sábado, 31 de diciembre de 2011
DE LAS VILAS DEL TURBÓN A OBARRA POR UN SENDERO CON HISTORIA
domingo, 18 de diciembre de 2011
AGRADECIMIENTO POR EL PREMIO ESTEBAN DE ESMIR
domingo, 11 de diciembre de 2011
EL DOLMEN DE SEIRA
Seira es una pequeña población ribagorzana dividida en dos núcleos: el Seira nuevo, situado junto a la carretera N-260, y el llamado Seira el Viejo, aproximadamente a un kilómetro del anterior por la carreterita que lleva a Barbaruens y al macizo de Cotiella. La población situada junto a la carretera nacional, muy encajonada y sinuosa en este tramo, es conocida también como
En fechas recientes realicé con el Centro Excursionista de
El dolmen de Seira se encuentra a escasamente dos kilómetros de Seira el Viejo, muy cerca de la orilla derecha del río Ésera. Desde la carretera que va a Barbaruens se toma un camino a la izquierda, aproximadamente a la altura del cementerio de Seira, y en un trayecto corto y señalizado en dirección suroeste se llega fácilmente hasta el dolmen. El monumento megalítico, cerca del cual encontramos los restos de un antiguo horno de cal, se halla junto a un pequeño bosquecillo en el que predominan los bojes, en un amplio claro, en medio de un cercado de madera junto al que encontramos un panel explicativo con más información sobre los dólmenes en general y su método de construcción que sobre el que allí se levanta en particular. Del citado panel, y de algunos otros lugares consultados, extraigo varios de los datos que vienen a continuación.
Los dólmenes son sepulcros megalíticos prehistóricos utilizados para inhumaciones colectivas que se construyeron principalmente en la vertiente atlántica europea durante el final del Neolítico y el Calcolítico o Edad del Cobre, entre dos y tres mil años antes de Cristo. Los dólmenes encontrados en nuestra provincia se sitúan en la zona pirenaica. Algunos, en los altos valles septentrionales; otros, en las sierras exteriores más meridionales. Su distribución suele coincidir con el itinerario de caminos tradicionales, cabañeras para el ganado o pasos importantes y estratégicos. Esto hace pensar que estas construcciones tal vez tuvieran relación con la vida pastoril y que, además de su carácter funerario, sirvieran también como posible delimitación de territorios. En este sentido, el dolmen de Seira se encontraría en el camino que unía los valles fluviales del Ésera y el Cinca.
La palabra “dolmen” procede etimológicamente del bretón. Los términos “dol” y “men” significan respectivamente “mesa” y “piedra”. El dolmen de Seira, como todos los dólmenes pirenaicos, es de los considerados de construcción sencilla. Tiene una planta prácticamente cuadrangular y consta de dos grandes losas de piedra laterales, llamadas ortostatos, sobre las que se coloca una losa de mayores dimensiones denominada cubierta. Destaca en éste la gran diferencia entre el aspecto pesado y voluminoso de la losa horizontal y los ortostatos relativamente pequeños que la soportan. La parte posterior del dolmen se cierra con piedras, dejando de esta manera una única cámara que comunica directamente con el exterior. Como suele ser habitual en este tipo de construcciones, esta abertura se orienta en dirección al este.
En el recientemente publicado y muy recomendable libro Cinco rutas con los cinco sentidos por el valle de Benasque y
Hay en
Carlos Bravo Suárez.
Artículo publicado hoy en Diario del Alto Aragón.
lunes, 5 de diciembre de 2011
CARIBOU ISLAND
jueves, 1 de diciembre de 2011
LA ELECCIÓN AL SENADO
En las pasadas elecciones deposité mi papeleta en la urna correspondiente al Congreso de los Diputados; me abstuve, sin embargo, de votar al Senado. Apenas he visto reflejados en los medios de comunicación en los días posteriores a los comicios los resultados electorales de
Carlos Bravo Suárez
Carta publicada hoy en el diario El País.
http://www.elpais.com/articulo/opinion/eleccion/Senado/elpepuopi/20111201elpepiopi_12/Tes
miércoles, 30 de noviembre de 2011
TIERRA INALCANZABLE
Tierra inalcanzable. Czeslaw Milosz. Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores. 435 páginas.
