domingo, 24 de febrero de 2008

CUATRO NOTAS NECROLÓGICAS, DOS POLÍTICAS Y UNA LINGÜÍSTICA

Tres caballeros
Soy lector, altoaragonés y aficionado a la montaña. Por eso, durante la pasada semana se produjeron tres muertes que han tenido para mí un especial significado. Me refiero a los fallecimientos de Ángel González, José “Pepín” Bello y Edmund Hillary. Ángel González ha sido un buen poeta, miembro destacado de la llamada Generación de los 50, de la que van quedandoya escasos representantes. Sus poemas permanecerán en los libros para deleite de sus lectores, y su obra poética está ya en los manuales de Literatura. El oscense Pepín Bello no escribió poesía, ni pintó cuadros, ni rodó películas; pero hay mucho de él en la poesía de Lorca, en la pintura de Dalí y en el cine de Buñuel, y fue memoria viva de otra generación magnífica, la del 27. Puede comprobarse leyendo “Buñuel, Lorca, Dalí: El enigma sin fin”, de Agustín Sánchez Vidal, un libro espléndido, publicado hace veinte años y que hoy recobra actualidad. Sir Edmund Hilary, primer conquistador del Everest, nos mostró una concepción caballeresca y humana del montañismo, lejos del afán competitivo que domina buena parte del deporte actual. Fueron tres personajes importantes, pero sobre todo fueron tres buenas personas, modestos, humildes pese a sus logros y sin deseos excesivos de protagonismo. Fueron algo que en estos tiempos parece cercano a la extinción: fueron tres caballeros.

(Carta publicada en el diario La Vanguardia el día 15 de enero de 2008)

(Fotos : Pepín Bello, Ángel González y Edmund Hillary)

http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2008/01/15/pagina-24/66905675/pdf.htm


Naguib Mahfuz

Algunos de mis mejores momentos como lector los he pasado leyendo a Naguib Mahfuz. Acabo de enterarme de su muerte y quiero expresar mi gran admiración por este extraordinario escritor egipcio. Sus novelas nos adentran, en un viaje enriquecedor como pocos, por los entresijos del mundo árabe, y permiten conocer, mejor que las rápidas visitas turísticas al uso, la vida que late en las calles y barrios de la tumultuosa ciudad de El Cairo.
Mahfuz es un ejemplo de lo que muchos deseamos para el mundo árabe: un equilibrio entre la tradición y los deseos de modernidad, lejos de integrismos fanáticos y siempre en defensa de la civilización en su sentido más literal y etimológico. Pocas cosas permiten conocer mejor la sociedad egipcia y su intrahistoria que la lectura de las novelas que integran la llamada Trilogíade El Cairo y otras obras del que ha sido, sin duda, uno de los más grandes escritores de la literatura universal.

(Carta publicada el el diario El País, el día 31 de agosto de 2006) http://www.elpais.com/articulo/opinion/Naguib/Mahfuz/elpepiopi/20060831elpepiopi_10/Tes



Adiós a Carmen Laforet

En 1944, contra todo pronóstico y en un rasgo de valentía por parte del jurado, una joven escritora de 23 años, llamada Carmen Laforet, ganó el premio Nadal con su primera novela titulada "Nada", que significaba una apuesta innovadora en la insulsa narrativa española de la posguerra. Por diferentes causas las enormes expectativas que despertó la joven autora no se vieron luego confirmadas. Escribió algunas pocas novelas más, inferiores a la de su debut, y se sumó en un largo silencio literario, cuyos motivos son varios. Ayudan a entenderlos las cartas que, entre 1965 y 1975, escribió al escritor altoaragonés Ramón J. Sender y que fueron publicadas el pasado año por Destino con el título de "Puedo contar contigo". En ellas descubrimos a una mujer sensible, en permanente búsqueda, valiente para explorar nuevos territorios personales, sumida en diversas crisis que paralizan su creatividad, pero también escribiendo en un país en el que, como dice en una de esas cartas, "vivimos siempre en los pequeños reinos de Taifas, y a una persona que no está declaradamente en ninguno de esos reinos belicosos, a la fuerza se la considera como enemiga de todos, o tonta, o malvada, o lo que sea". Descanse en paz Carmen Laforet, extraordinaria mujer y gran escritora que nos deja una de las mejores novelas españolas de la posguerra y del recién terminado siglo.

