viernes, 6 de febrero de 2015

LA CONSPIRACIÓN PERMANENTE

Las declaraciones del presidente del F.C Barcelona, Josep Maria Bartomeu, tras ser imputado por el juez Ruz en el caso Neymar son un ejemplo más, y seguro que no será el último, del recurso cliché que utilizan ciertos sectores de la sociedad catalana en cuanto son investigados por posibles irregularidades o mala gestión. La respuesta automática es considerar que todo es un ataque orquestado desde el pérfido Madrid, una conspiración del gobierno central, un ataque a Cataluña. Lo hemos visto en repetidas ocasiones desde que Jordi Pujol se envolviera en la senyera y saliera de rositas en el caso Banca Catalana. A pesar de su cansina reiteración, es ésta una respuesta que siempre encuentra un considerable apoyo en una sociedad en buena medida educada en un maniqueísmo enfermizo y algo paranoico, que suele achacar todos los males propios a los ataques conspiratorios de un supuesto enemigo exterior.

Carlos Bravo Suárez

Carta publicada hoy en los diarios El País y El Mundo.



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