domingo, 10 de diciembre de 2017

EL CER SUBE SU BELÉN A LA CIMA DEL TURBÓN

 Belén del CER en la cima del Turbón
 El turbón y la luna. Inicio de la ascensión.
 Primer tramo de subida



 Canal atajo en el frontón de las Brujas












 En la vaguada de encuentro con la canal de San Adrián
 Hacia la cima.
 El buco del Turbón
 Casi en la cima
 En la cima
 El buco y la cabra
 Grupo en la cima

 El belén en la cima

 En el descenso, junto al Turbonet.
 Bajando


 El Turbón al final de la excursión
Aprovechando la festividad del Día de la Constitución, y siguiendo la tradición prenavideña de estas fechas, el Centro Excursionista Ribagorza subió un año más su belén montañero hasta la cima del Turbón, situada a 2492 m. de altitud. Se trata de un pequeño belén artesano confeccionado por el Grupo Belenista de Graus, entidad que realiza en la localidad el montaje de un gran nacimiento navideño incluido en la Ruta del Belén de nuestra provincia.

A las 7.30 horas, y con bastante frío, 24 excursionistas salimos en nuestros vehículos desde Graus para dirigirnos por carretera hasta Las Vilas del Turbón. Desde un poco más arriba de esta localidad, famosa por su balneario, iniciamos a las 8.40 horas la ascensión hacia la cima de la mítica montaña ribagorzana. La temperatura era menos fría de lo esperado y el sol empezó a lucir con todo su esplendor. Tampoco hacía viento. Esta fue la tónica de toda la excursión: sol, ausencia de viento y no demasiado frío. Además, el camino estaba limpio y apenas había alguna pequeña mancha de nieve a lo largo del itinerario. En algo más de tres horas, en grupo compacto y atajando un tramo del camino por una empinada canal situada a la izquierda del llamado frontón de las Brujas, llegamos a la cima tras vencer los aproximadamente mil metros de desnivel de subida del recorrido.

En la cima, disfrutamos de magníficas vistas de buena parte de la comarca de Ribagorza; más nítidas de la cornisa pirenaica, no demasiado nevada, y algo más neblinosas de su zona más meridional. En el hito de piedras situado en la cúspide, hicimos una oquedad bien protegida donde colocamos nuestro pequeño y coqueto belén. Hicimos fotos y comimos unas exquisitas rosquillas elaboradas por una compañera para la ocasión, acompañadas de un delicioso pacharán casero y un pequeño chupito de orujo para calentar el cuerpo. Eran casi las 13 horas cuando iniciamos el descenso, que realizamos por el mismo itinerario, dejando ahora a nuestra izquierda la canal de San Adrián y el más modesto Turbonet.

Al llegar a Las Vilas, y como todos los años, hicimos una parada en el bar del balneario para disfrutar de un rato de asueto conjunto antes de volver a Graus con nuestros vehículos. Una temporada más, habíamos cumplido con la tradición de subir nuestro belén montañero hasta la cima de nuestra montaña más querida. Y esta vez en un día espléndido y, para bien o para mal, sin la nieve de ediciones anteriores. En primavera volveremos al Turbón a recoger el pequeño nacimiento que dejamos en su cima.

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