domingo, 13 de febrero de 2011

LOS ARTÍCULOS FILOLÓGICOS DE JOAQUÍN COSTA



A finales del pasado año, y con motivo del centenario de la muerte de Joaquín Costa que celebramos en el presente, la editorial Aladrada publicó dos pequeños pero interesantes libros que contienen algunos escritos filológicos del gran polígrafo altoaragonés. Con el título genérico de Textos sobre las lenguas de Aragón, se han editado dos tomos titulados respectivamente Los dialectos de transición en general y los celtibérico-latinos en particular y Artículos y otros escritos. El lingüista Ramón Sistac escribe la introducción de la obra, cuya edición ha corrido a cargo de José Ignacio López Susín.

Desde el punto de vista filológico, el primer tomo es sin duda mucho más interesante que el segundo. Contiene una serie de artículos que Joaquín Costa publicó en los años 1878 y 1879 en el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE). Como es sabido, Costa estuvo muy estrechamente ligado a esta institución de ideas renovadoras y regeneracionistas que dirigía el malagueño Francisco Giner de los Ríos.

Los dialectos de transición en general y los celtibéricos-latinos en particular constituye un estudio filológico serio y riguroso, abordado con metodología y documentación, que demuestra una vez más el enorme bagaje cultural y la vasta erudición de nuestro ilustre paisano. Leídos algo más de ciento treinta años después de ser escritos, tal vez puedan apreciarse en ellos algunos errores de enfoque y diagnóstico, pero su autor no sólo incorpora muchas de las tendencias de la filología románica de la época sino que en algunos aspectos puede considerarse un pionero de los estudios lingüísticos, etnográficos y folklóricos que se impondrían en aquellos años y en los siguientes en casi toda Europa. Y en lo que se refiere a la descripción del estado y de las principales características del dialecto ribagorzano y de los demás dialectos de transición entre el aragonés y el catalán, las apreciaciones de Costa tienen un enorme valor y un considerable acierto.

El método de investigación utilizado va de la teoría a la práctica o, como en el gozne entre ambos pasos escribe el propio Costa, de la doctrina a los ejemplos prácticos y a los testimonios de observadores y eruditos. La teoría, que se argumenta con gráficas comparaciones con la física, la química, la geometría o la paleontología, defiende que existen lenguas mestizas o híbridas, que se forman por el encuentro de otras dos de las que sale una nueva e intermedia. Se analizan los diversos tipos de contacto y la génesis de los nuevos dialectos de transición. Costa define incluso, con gran modernidad, el término isoglosas: “las líneas que enlazan los diferentes lugares de la zona de transición donde se habla un mismo dialecto híbrido”.

Desde el punto de vista de la lengua aragonesa, y por lo bien que como ribagorzano el propio Costa conoce el tema, el apartado más interesante del estudio es el que lleva el largo título de Dialectos ribagorzanos y demás aragoneses-catalanes y catalanes-aragoneses; realización de la ley genética dialectal, zonas isoglosas exteriores; subzonas; cruzamientos de vocabulario y de la gramática; ejemplos; avances progresivos de esos dialectos; zonas isoglosas interiores, etc.. En este apartado, que Eloy Fernández Clemente incluyó íntegramente en sus Estudios sobre Costa publicados por la Universidad de Zaragoza en 1989, el llamado León de Graus hace una precisa descripción de la realidad lingüística de la zona más oriental del territorio aragonés en la que se producen los diversos dialectos de transición entre lo que él llama el castellano-aragonés y el catalán. Establece nada menos que quince zonas isoglosas para la provincia de Huesca, lo que da idea de la complejidad lingüística existente. Sitúa los puntos principales de esos pequeños territorios dialectales en Graus, Lascuarre, Torres del Obispo, Laspaúles, Benabarre, Tolva, Arén, Campo, Castejón, Bisaurri, Benasque, Camporrells, Tamarite, Zaidín y Fraga. Costa clasifica en varios puntos algunas características léxicas, fonéticas, morfológicas y sintácticas de estas formas dialectales híbridas que constituyen una magnifica descripción de la realidad lingüística de la zona más oriental de nuestra provincia.

Por su conocimiento directo de la misma, es de la comarca ribagorzana de la que Joaquín Costa aporta más datos y ejemplos en su extenso estudio lingüístico y filológico. Así estima que “es lógico y natural que en la zona isoglosa de Graus impere la lengua castellana antes que en la de Benabarre, y en ésta antes que en la de Tolva; pero dentro de la de Graus, ha de castellanizarse antes en esta villa, centro lingüístico de la zona y el más populoso y de más extensas relaciones mercantiles y literarias, que en Capella o en Perarrúa, y aquí antes que en Benavente, y en Benavente antes que en Bellestá”. También destaca cómo las gentes de Benabarre son en realidad trilingües, pues “hablan en catalán con los catalanes, en castellano-aragonés con los aragoneses o castellanos, y en su dialecto nativo cuando conversan entre sí”.

Nuestro gran polígrafo, que lo era porque escribía de los más diversos temas, termina su detallado estudio sobre los dialectos mestizos con un recorrido por otras zonas geográficas en las que se da, o se ha dado, un fenómeno que, según él, responde en todos los casos a unas leyes casi científicas que ha explicado con detalle en el apartado teórico inicial. Así alude a los dialectos castellano-valencianos, berzianos (del Bierzo y por tanto castellano-gallegos), asturiano-gallegos, español-araucano, hispano-quechua, euskaro-castellano, muzarábigos o mozárabes y aljamiados o mudéjares, dialectos diplomáticos hispano-latinos y algunos otros menos importantes. A posteriori, podemos comprobar el error de cálculo de Costa al considerar que el eusquera, al que él denomina euskaro, estaba irremisiblemente condenado a desaparecer a lo largo del siglo XX. El altoaragonés demuestra de nuevo su gran erudición en el extenso apartado que dedica a los dialectos hispano-latinos usados en los textos cancillerescos medievales.

El segundo tomo, Artículos y otros escritos, contiene una serie de textos de Joaquín Costa que tratan sobre todo aspectos del folklore tradicional. Costa recoge refranes, adivinanzas, tópicos, canciones y frases vinculadas principalmente a su comarca ribagorzana y a todo el Alto Aragón. Se incluye también una pastorada del pueblo de Capella, un texto del que hay una copia en la Biblioteca de París, pero del que el libro recoge una versión corregida que Costa envió al lingüista francés M. G. Hérelle, amigo y compatriota de Jean-Joseph Saroïhandy, pionero investigador de la lengua aragonesa cuya presencia en el Alto Aragón en los años finales del XIX y primeros del XX ha sido bien estudiada por el serrablés Óscar Latas. El prólogo de Costa al “Informe del señor Saroïhandy” se incluye también en el segundo de los libros editados por Aladrada.

Aunque los textos recogidos en los dos pequeños tomos que aquí se han comentado no figuren entre lo más importante de la extensa obra de Joaquín Costa, nos muestran su entrañable vinculación con la tierra que lo vio nacer y que, ahora hace exactamente cien años, también lo vio morir.

Carlos Bravo Suárez

Imágenes: Monumento a Joaquín Costa en Graus y portadas de los libros citados.
Artículo publicado en Diario del Alto Aragón

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