viernes, 26 de abril de 2024

EXCURSIÓN Y COMIDA DEL CER EN CAPELLA











El pasado domingo, el Centro Excursionista Ribagorza organizó su tradicional excursión con comida popular en Capella, que se celebra cada año en el mes de abril, en las proximidades de la festividad de San Jorge. En esta ocasión, consistió en una caminata de 22,3 km desde Graus a Capella, dando un largo rodeo que llevó a los 22 excursionistas participantes a pasar por la zona de Fabardo, la ermita de San Martín de Bellestar, la casa de La Miranda, el despoblado La Matosa y la localidad de Torrelabad. Tras la excursión, se celebró una concurrida y suculenta comida popular en el merendero de Capella, preparada por la Peña La Meliguera de esta localidad ribagorzana, que contó con la participación de 52 comensales.

Los participantes en la excursión salieron de Graus a las 8 horas, desde la Glorieta Joaquín Costa. Cruzaron el puente sobre el río Ésera y se dirigieron al llamado camino de Fabardo. Primero por sendero y luego por pista de tierra, disfrutando de los verdes sembrados de cereal, los excursionistas llegaron a la ermita de San Martín de Bellestar, donde se efectuó una parada para el desayuno. Desde allí, continuaron hacia La Miranda, una enorme y solitaria casona en la que su propietaria permitió visitar a los caminantes su capilla interior.

El recorrido siguió por caminos algo menos claros hasta llegar a La Matosa, un ruinoso despoblado con una pequeña ermita. El camino desemboca en una amplia pista de tierra de conduce a Torrelabad, pequeña y acogedora población perteneciente al municipio de Graus. Tras un pequeño tramo de carretera, conectamos con el GR-1 que, por la margen izquierda del río Isábena, y tras cruzar su majestuoso puente medieval, llevó al grupo al merendero de Capella. La distancia recorrida fue de 22,3 km, con 450 m. de desnivel positivo y 415 m. negativo, en un tiempo de seis horas con las paradas.

En el merendero, junto al río y con una temperatura ideal, la Peña La Meliguera había preparado una copiosa comida de la que los 52 comensales allí congregados dieron buena cuenta en un ambiente muy agradable. Tras la comida, diez de los participantes volvieron a Graus andando, añadiendo seis kilómetros más a los ya realizados. Un año más, la jornada había sido un éxito de participación y convivencia.

https://www.diariodelaltoaragon.es/noticias/deportes/2024/04/24/excursion-y-union-del-cer-en-capella-1728845-daa.html?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR0pyMMu_QvPXqq5TQR7ASV9jPCUSMOlzG7M5hnAdDPKiqEnyncZk3v_Smg_aem_AcVrbIL5zMM4_vgt689Oo0SH48QVUlbVx_Z35E7HtvzVL_Ipbk1_ygSm4ecojVMdsQYK9rvldOfZMx4d9Y0EZFKj

sábado, 20 de abril de 2024

LA ÚLTIMA FUNCIÓN


 

Con una larga y brillante trayectoria literaria, Luis Landero (Alburquerque, 1948) es uno de los mejores escritores españoles actuales. Desde su deslumbrante debut con “Juegos del amor tardío” en 1989, el escritor extremeño, afincado en Madrid, ha publicado once novelas, algún ensayo y un par de relatos de memorias autobiográficas. Ahora, como siempre en Tusquets, Landero acaba de publicar “La última función”, una novela entrañable que, bajo una aparente y engañosa ligereza, contiene muchos de los temas habituales del escritor, tratados aquí con un enfoque y una maestría narrativa que permiten situar este nuevo libro entre lo más destacado de su producción literaria.

“La última función” transcurre “entre el invierno y la primavera del año 1994, en San Albín, o solo Montealbín, que de las dos maneras se le puede llamar a este lugar, o más bien se le llamaba, porque hace ya tiempo que está abandonado de Dios y de los hombres, como tantos otros de por aquí, de estas sierras pobres de la periferia de Madrid, lindantes ya con Guadalajara y con Segovia, y que tuvieron, aunque cueste creerlo, sus tiempos de esplendor”. Un pueblo de la llamada España vacía, un lugar que hoy ya no existe y que en el momento del relato estaba ya vaciándose. La historia que se nos cuenta en “La última función” será el canto del cisne de esta localidad de la sierra de Madrid antes de su desaparición definitiva.