Czeslaw Milosz es uno de los grandes poetas europeos de los últimos tiempos. En su larga y azarosa vida escribió casi una veintena de libros de poesía además de varios ensayos y un par de novelas. En 1980 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura como reconocimiento a una larga trayectoria que todavía se iba a prolongar casi veinticinco años más a pleno rendimiento.
Milosz había nacido en 1911 en Lituania, en el seno de una familia de orígenes polacos. Aunque utilizó el inglés en otros géneros literarios, toda su extensa obra poética está escrita en la lengua polaca. Estuvo en Varsovia en los trágicos años de
La poesía de Czeslaw Milosz apenas había sido traducida hasta ahora al castellano. En España solamente podía leerse una breve colección de poemas publicada por Tusquets en 1981. Por fin, Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores ha reunido en una completa edición una amplia y representativa antología de la poesía del gran escritor polaco. Con el título de Tierra inalcanzable, tomado de uno de sus libros principales, se recoge una extensa selección de poemas ordenados cronológicamente desde su primer libro de 1933 hasta el último, ya póstumo, publicado en 2006.
La dilatada obra poética de Czeslaw Milosz es enormemente diversa y variada. Abarca desde largos poemas narrativos hasta poemas extremadamente breves de apenas un par de versos. Son también muchos los temas presentes en su poesía, aunque, simplificando en exceso, tal vez sean dos los contenidos más presentes en su obra: las hermosas descripciones de la naturaleza, sobre todo de los bosques y los ríos, y las profundas reflexiones de tipo filosófico y metafísico-religioso. Ya en alguno de sus primeros poemas el autor manifiesta la insuficiencia del lenguaje para su quehacer poético (“No hay lengua que baste para la belleza”). Se observa sin duda una clara tendencia hacia la simplicidad en los últimos años de su poesía. Sin embargo, la muerte de su mujer le lleva, en ese último periodo, a escribir una hermosa recreación del mito de Eurídice y Orfeo en un largo poema narrativo.
La traducción del polaco al español, sin duda complicada y difícil, la selección y el prólogo de la antología han corrido a cargo de Xavier Farré. Aunque con algunos mínimos detalles seguramente mejorables, la edición en español de la poesía de Czeslaw Milosz constituye un importante acontecimiento literario que nos permite conocer al menos en parte a una de las grandes voces de la poesía europea del último siglo.
Carlos Bravo Suárez
jueves, 24 de noviembre de 2011
EL VALLE DE LAS SOMBRAS
El valle de las sombras. Jerónimo Tristante. Maeva. 2011. 380 páginas.
Jerónimo Tristante (1969) se ha convertido en uno de los mejores escritores españoles actuales en el género narrativo de intriga y misterio. Hace aproximadamente un año reseñamos en esta sección su anterior novela, El enigma de la calle Calabria, tercera de una serie protagonizada por el detective madrileño Víctor Ros. Desde sus inicios literarios en 2001, Tristante va alternando las aventuras de este sagaz investigador decimonónico con otras novelas en las que construye brillantes tramas de resolución de misterios en diversas épocas históricas que el escritor murciano recrea de manera precisa y documentada. “El valle de las sombras”, ambientada en el periodo de la construcción del Valle de los Caídos, es su última narración, donde se vuelven a mezclar con excelentes resultados la historia, la investigación, la intriga y el misterio.
El valle de las sombras narra la relación de amistad entre Juan Antonio Tornell y Roberto Alemán. Ambos se conocen en 1943 en el Valle de los Caídos, el faraónico mausoleo que el general Franco mandó construir en Cuelgamuros, en la sierra madrileña, no lejos de San Lorenzo del Escorial. Tornell, policía de éxito antes de la guerra, es un preso republicano que, tras sobrevivir a los peores campos de concentración del franquismo, ha sido enviado a trabajar a las obras del Valle de los Caídos. Alemán es un héroe de guerra del bando nacional que debe investigar una posible malversación de fondos en el poblado obrero de Cuelgamuros. Una serie de extraños asesinatos pone a los dos personajes, que viven situaciones personales totalmente antagónicas, en una misma línea de investigación.
