domingo, 6 de septiembre de 2015

EL NIÑO 44

                                       


                “El niño 44”. Tom Rob Smith. Salamandra. 2015. 480 páginas.
           
“El niño 44” es la primera de las tres novelas publicadas hasta ahora por Tom Rob Smith (Londres, 1979), hijo de madre sueca y padre inglés y criado y educado en la capital británica, donde antes de dedicarse a la escritura trabajó como guionista de series televisivas. “El niño 44” se publicó en 2008 y obtuvo algunos premios en Inglaterra, aunque en otros países pasó casi desapercibido. Ridley Scott compró los derechos del libro para llevarlo al cine y este año se ha estrenado la película, dirigida por el sueco Daniel Espinosa e interpretada por Tom Hardy, Noomi Rapace y Gary Oldman entre otros. A raíz del éxito del film, la novela, que fue publicada en España por Espasa en 2008 y en una edición de bolsillo de Booket en 2009, ha sido ahora reeditada por Salamandra en su nueva colección Black.

Parte del argumento de “El niño 44” está inspirado en un hecho real: la historia de Andrei Chikatilo, un asesino en serie que entre los años 70 y 90 del pasado siglo XX mató en diversos lugares de Rusia a más de 50 personas, en su mayoría niños. Tom Rob Smith sitúa sin embargo su relato en el año 1953, en pleno apogeo del estalinismo en la URSS, justamente en el año de la muerte del dictador, que tiene lugar en la última parte de la novela. Su principal protagonista es Leo Stepánovich Demídov, héroe de guerra y destacado miembro de la seguridad soviética, que cree ciegamente en la propaganda y los métodos de represión y purga utilizados contra los supuestos elementos contrarios al régimen comunista. Su visión de las cosas empieza a cambiar cuando se ve obligado a detener a un inocente veterinario, acusado de ser un espía al servicio de Occidente. Y todo se complican más todavía cuando se niega a delatar a su mujer y emprende con ella la búsqueda de un supuesto asesino en serie que ha matado a más de cuarenta niños. Las autoridades soviéticas no aceptan la existencia de ese tipo de crímenes en la nueva sociedad comunista y Leo, que como tantos ha caído en desgracia y acaba convirtiéndose en un proscrito, deberá enfrentarse casi sin tregua a numerosos obstáculos e inesperadas sorpresas.

La novela está bien contada y tiene tensión e intriga de principio a fin. Además, se pretende mostrar con detalle la miseria moral y la terrible perversidad del régimen estalinista: el culto al líder supremo, las continuas delaciones, las purgas, las torturas en las checas, la desconfianza permanente y la paranoia de un régimen represor, asfixiante, cruel y vengativo que busca obsesivamente contrarrevolucionarios y espías, y acaba siempre encontrándolos aunque no existan en la realidad. Se impone la máxima de Stalin “confía pero vigila” y todo el mundo está bajo sospecha y es susceptible de caer en desgracia, arrastrando además en su caída a la familia más cercana. El propio protagonista reflexiona sobre la degradación en la que él mismo se sumió durante años: “Tienes una causa en la que creer, una causa por la que merece la pena morir. Muy pronto se convierte en una causa por la que merece la pena matar. Después se convierte en una causa por la que merece la pena matar a gente inocente”.

“El niño 44” es ciertamente un buen thriller, que a la tensión propia del género pretende añadir denuncia política y realismo social, como se pone de manifiesto en el primer capítulo del libro, situado en 1933 en una zona rural de Ucrania donde la crisis ha derivado en una terrible hambruna. En su momento el libro de Tom Rob Smith pasó casi desapercibido en nuestro país, pero el éxito de la película homónima lo ha colocado ahora en un merecido primer plano literario.

Carlos Bravo Suárez

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