domingo, 14 de julio de 2024

SE REEDITA "EL PEÓN EN EL TABLERO", UNA NOVELA BREVE DE IRÈNE NÉMIROVSKY


 

Irène Némirovsky (1903 - 1942) nació en Kiev en el seno de una acaudalada familia judía que, en 1919, huyó de la revolución bolchevique para afincarse en París. Hija única, tuvo una infancia no demasiado feliz y solitaria, aunque en la capital francesa recibió una educación exquisita y esmerada. Debutó en la literatura con 19 años con un texto publicado en una importante revista de la época. Se licenció en Letras en la Universidad de la Sorbona y. en 1929, saltó a la fama literaria con el gran éxito obtenido por su novela “David Golder”, ya en formato libro. En los años treinta, publicó un buen número de novelas que la convirtieron en una de las escritoras más prestigiosas de Francia.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana de Francia marcaron trágicamente su destino. Su solicitud de la nacionalidad francesa fue denegada varias veces por el régimen de Vichy y, en 1942, fue detenida y deportada a Auschwitz, donde murió asesinada junto con su marido, Michel Epstein. En 2002, y de manera casual, sus hijas descubrieron el manuscrito de su novela “Suite francesa”, que fue publicada en 2004 y obtuvo un enorme éxito, recibió importantes galardones a título póstumo y se convirtió en su obra cumbre y más conocida. La obra literaria de Irène Némirovsky sigue estando de actualidad y sus novelas se siguen traduciendo y reeditando en numerosos países. En España, la editorial Salamandra, al igual que ha hecho con otros libros de la autora, acaba de reeditar “El peón en el tablero”, con traducción del francés de José Antonio Soriano Marco.

“El peón en el tablero” es una novela corta que fue publicada originariamente en Francia en 1934. Está ambientada en el París de esa misma época, en la década de los años treinta, en un periodo de entreguerras marcado por una aguda crisis económica y social. Su protagonista es Christophe  Bohun, un hombre de cuarenta y tres años, que vive en un espacioso piso de París, propiedad de su padre, un anciano moribundo que fue un antiguo magnate del acero y del petróleo, cuyo posterior fracaso financiero lo obligó a vender su empresa a uno de sus socios. Christophe, por recomendación de su padre, trabaja en esa misma empresa con un modesto sueldo y en un puesto monótono que desempeña con desgana y no le proporciona ninguna satisfacción. Además de con su padre, que se ha reservado una pequeña parte de la casa y un sirviente personal, Christophe vive con su mujer Geneviève, su hijo Philippe, de 18 años, y su prima Murielle, separada de su marido. Aunque aparece algún otro muy secundario, estos son, prácticamente, los únicos personajes del libro. Cinco personajes en distintos momentos de la vida y con muy distintas experiencias pasadas y expectativas futuras.

El eje principal del relato es el carácter de Christophe y su devenir familiar, anímico y económico. Se trata de un hombre abúlico, insatisfecho y sin ninguna ilusión por la vida. Así lo expresa él mismo al inicio de la novela: “Pero si me dijeran ‘Mañana morirás’, no me pesaría ni por un instante: no amo la vida. No hay en ella nada bueno salvo lo físico, como suele decirse del amor. Me gustaría ser un animal, una planta, una piedra”. “¡Una existencia humana, que consista en algo más que la preocupación por el dinero, por la comida diaria y por el trabajo!”. Algunos días de lluvia, al salir de casa, me dan ganas de tenderme en mitad de la calle y esperar a que el primer autobús que pase se me lleve por delante”.

Toda la novela desprende un aire gris y desencantado, con el que tal vez la autora, a través de su personaje, un simple peón en el tablero, pretende mostrar el momento general de desasosiego y desilusión que vive la sociedad de la época, y que presagia el desastre que se avecina. La novela adquiere así un tono de un marcado pesimismo, que la inscribe en las corrientes literarias y filosóficas de corte existencialista. Aunque para algunos lectores, la narración tal vez se resienta de cierta falta de trama y movimiento, la autora pretendió, con una prosa directa, ágil y desnuda, condensar en un relato breve toda una visión trágica y fatalista de la existencia humana. La frecuente reedición y demanda de sus obras parece indicar la vigencia de la literatura de Irène Némirovsky en nuestros días. Una vigencia que es aún más evidente en la novela que acabamos de reseñar.  

“El peón en el tablero”. Irène Némirovsky. Salamandra. 2024. 208 páginas

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