sábado, 13 de marzo de 2010

A SANGRE Y FUEGO

A sangre y fuego. Manuel Chaves Nogales. Espasa. Colección Austral. 2009.
Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897 – Londres, 1944) es un magnífico escritor que durante demasiado tiempo ha sido injustamente olvidado y condenado al ostracismo en nuestro país. Afortunadamente, esa prolongada injusticia literaria se está empezando a reparar con la reciente publicación de la obra del narrador y periodista sevillano. El gran pecado de Chaves Nogales fue defender la democracia contra los totalitarismos de ambos signos y condenar por igual los excesos cometidos por los dos bandos enfrentados en la Guerra Civil española. En un país con propensión permanente al maniqueísmo, un autor tan independiente y alejado de los comportamientos sectarios tenía todos los números para quedar en el olvido, rechazado tanto desde la derecha como desde la izquierda por quienes sólo saben ver la realidad en blanco y negro.

A sangre y fuego es un libro que contiene nueve relatos sobre la Guerra Civil española. Chaves Nogales lo escribió en 1937, en un “hotelito humilde de un arrabal de París”, ciudad a la que le había llevado su exilio desde España. Tras los primeros meses de conflicto el escritor, que se puso en un principio al servicio de la República, huyó desengañado con ambos bandos y sin albergar esperanza alguna en el futuro de su país fuera cual fuera el vencedor de la contienda. Lo cuenta en el impagable y breve prólogo que precede a A sangre y fuego. Reproduzco de ese preámbulo, que no tiene desperdicio, unas líneas reveladoras de su pensamiento: “En mi deserción pesaba tanto la sangre derramada por las cuadrillas de asesinos que ejercían el terror rojo en Madrid como la que vertían los aviones de Franco, asesinando mujeres y niños inocentes”.

El libro, que lleva el subtítulo de Héroes, bestias y mártires de España, narra nueve historias inspiradas en hechos reales ocurridos en la Guerra Civil en los que encontramos ejemplos de brutalidad, fanatismo y violencia en uno y otro lado. Tanto entre los sanguinarios moros, legionarios y falangistas del bando de Franco como entre los milicianos comunistas y anarquistas tan aficionados a dar el último paseo a cualquier disidente, sospechoso o supuesto enemigo de clase. Por el libro desfilan delatores, chaqueteros, fanfarrones y matones de retaguardia que salen huyendo del frente a los primeros tiros. Vemos también algunos héroes movidos por verdaderos ideales y unos pocos hombres íntegros que caen víctimas de la barbarie sectaria y del fanatismo político imperante.

Chaves es un escritor de fuste, excelente narrador y observador agudo de la dramática realidad de un país dominado por el odio, en el que el asesinato político se había convertido en algo cotidiano y fácil. Algo que el escritor andaluz no podía soportar. Así lo manifiesta en el citado prólogo: «Yo he querido permitirme el lujo de no tener ninguna solidaridad con los asesinos: para un español quizá sea eso un lujo excesivo».

Carlos Bravo Suárez

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