miércoles, 17 de noviembre de 2021

ASCENSIÓN AL COLL DE VENT Y AL MALLO BROCOLÓ EN LA SIERRA DE SIS


El grupo grausino Tardes al Sol realizó la semana pasada una excursión circular, en este caso matinal, por la Sierra de Sis, con inicio y final en Riguala, uno de los núcleos de Serraduy, en el municipio de Isábena. El recorrido incluyó la ascensión al Coll de Vent y al Brocoló y el Tozal de los Moros, las cimas más emblemáticas de las estribaciones meridionales de la Sierra de Sis.

Los catorce participantes salimos de Graus a las 8 horas para dirigirnos por carretera hasta Serraduy, a 30 km de la capital ribagorzana. Desde el núcleo llamado El Pont o El Puente de Serraduy, tomamos, a la derecha, una estrecha carretera local que lleva a los otros tres núcleos de la localidad: El Barri, La Vileta y Riguala. Riguala es el último y más elevado de todos ellos. Situado a 947 m. de altitud, constaba de varias casas, de las cuales solo una permanece habitada: la Casa Espuña, junto a la cual aparcamos los vehículos y comenzamos a andar.

En Riguala, tomamos el PR-HU46 que asciende por pista de tierra hasta el Coll de Vent, al que llegamos en aproximadamente una hora y donde enlazamos con el GR-18, que viene desde la localidad de Cajigar y es cabañera real para el ganado. En Coll de Vent, a 1260 m. de altitud, hicimos una pequeña parada junto a un refugio de pastores y un cercado para el ganado. Como el lugar hizo honor a su nombre y soplaba allí un viento bastante fresco, continuamos por el GR-18 hacia lo alto de la sierra de Sis y, protegidos por impresionantes paredes de piedra y bajo la mirada atenta de algunos buitres, hicimos un receso para el desayuno.

Tras reponer fuerzas, seguimos bajo los farallones rojizos de la sierra y, girando a la izquierda, fuimos ascendiendo por un camino algo pedregoso pero bien marcado. Después de pasar el tramo conocido como “las escaleras” y alcanzar un pequeño collado, abandonamos el GR y subimos a nuestra izquierda por un sendero empinado (El Grau), que nos llevó al punto culminante de nuestra excursión: las cimas del Mallo Brocoló y del Tozal de los Moros, el punto más alto de las cuales alcanza los 1616 m. Bordeamos toda la cornisa de la sierra, sobre los enormes precipicios que se abren al sur y disfrutamos de unas preciosas y amplísimas panorámicas. Por un lado, los extensos bosques y diversas aldeas de Cornudella, en el municipio de Arén; por el otro, Turbón, Cotiella o Peña Montañesa y, a nuestros pies y a vista de pájaro, todo el término de Serraduy con sus cuatro núcleos y la ermita de la Virgen de la Feixa. Casi extasiados ante tanta belleza, retornamos al collado donde habíamos abandonado el GR-18.

Para descender a Riguala, dejamos de nuevo el GR y tomamos un sendero a la izquierda por una bajada bastante pronunciada y solo marcada por algunos hitos, que nos llevó desde Carraduno al barranco de Puyal, donde conectamos de nuevo con el PR-HU46 que nos devolvió al lugar donde estaban los coches. Habíamos recorrido algo más de 12 km, con 872 m. de desnivel acumulado, en algo más de seis horas incluyendo las paradas.

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