Tristante recrea con bastante realismo y verosimilitud las condiciones de vida de los presos políticos que trabajaron en las obras del Valle de los Caídos. El valle de las sombras no es, sin embargo, un libro más sobre
No obstante, lo mejor de la novela es cómo logra, a través de varias tramas paralelas que despistan tanto a los investigadores como al propio lector, mantener la intriga y el suspense hasta el último momento.
Carlos Bravo Suárez
viernes, 18 de noviembre de 2011
ALATRISTE EN ITALIA
El puente de los asesinos. Arturo Pérez-Reverte. Alfaguara. 384 páginas.
El puente de los asesinos es la séptima entrega de Las aventuras del capitán Alatriste. Su autor, Arturo Pérez-Reverte, tiene prevista la publicación de dos nuevos títulos antes de cerrar definitivamente la exitosa serie. Con ella ha demostrado que se puede escribir una novela de aventuras en español que no desmerece en absoluto ante los grandes clásicos del género. Además de entretener y divertir, el escritor cartaginense logra recrear con bastante verosimilitud un periodo crucial de nuestra historia, cuyo conocimiento todavía hoy nos permite entender mejor parte de nuestro presente y muchos de los defectos y virtudes de nuestra idiosincrasia nacional.
Tal vez El puente de los asesinos sea una de las mejores novelas de la serie Alatriste. Encontramos al bregado capitán cada vez más desencantado y escéptico, sabedor de que la muerte está al acecho y su final tal vez no muy lejano. Aunque a veces se revuelva con indolente ironía, no puede sino resignarse estoicamente a seguir en manos de quienes dirigen los rumbos del país y usan a sus subordinados como carne de cañón, sin arriesgar ellos nunca sus vidas y sus fortunas. En esta novela más que en ninguna otra dan ganas de gritar de Alatriste aquello que se escribe del Cid en su cantar: ¡Dios, qué buen vasallo si tuviera buen señor!
No abundan en nuestra historia los buenos gobernantes, y son frecuentes los nobles vasallos enviados directamente al matadero. Porque eso es lo que ocurre en esta magnífica novela de intrigas palaciegas y políticas cambiantes basadas más en la conveniencia que en la ética, la dignidad o el decoro. En este caso, es la defensa de los intereses españoles en Italia lo que en el año 1627 lleva a Alatriste a Nápoles, Roma, Milán y, sobre todo y finalmente, a la hermosa y traicionera Venecia, donde una arriesgada y difícil misión le deparará nuevos encontronazos y algún otoñal lance de amor entre góndolas, canales y oscuros y estrechos callejones.
Tal como debió de ocurrir en aquel tiempo, aunque escribirlo hoy pueda parecer reaccionario a algunos reinventores a su gusto de la historia, en la novela se destaca la plural procedencia geográfica de los hombres de Alatriste: un aragonés –el noble y rudo Sebastián Copons–, un catalán, un vasco, un moro, un portugués y un par de andaluces que luchan juntos en defensa de los mismos intereses. Junto a esos curtidos personajes que sostienen al país pese a la desvergüenza y la falsedad de quienes los gobiernan, volvemos a encontrarnos a viejos conocidos como Malatesta o Quevedo. Y por supuesto, al joven narrador Iñigo Balboa, quien, en un párrafo perdido en medio del relato, nos adelanta la futura muerte de su antiguo amo, cuyas aventuras aún podremos disfrutar sus seguidores al menos en dos nuevas novelas.
Carlos Bravo Suárez
miércoles, 16 de noviembre de 2011
LA NADA Y LOS SIGNIFICADOS
martes, 8 de noviembre de 2011
LA ACABADORA
La acabadora. Michela Murgia. Salamandra. 2011. 190 páginas.
