El último lapón. Oliver Truc. Destino. 2013. 505
páginas.
El
último lapón es la primera novela de Oliver Truc (1964),
un periodista francés de extensa trayectoria que lleva veinte años afincado en
Suecia, donde ha trabajado como corresponsal para importantes medios de
comunicación de su país. En su debut en la narrativa,Truc crea un interesante
relato de intriga magníficamente ambientado en Laponia, en las tierras
escandinavas más septentrionales situadas por encima del Círculo Polar Ártico.
Una región ─repartida en la actualidad entre los estados de Noruega, Suecia,
Finlandia y Rusia─, en la que viven los samis, un pueblo aborigen con una rica
y diferenciada cultura.
Cuando, después de cuarenta
días de oscuridad, vuelve a brillar el sol aunque solo sea durante unos
minutos, dos sucesos van a romper la tranquilidad de la ciudad de Kautokenio en
la Laponia central: el robo de un valioso tambor sami que acaba de llegar al
museo local procedente de Francia y la muerte de uno de los más conocidos
pastores de renos que tiene su campamento a las afueras de la población. Los
policías Klemet y Nina investigarán el caso. Él es un sami que ha vuelto a la
región que abandonó de niño; ella, una joven
noruega que desconoce por completo la cultura y las tradiciones laponas.
La trama policiaca se irá enredando con la aparición de intereses económicos ligados
a la extracción de los valiosos minerales que la región parece esconder desde
tiempos remotos en sus tierras más vírgenes.
Si la trama policial
mantiene siempre viva la intriga del relato, este destaca sobre todo por la
gran información que proporciona sobre la vieja cultura sami, que resiste a
duras penas los fuertes embates de la supuesta modernidad. Una cultura
ancestral en la que, pese a la penetración de corrientes luteranas de carácter
puritano, perviven algunos chamanes que expresan su relación con el pasado y
con el más allá a través de extraños cánticos guturales llamados yoiks y de
viejos tambores profusamente ilustrados con simbólicos dibujos de contenido hermético
para los profanos. En este gélido y extenso territorio, todavía sobreviven algunos
pastores que ahora cuidan sus rebaños de renos con las modernas motos de nieve
y que, de vez en cuando, se enzarzan en discusiones por los pastos que no
suelen ir demasiado lejos. La documentación histórica y el conocimiento de
primera mano han permitido a Olivier Truc llevar a cabo una impecable y
completísima ambientación de su novela, que constituye una verdadera inmersión
en la desconocida y ancestral cultura de los habitantes aborígenes de aquellas
frías y lejanas tierras.
Además de intriga y buena
ambientación, la novela encierra una notable carga crítica de carácter
ecologista y una llamada de atención sobre la necesidad de preservar unos
territorios y una cultura que pueden sufrir las nefastas consecuencias de la
codicia y de la especulación que parecen presidir los principales afanes de nuestro
tiempo.
“El último lapón” es un
largo relato que, sin embargo, engancha al lector desde el primer momento y lo
transporta a las lejanas tierras del Gran Norte europeo, haciéndole disfrutar
de una espléndida y equilibrada combinación de documento casi antropológico y
absorbente novela negra.
Carlos
Bravo Suárez