La novela se divide en dos partes, llamadas actos por la importancia que en ella tiene el teatro. En la primera, se cuenta, en capítulos alternativos, la vida anterior de los dos personajes principales, uno masculino y otro femenino. Ernesto Gil Pérez, conocido por todos como Tito Gil, es natural de San Albín. Con 46 años, vuelve al pueblo tras un tiempo ausente y es reconocido enseguida por algunos de sus paisanos por su inconfundible y prodigiosa voz. Tito es un artista puro, inocente y nada sofisticado. En sus años más jóvenes, hizo espectáculos diversos, recitó a Lorca y realizó giras por España y el extranjero. Como ha indicado el autor del libro, Tito está basado en un personaje real, con el mismo nombre y primer apellido. El propio Landero lo acompañó como guitarrista en una gira por Estados Unidos. Ahora, con el objetivo de atraer el turismo al pueblo y salvarlo de su decadencia, Tito revivirá su pasión por el teatro y se pondrá al frente del proyecto de recuperar con todo su esplendor la representación popular de una leyenda medieval que había venido a menos en los últimos triempos. El personaje femenino es Paula, una mujer que ha naufragado tanto en su matrimonio como en su proyecto empresarial y se halla en una difícil encrucijada personal. Las vidas de Tito y Paula, independientes y desconocidas hasta ese momento, van a confluir de manera azarosa, casual e inesperada.

La novela está narrada a la manera de un cuento oral, contada por un coro de viejos del lugar: “Nosotros, los rememoradores de esta historia, éramos de los pocos que habíamos conocido a Tito en su niñez y recogido luego los ecos de sus andanzas por el mundo”. Uno de esos relatores es don Leandro Lobato, que había sido profesor de lengua y literatura y secreto lector. Además de Tito y Paula, hay en la novela un extraordinario elenco de personajes secundarios, caricaturizados por el rasgo más destacable de su personalidad: el pesimista, el hombre de acción, el romántico marginal, el escritor en busca de estilo, el inactivo, el que nunca habla… Todos ellos acaban luciéndose en la novela, como si algo escondido en su interior estuviera esperando que alguien o algo lo hiciera aflorar de sus profundidades.

Landero escribe con una prosa admirable, domina la sintaxis a la perfección, con frases algo largas pero siempre perfectamente estructuradas. Con tanta fluidez que la lectura se hace fácil por su ritmo y muy amena por la forma de contar y lo que cuenta. Hay en el libro un entrañable homenaje al teatro y a su poder de hacer cumplir los sueños. Y a la cultura, al arte y, sobre todo, al amor, que a veces llega de manera inesperada. Y hay costumbrismo y reflexión sobre la vida. La narrativa de Landero es aquí también, y como siempre, cervantina y galdosiana y muy frecuentemente unamuniana. Y en este caso, por similitudes evidentes, encontramos reminiscencias del cine de Berlanga. Sobre todo, de “Bienvenido, Mister Marshall”, película que llega a citarse en el texto. Y, si algo sobresale sobre el resto, es esa dicotomía, tan propia y permanente en la obra de Landero, entre la triste grisura de la realidad y su inocente redención a través de la ilusión y el sueño.

En resumen, otra magnífica y muy recomendable novela de Luis Landero, un maestro indiscutible de nuestras letras.

“La última función”. Luis Landero. Tusquets Editores. 2024. 220 páginas

domingo, 7 de abril de 2024

LA FUGITIVA


Tras el éxito obtenido por sus tres novelas anteriores (“Morir no es lo que más duele”, “Antes mueren los que no aman” y “Lo que no cuentan los muertos”), Inés Plana (Barbastro, 1959) acaba de publicar “La fugitiva”. Una novela en la que aparca momentáneamente al teniente Tresser, protagonista de los tres relatos anteriores, para crear un nuevo personaje, en este caso femenino, que protagoniza una vibrante narración, inscrita nuevamente en los cánones del género negro y policiaco que tan bien maneja.