Cada cultura y cada momento de la historia tienen una determinada relación con la muerte. En la isla italiana de Cerdeña, la muy presente religión católica no logró al parecer terminar con algunas prácticas seculares que permitían hasta hace muy poco aliviar el dolor del último tránsito a los moribundos. Era en cierto modo un acto de compasión cuando no había más alternativa que el sufrimiento prolongado e irreversible del enfermo.
El título de la primera novela de la escritora sarda Michela Murgia hace referencia a Bonaria Urrai, una modista que cuando se lo piden y ella lo cree necesario reconforta a algunos enfermos del pequeño pueblo de Soreni con una intervención que hoy denominaríamos eutanasia o muerte dulce. La acabadora es una magnífica novela que ha tenido un enorme éxito en Italia, donde ha ganado algunos de los más prestigiosos premios literarios del país. Además de una brillante reflexión sobre la muerte y el sufrimiento de los seres humanos, el libro narra la relación entre la citada Bonaria Urrai, una mujer que se ha quedado sola en la vida, y la joven María Listru, adoptada por Bonaria con el consentimiento de su humilde familia. Esta forma de adopción se da -o se daba- al parecer con cierta frecuencia en Cerdeña y la criatura adoptada era conocida como “fill’e e anima” o “hija del alma”.
La novela, que está espléndidamente escrita y construida, permite conocer también algunos aspectos de la sociedad rural sarda. En la cultura y las costumbres de la isla perviven supersticiones ancestrales y violentas disputas entre campesinos. En un lenguaje realista, que por momentos recuerda a algunos escritores clásicos italianos como Giovanni Verga, vivimos una historia de amor, salpicada de algunos rechazos, entre dos magníficos personajes femeninos.
El tema de la muerte es abordado de manera directa y sin rodeos, con realismo y crudeza. La labor de la acabadora puede entenderse como una forma de compasión y en cierta medida como un servicio a la comunidad que la requiere y la acepta tácitamente. Un tema tan de actualidad como la eutanasia aparece aquí tratado en el seno de un pequeño pueblo sardo que vive entre la tradición y los primeros atisbos de modernidad, pero en un momento en que los enfermos todavía morían en su casa al cuidado de sus familiares, en el propio pueblo, lejos de hospitales y tratamientos médicos modernos. Y si las comadronas ayudaban a nacer a los niños, es la acabadora quien ayuda a morir a los habitantes de esa pequeña comunidad rural que tan bien describe Michela Murgia en esta su primera y magnífica novela.
Carlos Bravo Suárez
domingo, 6 de noviembre de 2011
EL CASTILLO DE MUÑONES
jueves, 3 de noviembre de 2011
EL CASO EZRA POUND
El espía. Justo Navarro. Anagrama. 2011. 215 páginas.
Ezra Pound (1885-1972) es uno de los principales poetas del siglo XX. Pionero en el uso del verso libre en composiciones largas, su poesía conceptual y fragmentaria tiene gran modernidad y vigencia. Sin embargo, la personalidad del escritor estadounidense resulta contradictoria, incómoda y, sin duda, moralmente reprochable. Pound fue desde los años treinta hasta el final de
Sobre Ezra Pound trata la última y espléndida novela del escritor granadino Justo Navarro. Lo que en un primer momento puede parecer una visión novelada de una parte de la vida del poeta norteamericano gira luego hacia la hipótesis, lo que pudo ser sin que pueda afirmarse por completo que fue así . El relato se centra en el periodo de
¿Pudo ser esto verdad? Nada permite afirmarlo pero, a diferencia de su maestro, el locutor fascista inglés conocido como Lord Haw-Haw, que fue ejecutado tras ser detenido, Pound estuvo unas semanas encerrado en una jaula en Pisa, luego internado en un centro de prisioneros y, ya trasladado a Estados Unidos, liberado al considerar los jueces que no estaba en sus cabales. Sorprende asimismo que el agente de
Sobre esa hipótesis y sobre la realidad bien documentada de la propia biografía de Pound, construye Justo Navarro “El espía”. En ella se introduce al final del relato el propio autor con sus iniciales J. N. Se sirve para ello de un hecho real que fue el detonante de la novela. En el año 2009 Justo Navarro residió en Pisa prácticamente durante los mismos meses que en 1945 estuvo Ezra Pound encarcelado en esa ciudad.
