El rey de las Dos Sicilias, Andrzej Kusniewicz, Anagrama, 2009, 307 páginas
La editorial Anagrama ha iniciado una nueva colección literaria denominada “Otra vuelta de tuerca”. En ella pretende reeditar algunos “tesoros escondidos” que fueron celebrados en su momento pero que hoy resultan difíciles de encontrar. El título elegido para iniciar la colección no puede ser más acertado. Se trata de El rey de las Dos Sicilias, una extraordinaria novela que el escritor polaco Andrzej Kusniewicz publicó en 1978 y que es considerada por muchos como una de las obras maestras de la literatura centroeuropea del siglo XX.
Andrzej Kusniewicz (1904-1993) pertenecía a una familia aristocrática. En la II Guerra Mundial colaboró activamente con la resistencia francesa, fue detenido por los alemanes y deportado a Mauthausen. Tras la guerra fue durante unos años cónsul polaco en Francia y retornó a su Polonia natal. Allí inició tardíamente su carrera como escritor. Publicó su primer libro de poemas con 52 años y posteriormente varias novelas, entre las que destaca “El rey de las Dos Sicilias”.
La novela está ambientada en las vísperas de la I Guerra Mundial y pone en relación dos hechos casi simultáneos pero de repercusión muy distinta: el asesinato del heredero al trono austro-húngaro en Sarajevo, que desencadenó la Gran Guerra, y el de una joven prostituta y ladronzuela zíngara que aparece misteriosamente muerta junto a una balsa. El principal personaje de la narración es Emil R., un joven vienés de buena familia que se ha enrolado como oficial en El rey de las Dos Sicilias, un regimiento de ulanos del ejército imperial. Emil es un joven ilustrado y culto que, sin embargo, vive atormentado por el sentimiento de culpa producido por la pasión incestuosa que desde niño siente por su hermana Elisabeth.
Con una técnica narrativa que combina la simultaneidad cinematográfica con las confesiones personales de Emil, el autor compone un mosaico magistral de los últimos días del imperio austro-húngaro, que supusieron el desplome definitivo del mundo decimonónico. Conocemos el ambiente del ejército en una pequeña ciudad junto al Danubio, las tabernas y prostíbulos donde los soldados pasan los días previos al conflicto, la variedad de lenguas y culturas que componen el imperio y su ejército, los contrastes sociales que van desde una aristocracia refinada y rica hasta unos gitanos sin otra ocupación que recoger las colillas y las sobras que dejan los militares a su paso.
La novela está escrita en un estilo elaborado y rico, de gran calidad literaria. Se ha situado a Kusniewicz a la altura de algunos de los grandes narradores centroeuropeos como Musil, Roth o Zweig. El rey de las Dos Sicilias pertenece sin duda a ese reducido grupo de novelas que pueden calificarse como obras maestras sin temor a caer en la exageración.
Carlos Bravo Suárez.
La editorial Anagrama ha iniciado una nueva colección literaria denominada “Otra vuelta de tuerca”. En ella pretende reeditar algunos “tesoros escondidos” que fueron celebrados en su momento pero que hoy resultan difíciles de encontrar. El título elegido para iniciar la colección no puede ser más acertado. Se trata de El rey de las Dos Sicilias, una extraordinaria novela que el escritor polaco Andrzej Kusniewicz publicó en 1978 y que es considerada por muchos como una de las obras maestras de la literatura centroeuropea del siglo XX.
Andrzej Kusniewicz (1904-1993) pertenecía a una familia aristocrática. En la II Guerra Mundial colaboró activamente con la resistencia francesa, fue detenido por los alemanes y deportado a Mauthausen. Tras la guerra fue durante unos años cónsul polaco en Francia y retornó a su Polonia natal. Allí inició tardíamente su carrera como escritor. Publicó su primer libro de poemas con 52 años y posteriormente varias novelas, entre las que destaca “El rey de las Dos Sicilias”.
La novela está ambientada en las vísperas de la I Guerra Mundial y pone en relación dos hechos casi simultáneos pero de repercusión muy distinta: el asesinato del heredero al trono austro-húngaro en Sarajevo, que desencadenó la Gran Guerra, y el de una joven prostituta y ladronzuela zíngara que aparece misteriosamente muerta junto a una balsa. El principal personaje de la narración es Emil R., un joven vienés de buena familia que se ha enrolado como oficial en El rey de las Dos Sicilias, un regimiento de ulanos del ejército imperial. Emil es un joven ilustrado y culto que, sin embargo, vive atormentado por el sentimiento de culpa producido por la pasión incestuosa que desde niño siente por su hermana Elisabeth.
Con una técnica narrativa que combina la simultaneidad cinematográfica con las confesiones personales de Emil, el autor compone un mosaico magistral de los últimos días del imperio austro-húngaro, que supusieron el desplome definitivo del mundo decimonónico. Conocemos el ambiente del ejército en una pequeña ciudad junto al Danubio, las tabernas y prostíbulos donde los soldados pasan los días previos al conflicto, la variedad de lenguas y culturas que componen el imperio y su ejército, los contrastes sociales que van desde una aristocracia refinada y rica hasta unos gitanos sin otra ocupación que recoger las colillas y las sobras que dejan los militares a su paso.
La novela está escrita en un estilo elaborado y rico, de gran calidad literaria. Se ha situado a Kusniewicz a la altura de algunos de los grandes narradores centroeuropeos como Musil, Roth o Zweig. El rey de las Dos Sicilias pertenece sin duda a ese reducido grupo de novelas que pueden calificarse como obras maestras sin temor a caer en la exageración.
Carlos Bravo Suárez.
Una novela verdaderamente magnífica. La reseña también está muy bien.
ResponderEliminarCoincidencia plena en la primera afirmación. Muchas gracias por la segunda.
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