domingo, 22 de marzo de 2015

TE QUIERO PORQUE ME DAS DE COMER

                                   
“Te quiero porque me das de comer”. David Llorente. Alrevés Editorial. 2014. 317 páginas.

           Aunque utilizamos con bastante frecuencia el adjetivo “diferente” para referirnos a algunas lecturas nuevas, ningún libro de los que he leído últimamente se ajusta tanto a ese calificativo como “Te quiero porque me das de comer”, la novela de David Llorente publicada el pasado año por Alrevés Editorial.

David Llorente (Madrid, 1973) es un novelista y dramaturgo afincado en Praga, donde trabaja como profesor de Lengua y Literatura españolas desde el año 2002. Sus dos primeras novelas, “Kira” (1998) y “El bufón” (2000), obtuvieron los premios Francisco Umbral y Ramón J. Sender respectivamente. En su tercera narración, “Ofrezco morir en Praga” (2008), cuenta su experiencia en la capital checa. “De la mano del hermano muerto” (2011) fue editada en formato bilingüe en español y checo. En la República Checa ha publicado un buen número de obras de teatro; algunas de las cuales han sido recopiladas en el libro “Los árboles dormidos” (2009). “Te quiero porque me das de comer” es su quinta novela y ha sido considerada por algunas publicaciones como una de las más destacadas del pasado 2014.

“Te quiero porque me das de comer” tiene una estructura muy original e innovadora. Aunque hay una trama principal –las muertes producidas por un psicópata asesino en serie– son muchas las tramas secundarias y muchos los personajes que desfilan por las páginas del libro. Está éste distribuido en capítulos cortos, constituido cada uno de ellos por un único párrafo sin un solo punto y aparte. En esos largos párrafos se van aportando, sin solución de continuidad, informaciones diversas y diferentes sucesos ocurridos a los personajes. En cuanto se acostumbra, el lector va sabiendo discriminar sin más problemas las diferentes aportaciones textuales que confluyen en cada uno de los capítulos-párrafo, con la lograda pretensión de producir un efecto de simultaneidad narrativa en el espacio y el tiempo del relato.

“Te quiero porque me das de comer” transcurre íntegramente en el barrio madrileño de Carabanchel en dos periodos distintos separados por un intervalo de diez años, en los inicios de las décadas de los noventa y de los dos mil. Un Carabanchel degradado, azotado por los yonquis y la delincuencia juvenil, con curas pederastas, prostitutas de calle y bar de barrio, camellos y macarras de mafias locales, maltratadores, suicidas, ludópatas, perros asesinos, el microcosmos de un instituto de enseñanza secundaria donde ocurre de todo entre alumnos y profesores y, excepcionalmente, una joven que toca el piano y dos chicos que quieren ser escritores y uno de ellos incluso gana el premio Francisco Umbral de Novela Corta. Y, como personajes con algo más de protagonismo y continuidad, el psicópata asesino de doble vida y el comisario que no da salida al caso y se enamora locamente de un joven actor de teatro.

No es fácil reseñar en pocas líneas un libro tan diferente y con tal cantidad de personajes y situaciones, intentando además no desvelar por anticipado al posible lector futuro la identidad del llamado Asesino de la Moneda. Sí puedo decir que resulta una lectura apasionante y adictiva y que, al menos a este lector, le ha recordado por momentos, y salvando las distancias, al enjambre de personajes cuyas apariciones se suceden de aquella “Colmena” de Camilo José Cela, aunque el Madrid de la postguerra se sustituya aquí por un Carabanchel degradado y sórdido hasta el extremo.

Carlos Bravo Suárez 

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