Una novela magníficamente estructurada, que atrapa al lector de principio a fin y que consolida a Justo Navarro como uno de los mejores escritores españoles actuales.
Carlos Bravo Suárez
lunes, 31 de octubre de 2011
LA BICICLETA ESTÁTICA
Carlos Bravo Suárez
jueves, 27 de octubre de 2011
HABLADLES DE ELEFANTES...
Habladles de batallas, de reyes y elefantes. Mathias Enard. Mondadori. (2011). 182 páginas.
Mathias Enard (1972), hasta hace poco profesor de lengua árabe en
Habladles de batallas, de reyes y elefantes, que toma su título de una cita de Kipling, es una novela que puede situarse entre la ficción histórica y la narración poética. Mathias Enard rellena con su invención narrativa un episodio desconocido de la vida de Michelangelo Buonarroti, el gran artista del Renacimiento italiano que en España conocemos como Miguel Ángel. A partir del escueto dato biográfico de la estancia del creador florentino en Constantinopla, invitado por el gran sultán turco Beyazid para construir un puente sobre el Bósforo, el escritor francés crea una historia de contraste de culturas -siempre Oriente y Occidente- y de reflexiones poéticas sobre la creación artística y las difíciles relaciones del artista con el mundo circundante. Miguel Ángel vivirá en la populosa y mestiza Constantinopla de principios del siglo XVI una historia de incertidumbres creadoras, dependencias incómodas del poder y pasiones ambiguas con un final precipitado y abrupto. Despechado por un ingrato y mal pagador papa Julio II, el arquitecto, pintor y escultor toscano, al que se presenta como muy poco dado a la higiene personal, acepta la invitación del gran sultán turco que había rechazado antes un proyecto de su gran competidor Leonardo da Vinci.
En la última página del libro, Enard indica brevemente lo que de verdad histórica hay en su novela. Cita en esas líneas a su compatriota Pierre Michon, quien en su última novela Los once, reseñada aquí hace unos meses, lleva a cabo, en este caso en los días del Terror de
Como se dice en la parte intermedia del relato, los hombres son como niños a los que hay que hablarles de batallas, de reyes, de elefantes y de seres maravillosos, y también del amor como promesa de olvido y saciedad. Pero, en el fondo, “todo eso no es más que un velo perfumado que esconde el eterno dolor de la noche”.
miércoles, 19 de octubre de 2011
ARTE, DINERO Y SOLEDAD
El mapa y el territorio. Michel Houellebecq. Anagrama. 380 páginas.
Aunque su obra parece ir siempre acompañada de polémica, Michel Houellebecq (1958) es sin duda en una de las grandes revelaciones de la literatura francesa de los últimos años. Sus tres novelas anteriores -Ampliación del campo de batalla, Las partículas elementales y Plataforma- han tenido una excelente acogida entre los lectores y la crítica del país vecino. Con El mapa y el territorio, su último libro, Houellebecq obtuvo el pasado año el prestigioso Premio Goncourt y se ha consolidado como una referencia ineludible dentro del panorama literario europeo actual.
El mapa y el territorio cuenta la historia de Jed Martin, un fotógrafo y pintor francés que logra la fama y el éxito económico con su obra artística, entre la que destacan una serie de fotografías para los mapas de carreteras Michelín y una colección de retratos de personas importantes en diferentes profesiones. Uno de sus cuadros más famosos es Bill Gates y Steve Jobs conversando sobre el futuro de la informática. El mundo del arte se presenta en el libro como muy estrechamente ligado al de las finanzas, y los ricos pagan verdaderas fortunas por conseguir sus retratos. Hay también mucha ironía y cierta mala uva a la hora de tratar a los críticos de arte, en especial al del influyente diario Le Monde.