La protagonista de “La fugitiva” es Rosaura Castán, una mujer de 42 años, nacida en Barbastro, como la autora, a la que parece perseguir la desgracia. Rosaura se ha sentido siempre culpable de la muerte de su madre, por un accidente fortuito, ocurrido en su infancia, del que ella se hace responsable. Se fue a estudiar Enfermería a Madrid y tuvo un hijo como madre soltera. Adrián era el amor de su vida, un brillante estudiante de matemáticas que adoraba a su madre y parecía el hijo perfecto. Sin embargo, un día, el joven, de tan solo veinte años, apareció muerto, misteriosamente apuñalado en un parque madrileño. Enloquecida por la pérdida, Rosaura atropella con su coche y mata a quien ella cree equivocadamente el asesino de su hijo. Tras dos años en prisión, Rosaura disfruta de su primer permiso en libertad. Su obsesión es encontrar al asesino de su hijo y aprovecha el permiso carcelario para continuar con algunas pesquisas que ya empezó en la prisión. Y aquí comienzan realmente la trama de la novela y los problemas de Rosaura, que vivirá una verdadera odisea, obligada por las circunstancias a una continua huida, que es a la vez una inquebrantable búsqueda de los culpables de la muerte de su hijo.

“La fugitiva” es un thriller intenso, que va ganando con su lectura, una novela adictiva, repleta de intriga, suspense y acción. Narrada con una prosa ágil, con mucho ritmo y con giros inesperados en la trama, que hacen que el lector no gane para sobresaltos y sorpresas. También con un personaje muy potente, muy bien creado por la autora en todos los aspectos. Rosaura Castán es una mujer atormentada, con una compleja relación con una familia de la que se ha ido alejando, acosada interiormente por un sentimiento de culpa del que no puede escapar desde su infancia. Tras la muerte de su hijo (lo peor que puede pasarle a una madre), surge de sus entrañas una fuerza interior imparable, un deseo irrefrenable de averiguar las causas de la muerte de su hijo, de buscar a sus asesinos, una sed insaciable de venganza, pero, sobre todo, de justicia.

La novela es muy cinematográfica. Y no solo por las muchas referencias al cine y a numerosas películas que aparecen en el texto. También por su acción trepidante. Se suceden las persecuciones en todos los medios de locomoción posibles: coche, metro, tren, barco, autobús... Si un título de una película describiría en buena medida la situación de Rosaura, este sería “Con la muerte en los talones”. Y aunque en esta novela, y a diferencia de las anteriores de título más largo, no figure la palabra muerte en su breve título, no será porque no haya muertes en el relato, pues los cadáveres se acumulan, y muy a su pesar, tras Rosaura y sus andanzas. También en este libro aparecen el amor y el mal. El amor, en forma platónica con sus timideces e inseguridades propias. El mal, en mayúscula y en su proximidad cotidiana y gratuita, camuflado tras las falsas apariencias de nuestra sociedad.

Y otro aspecto primordial para los lectores altoaragoneses y, sobre todo, para los barbastrenses, son las muchas referencias a la capital del Vero en esta novela. Como ya se ha dicho, Rosaura, igual que Inés, es nacida en Barbastro. También lo era su padre, y por eso hay momentos familiares de la infancia de la protagonista que transcurren en esta ciudad y en algunos de sus espacios más conocidos y emblemáticos. Asimismo, cuando, en el transcurrir de la historia, Rosaura regresa momentáneamente a su ciudad natal. Incluso aparece, en una especie de cameo, el propio padre de la autora, Santiago Plana, fundador de las Sederías Goya, ubicadas en la Plaza del Mercado, y persona emprendedora, afable y de mucha conversación. Además, hay otras referencias altoaragonesas, como al pueblo de Laspaúles o al delicioso pastel ruso de la oscense pastelería Ascaso, pese a que en esta ocasión, Rosaura lo adquiera en la sucursal madrileña de la pastelería.

Inés Plana ha vuelto a proporcionarnos un consistente y bien armado relato de misterio y aventuras, demostrando su capacidad literaria para crear nuevos personajes y situaciones que igualan, si no mejoran, a los de sus anteriores novelas. Aunque en la próxima, según ella misma anuncia, vuelva el teniente Tresser a la palestra, ya sabemos que, tanto con él como sin él, vamos a disfrutar de las nuevas historias narrativas que surjan de la fértil imaginación literaria de la escritora altoaragonesa.

“La fugitiva”. Inés Plana. Planeta de libros. 2024. 440 páginas.