(Carta publicada en La Vanguardia el 3 marzo de 2004 y en Heraldo de Aragón el 2 de marzo de 2004)

http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2004/03/03/pagina-30/33649397/pdf.html


La muerte de un sabio

Ha muerto Miquel Batllori. Ha llegado a su fin una larga y fructífera vida dedicada al estudio y al saber. Con él desaparece uno de los últimos sabios de nuestro país, un humanista, un gran hombre. En estos tiempos de éxito a cualquier precio, de banalidades aplaudidas y de afanes consumistas sin freno, personas como él son más necesarias que nunca, como ejemplo de un tipo de vida en peligro de extinción, como modelos a imitar. Hace apenas dos años pudimos verlo en Huesca en el congreso internacional dedicado a Baltasar Gracián, sabio jesuita como él, al que estudió con hondura y admiró. Algunos no olvidaremos su conferencia inaugural y su asistencia a todas y cada una de las ponencias, que seguía, a sus ya cumplidos 90 lúcidos años, con la misma atención y ganas de aprender que si de un joven estudiante se tratara. Como Gracián, buscó en soledad la sabiduría, lejos de las mezquindades y de las estrecheces de miras de los jerarcas pagados de sí mismos. Lejos del mundanal ruido, siguiendo la escondida senda por la que han ido los pocos sabios que en el mundo han sido. Nos quedan sus obras y su ejemplo. Descanse en paz.

(Carta publicada en el diario El País el día 17 de febrero de 2003)
http://www.elpais.com/articulo/opinion/muerte/sabio/elpepiopi/20030217elpepiopi_4/Tes




El forofismo político

Cuando uno entra en determinados foros de Internet o escucha algunas conversaciones políticas, puede llegar a la conclusión de que el forofismo político va en aumento en nuestro país. Se es de un partido político como se es de un equipo de fútbol, esto es, incondicionalmente. Se rehúye cualquier análisis y se está de acuerdo a pies juntillas con todo lo que dice el partido propio, y radicalmente en contra de lo que pueda decir u opinar el otro o los otros.
Esto, además de ser completamente simplista, reduce la realidad a puro maniqueísmo, a una película de buenos y malos, sin matices intermedios. Cada vez se echa más de menos en nuestra sociedad y en los medios de comunicación la presencia de pensadores libres, sin prejuicios partidistas que condicionen el análisis político objetivo y distante. Claro que eso es hoy sumamente difícil, porque en cuanto uno critique mínimamente algún postulado de un partido será inmediatamente alineado por sus seguidores en el partido rival. Una sociedad en la que aumentan estas tendencias forofistas es una sociedad en la que la opinión corre el riesgo de bipolarizarse radicalmente, con todos los peligros que eso entraña a medio y largo plazo.



(Carta publicada en Diario del Alto Aragón el 27 de abril de 2008. También en Heraldo de Aragón el 24 de abril de 2008)




Sobre la cultura y la educación en España

El informe PISA sobre el estado de la enseñanza en España no es más que el reflejo de la situación de la educación y la cultura en nuestro país. En nuestra sociedad lo que prima es el éxito económico y éste, pese a algunas afirmaciones en sentido contrario, no va necesariamente ligado al nivel cultural de las personas. Todos hemos visto cómo antiguos compañeros de instituto que apenas lograron terminar el bachillerato o se pasaron muchos años hasta conseguir acabar alguna carrera universitaria están ganando más dinero y se hallan en mejores puestos que otros que fueron mejores estudiantes.
Todos sabemos que el medro político se realiza dentro de los aparatos de los partidos y que, en muchas ocasiones, los cargos son repartos de poder que no se basan en los méritos y en la preparación sino en la obediencia y las camarillas internas. Muchos de los triunfadores económicos de los últimos años, ligados al boom del ladrillo, han sido gentes con escaso o nulo nivel cultural. Casi la mitad de la población española no lee ni siquiera un libro al año, y muchos gerifaltes y burócratas con poder sólo leen informes y documentos burocráticos, escritos con frecuencia en un estilo horrendo y falsamente culto y cuidado.
En estos tiempos de pragmatismo económico, el modelo a imitar no es el del esfuerzo, la educación y la cultura, sino el de hacerse rico al precio que sea. La cultura es, en el mejor de los casos, un apreciado adorno, y la importancia que se le concede, muy secundaria. Y, si nadie lo remedia, es muy probable que esto vaya en aumento en los próximos años.


(Carta publicada en el diario El Mundo el 28 de diciembre de 2007)


Ultracorrección lingüística

La corrección excesiva (ultracorrección) del llamado dequeísmo – “pienso de que...”, “opino de que...”–, tan extendido hasta hace poco tiempo, está llevando a muchos a cometer el error contrario: la supresión de la preposición de en construcciones en las que debe anteponerse de manera obligatoria a la conjunción que. Al crer que ambas palabras no pueden ir juntas, algunos, cada vez son más, dicen, y hasta escriben, expresiones incorrectas como “estoy segura que” o “tengo la sensación que”, cometiendo así un error gramatical del mismo calibre que el que pretenten evitar. Si lo correcto es “estoy segura de su intención” o “tengo la sensación de calor”, también lo es “estoy segura de que lo hubiera intentado” o “tengo la sensación de que hace calor”.


(Carta publicada en La Vanguardia y el Heraldo de Aragón en diciembre de 2000) http://hemeroteca.lavanguardia.es/preview/2003/06/27/pagina-20/34030514/pdf.html

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