Houellebeck recurre también a la denominada autoficción y se convierte en un importante personaje de su novela. El propio Jed Martin pintará su retrato. En su tercera parte, la narración adopta un cierto tono de novela negra y el policía Jasselin adquiere un notable protagonismo como encargado de esclarecer un extraño y oscuro asesinato.
Las referencias al sexo son frecuentes y directas, sin tapujos ni eufemismos, incluso con algunos detalles que podrían considerarse de mal gusto. Houellebeck intenta diseccionar la sociedad moderna postindustrial describiendo sobre todo el mundo de los ricos y, en especial, de la burguesía parisina. Un mundo en el que predomina el afán por el negocio y el dinero, algo que encontramos hasta en la aplicación de la eutanasia en una clínica suiza a la que acude el padre del protagonista. Al final del libro, su personaje principal se proyecta hacía el futuro inmediato. El autor parece pretender así ejercer de visionario de los tiempos venideros. Por momentos, aunque siempre dentro de la ficción narrativa, el libro adopta un tono y un enfoque casi ensayísticos, en una sugerente y productiva mezcla de géneros literarios.
Finalmente, los principales personajes de la novela acaban en la más absoluta soledad. Tal vez el tratamiento que Jed Martin, reencontrado en cierto modo consigo mismo y con la naturaleza, da a sus últimas fotografías sea la respuesta a un mundo que parece caminar hacia una progresiva e imparable descomposición moral y ética.
Carlos Bravo Suárez
viernes, 14 de octubre de 2011
UN VIAJE AL ÁRTICO
En mares salvajes. Javier Reverte. Plaza y Janés. 448 páginas.
Los libros de viajes de Javier Reverte están entre mis devociones literarias. Tras su magnífico El río de la vida, en que narraba su viaje por Alaska y Canadá siguiendo el curso del río Yukon y las huellas de la fiebre del oro y de la literatura de Jack London, el escritor madrileño ha publicado recientemente En mares salvajes, donde describe su periplo por el océano Ártico y las tierras más septentrionales del Canadá.
El progresivo calentamiento del planeta ha permitido desde el año 2007 la navegación por el océano Ártico durante el corto verano boreal. A causa del cambio climático, el legendario Paso del Noroeste que une el océano Atlántico con el Pacífico puede ahora ser atravesado surcando los diversos canales marítimos del norte canadiense. En el año 2008, Javier Reverte consiguió billete en el Akademik Ioffe, un barco ruso, alquilado por una compañía turística australiana, que iba a ser el segundo crucero en la historia que navegaba, con cerca de un centenar de pasajeros, desde el Atlántico hasta el Pacífico por los fríos y salvajes, aunque cada vez menos helados, mares del Ártico.
Como siempre, Javier Reverte narra su viaje con destreza y amenidad, no pocas dosis de ironía y unas precisas descripciones de los lugares que visita y de las gentes que conoce en su recorrido. Además, con su habitual tono exquisitamente didáctico y pedagógico, ilustra al lector sobre diversos aspectos geográficos e históricos relacionados con el itinerario de su viaje por el Gran Norte canadiense. En este caso no hay una referencia literaria que seguir y el principal contenido de las informaciones, muchas y completas, versa sobre la larga y trágica epopeya del descubrimiento de esas ignotas tierras septentrionales y los sucesivos intentos por encontrar un paso hacia el noroeste que abriera una ruta marítima más corta entre Occidente y Oriente. Conocemos las historias y peripecias de numerosos navegantes que ya desde el siglo XVI intentaron surcar esas heladas aguas nórdicas. Muchos de esos aventureros han quedado para siempre en los mapas de la zona, dando nombre a islas, estrechos, penínsulas, bahías o poblaciones costeras. Algunos, como John Franklin, representan las numerosas tragedias que acaecieron en esos remotos lugares hasta que el noruego Roald Amundsen, a principios del siglo XX, logró completar el recorrido del mítico Paso del Noroeste.
Javier Reverte escribe como un viajero que aúna sencillez y cultura, totalmente alejado de la insoportable pedantería de muchos de los turistas de hoy, nuevos ricos de dudoso gusto estético y muy escasa sensibilidad.
Carlos Bravo Suárez