UN THRILLER POTENTE Y OSCURO

“Te encontraré en la oscuridad” es la destacada opera prima de Nathan Ripley, seudónimo del escritor canadiense Naben Ruthnum. El libro está obteniendo un gran éxito internacional y, según se anuncia, será próximamente llevado al cine. En su encomiable labor de darnos a conocer nuevos títulos y autores, la novela ha sido publicada en España por la editorial Siruela, en su colección Tiempos Nuevos y con traducción de Virginia Mazo Pascual.

Hay que decir que “Te encontraré en la oscuridad” se inscribe perfectamente en los cánones del thriller moderno, dentro de la novela negra, con un papel importante –pero no el principal–  para dos investigadores policiales y, sobre todo, con mucho suspense bien administrado, un ritmo rápido de capítulos breves y una importante carga de tensión psicológica. Además de una trama algo truculenta, en todo momento inquietante y perturbadora, con la presencia en segundo plano de varios psicópatas y asesinos en serie y con pasajes bastante sangrientos y de crueldad explícita. Un thriller de lo más moderno, por lo tanto, dentro de los esquemas de este género hoy tan exitoso y de moda.

 Sin embargo, “Te encontraré en la oscuridad” tiene algo diferente que la sitúa posiblemente bastante por encima de la media de los cientos de thrillers que se publican en nuestros días. Tal vez sea sobre todo por su personaje principal: Martin Reese, fundador de una empresa de informática con la que se hizo rico y que vive felizmente casado con Ellen, con quien tiene una hija quinceañera llamada Kylie. Solamente la misteriosa desaparición de la hermana de Ellen constituye un hecho tenebroso que empaña desde hace años la tranquila paz familiar. A raíz de ese suceso, Martín ha adquirido una afición oculta: a través de los informes que le proporciona un policía corrupto, se dedica a investigar, con una sagacidad muy superior a la policial, los lugares donde algún asesino en serie ha enterrado los cadáveres de las mujeres a las que mató. Presenta su trabajo como un servicio público o una reparación de daños y, de manera anónima, hace llegar esos descubrimientos a la policía, a la que acusa de falta de perseverancia investigadora. Sin embargo, Martín tiene una mancha en su pasado y se convierte en presa obsesiva de la detective Sandra Whittal y de otros personajes peligrosos de peor calaña. El lector, sus allegados y la propia policía tendrán siempre dudas sobre el verdadero comportamiento de Martin, personaje inevitablemente ambiguo y, sin duda, el más rico y logrado literariamente de la novela.

El relato combina tres puntos de vista narrativos y va alternando capítulos narrados en tercera persona (unos centrados en la detective Sandra Whittal y otros en un personaje siniestro que toma protagonismo en la segunda parte de la historia) con otros en primera persona contados por el propio Martin. El resultado es realmente eficaz y, desde luego, al menos así le ha ocurrido a quien esto escribe, la novela engancha de principio a fin.

Se ha comparado esta novela con algunas series televisivas de éxito como “Dexter” y, literariamente, algunos la ponen a la altura, tal vez excesiva, de un clásico del género negro y del thriller psicológico como “El talento de Mister Ripley”, de Patricia Highsmith. No es quizás casualidad que el escritor canadiense de origen oriental haya elegido el apellido Ripley para su pseudónimo literario.  Desde luego, su novela tiene un ritmo trepidante y maneja muy hábilmente el suspense, además de presentar un interesante elenco de personajes, algunos de ellos perturbados y psicópatas en cuyo comportamiento y orígenes la novela intenta profundizar.

En cualquier caso, “Te encontraré en la oscuridad” gustará especialmente a los lectores del género negro y de suspense, en su versión moderna algo más truculenta y perversa y siempre perturbadora, pero posiblemente no tanto a otro tipo de lectores. Veremos si este destacado y sorprendente debut tiene continuidad en el futuro con nuevas novelas de este mismo fuste literario.

“Te encontraré en la oscuridad”. Nathan Ripley. Siruela.2020. 368 páginas.