domingo, 16 de octubre de 2016

LA MUJER DE LA LIBRETA ROJA


“La mujer de la libreta roja” es la primera novela de Antoine Laurian publicada en España. Laurian es un escritor francés, nacido a principios de los años sesenta, que ha publicado seis novelas en su país. La más destacada es “Le chapeau de Mitterrand”, editada en 2012, que obtuvo un gran éxito de ventas y recibió varios importantes premios en el país vecino. En 2014, publicó “La mujer de la libreta roja”, también muy vendida en Francia y editada aquí recientemente por Salamandra, con traducción al español de Palmira Feixas Guillamet. Laurian acaba de publicar “Rhapsodie française”, no editada por el momento en nuestro país.

“La mujer de la libreta roja” es una breve novela urbana. Una entretenida, ingeniosa y divertida narración con una equilibrada y poco convencional mezcla de fina trama romántica y emocionante intriga detectivesca. Una historia ligera, inteligente, amena y refrescante que, aunque a veces parece bordear ambas cosas, no cae en ningún momento en la cursilería ni el sentimentalismo superfluo. Escrita con una prosa elegante, clara y sencilla, directa y sin apenas diálogos, está dotada de una interesante estructura literaria de ida y vuelta y es un ejemplo de novela ligera que, sin ser ni mucho menos una obra maestra, rebosa calidad, sutileza y buen gusto y está dirigida a un amplio público lector.

Al volver por la noche a su casa, una mujer, cotizada restauradora de arte especializada en marcos dorados, sufre el robo de su bolso por parte de un ladrón desconocido. Como consecuencia de los golpes recibidos en el forcejeo, al día siguiente tiene que ingresar en un hospital en el que se va recuperando de una pasajera falta de memoria. Mientras tanto, un antiguo banquero que, separado, con una hija adolescente y harto de su vida pasada, ha puesto en marcha una pequeña librería en el centro de París, encuentra el bolso robado sobre un contenedor de basura próximo a su establecimiento. Ante el poco caso que la policía hace a su intento de denuncia, decide llevarse el bolso a su casa. Buscando infructuosamente la identidad de su dueña, extrae de su interior diversos objetos femeninos entre los que se encuentra una pequeña libreta roja con una serie de anotaciones, pensamientos y recuerdos personales que no puede evitar leer. Tras conseguir finalmente, y de manera algo rocambolesca, averiguar la identidad y la dirección de la propietaria, lleva el bolso a su domicilio, donde se lo entrega a un amigo de la mujer que se encuentra en ese momento en la casa. Aunque su impetuosa hija lo espolea para que vuelva a buscarla, el librero decide abandonar el asunto pese a que la desconocida mujer se ha ido apoderando cada vez más de su pensamiento. Cuando ya recuperada salga del hospital, será ella la que intente seguir la pista del hombre que devolvió su bolso, aunque no sepa muy bien adónde dirigirse.

La novela transcurre íntegramente en París, ciudad de la que se cita un buen número de calles, plazas, cafés y librerías, y contiene numerosas referencias literarias. La más interesante y original es la de Patrick Modiano: el escritor parisino (Premio Nobel de Literatura en 2014) realiza en el relato lo que, si este fuera una película, llamaríamos, aunque sea redundante, un fugaz cameo. Los dos personajes principales son inteligentes, cultos y refinados; representantes de una clase media parisina ilustrada y urbana. También lo es, de manera más atrevida y vehemente, la extrovertida hija del librero, capaz de hacer pasar a su padre por un ligue para dar envidia a sus amigas.

Aunque, como ya se ha dicho, alejada por completo de la narrativa rosa, “La mujer de la libreta roja” es, en buena medida, una novela romántica. El amor surge aquí de imaginar al otro sin conocerlo, de reconstruir su personalidad a través de algunos objetos y de pequeños rastros, con esa nostalgia de lo posible de la que habla Pessoa. Un juego de espejos, de casualidades y azares, de deseos interiores y miedo a la decepción, de intercambio de papeles, de líneas de trayectoria invertida, que se acercan y se alejan y parece, como bien podría haber sucedido, que nunca vayan a encontrarse.

En resumen, una novela sutil, agradable y bien construida, con una sorprendente mezcla de sencillez y sofisticación, carente tal vez de otras pretensiones que las de entretener y divertir, que se lee en un momento y deja en el lector un buen sabor de boca. Y un autor al que habrá que estar atentos, por si alguna más de sus novelas, como sería deseable, se traduce pronto a nuestro idioma.

La mujer de la libreta roja”. Antoine Laurian. Salamandra. 2016. 160 páginas.

Carlos Bravo Suárez


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