujer venezolana que suponemos que es la propia autora del libro. Durante prácticamente toda la novela, la narradora dialoga y viaja con Marisa, una amiga puertorriqueña con quien comparte devoción, interés y estudio por la figura de Zenobia Camprubí y, por tanto y sobre todo, por la singular relación que esta mujer moderna y avanzada mantuvo con Juan Ramón Jiménez, un escritor obsesionado por su obra que sufría frecuentes ataques de neurastenia que le obligaban a recibir una permanente atención médica.

La narradora y su amiga han investigado a fondo sobre la vida de Zenobia y en sus sucesivos encuentros en Puerto Rico -al inicio y al final de la novela-, Caracas y Nueva York, ponen en común sus investigaciones y se leen mutuamente lo que sobre Zenobia y Juan Ramón han ido escribiendo anteriormente cada una por su cuenta. Estos fragmentos de sus lecturas constituyen el grueso de la novela y convierten a ésta en casi una biografía de Zenobia Camprubí y de su relación con Juan Ramón Jiménez. La dedicación absoluta, y en buena medida la subordinación, de Zenobia a su marido, renunciando incluso a desarrollar su propia personalidad, exigen una explicación que estas dos inquietas mujeres buscan denodadamente sin que encuentren nunca del todo una respuesta satisfactoria.

Para que el libro no sea casi un ensayo sobre estos dos interesantísimos personajes de la cultura española, las dos amigas nos van contando sus propias peripecias sentimentales dentro de sus respectivos matrimonios más bien fluctuantes e inestables. Y en el caso de la narradora, declaradamente antichavista, nos presenta su visión de la realidad política de la actual Venezuela, un país en manos del populismo sectario del ínclito Hugo Chávez.

En Las siluetas del fuego se pueden encontrar muchos ingredientes para una lectura interesante, pero el libro gustará especialmente a quienes deseen conocer más a fondo la rica y compleja relación entre Zenobia y Juan Ramón, dos personajes prácticamente indisolubles, que conformaron una simbiosis artística sin la que la extraordinaria obra poética de Juan Ramón Jiménez probablemente nunca hubiera sido posible.

Carlos Bravo Suárez

3 comentarios:

  1. Sin juzgar la novela, el libro tiene tantos de errores biográficos de la vida de Zenobia y Juan Ramón que no merece que nadie interesado en ellos pueda considerarlo. Es una penaque vuelvan a caer en los tópicos y recurran a las mismas historias inventadasa sobre ellos y que no corresponden a la realidad. Para los verdaderos interesados en ellos el libro no tiene ningún valos

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  2. La verdad es que no conozco tan a fondo la biografía de Zenobia y Juan Ramón como para detectar tantos errores, aunque se trata de una novela y como tal tiene sus virtudes y sus defectos.

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  3. Señor Bravo, muy agradecida por su reseña. Es preferible no dar crédito a anónimos. Elisa Arraiz Lucca

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