Pano
Bosque
Ermita de San Vicente
Ermita de San Vicente - interior
Iglesia de Caneto
Camino
De Caneto a Trillo
Subiendo a Trillo
Roble cerca de Trillo
Llegando a Trillo
Trillo
Trillo
Iglesia de Trillo
Trillo
Iglesia de Salinas de Trillo
Iglesia de Salinas de Trillo
Casa Palacio de Salinas de Trillo
Ermita de San Victorián del barrio de Santángel de Troncedo
Iglesia de San Esteban de Troncedo
Castillo de Troncedo
Troncedo
Ermita de San Antón de Pano
Ermita de San Antón de Pano
Ermita de San Anton de Pano
Ventana de la ermita de San Antón de Pano
El pasado año recorríamos en
estas mismas páginas la etapa del GR-1 que por tierras ribagorzanas lleva desde
Graus hasta Pano pasando por Grustán. Hoy describiremos en estas líneas la
etapa siguiente de este sendero histórico de gran recorrido, el itinerario que
lleva de Pano a Troncedo y que discurre casi en su integridad por las tierras
más orientales del Sobrarbe.
A Pano se puede llegar desde Graus por la carretera HU-V-6441,
que se toma a la salida de la capital ribagorzana en dirección a Benasque,
justo en la curva de entrada al puente que cruza el río Ésera. A unos diez
kilómetros de ese punto, y tras pasar por Panillo y el desvío al templo budista
Dag Shang Kagyu, llegamos a la llamada collada de Pano, donde abandonamos la HU-V-6441,
que continúa hacia Troncedo y Tierrantona, para tomar a nuestra izquierda una
antigua pista recientemente asfaltada que en poco más de un kilómetro nos lleva
a Pano. Algo antes de llegar a esta pequeña localidad, a poco más de cinco
minutos andando desde la carretera, se encuentra la ermita de San Antón, una
rústica y hermosa construcción románica de triple ábside que al parecer formó
parte de un antiguo monasterio medieval dedicado a San Juan Bautista.
De
Pano a Caneto
Desde Pano (894 m.), un poco antes de su iglesia
parroquial de San Miguel, actualmente en fase avanzada de restauración, debemos
girar a la derecha y pasar al otro lado de las casas de la localidad, hoy propiedad
del infatigable Kurt Fridez, un suizo afincado desde hace años en estas tierras.
Una bajada también por la derecha nos lleva hasta un pequeño barranco. Ya
siempre por un bosque mixto de pinos y encinas, y siguiendo las marcas
rojiblancas, llegaremos al cabo de una media hora a otro barranco algo más
caudaloso llamado de San Vicente. Desde allí iniciamos una subida por un
terreno de lastras en cuyo final encontramos a nuestra izquierda un poste indicador
que nos dirige a la ermita de San Vicente, una pequeña construcción de tipo
popular a la que llegamos enseguida y desde la que tendremos amplias vistas del
valle del Cinca.
Tras visitar la ermita, regresamos al GR-1 y
continuamos por una pista de tierra que
abandonamos a los pocos metros para tomar un sendero a nuestra izquierda
–atención a las marcas en este punto– y adentrarnos de nuevo en un espeso
bosque. Durante un rato veremos en la otra ladera, frente a nosotros, la casa
conocida como La Selva, antes de que el sendero desemboque en una pista que,
por nuestra izquierda, nos deja en pocos minutos en Caneto (750 m.). Desde Pano
hasta aquí habremos recorrido unos 5,5 kilómetros en algo menos de hora y
media.
Caneto es una pequeña localidad habitada por nuevos
pobladores llegados al lugar hace ya varias décadas. Hoy, una de sus casas es
un establecimiento de turismo rural y el pueblo respira paz y tranquilidad por
los cuatro costados. Desde la ermita que preside su pequeña plazuela, hay que
girar a la derecha y tomar una pista que va descendiendo hacia el noroeste. Sin
hacer caso de los desvíos que quedan a nuestra izquierda, seguimos recto en
suave bajada. La hilera de cipreses que flanquea nuestro camino por su margen
derecha puede servirnos de referencia ante la escasez de marcas.
El
barranco del Salinar
Cuando la pista se va desdibujando y termina,
hay que estar atento para tomar un sendero a nuestra derecha. Desde aquí hasta
Trillo, el camino está muy mal marcado y necesitaría una nueva señalización.
Nos internamos otra vez en el bosque, cruzamos un pequeño barranco y, al poco
rato, descendemos de manera más pronunciada hasta el barranco del Salinar o barranco
de Trillo que suele vadearse sin problemas. Desde la otra orilla se inicia una
corta pero empinada subida que, en paralelo al viejo camino que hace tiempo
quedó intransitable, nos lleva a la localidad de Trillo, cuya silueta en lo alto
de la ladera ya hace un rato que divisamos. De Caneto a Trillo hemos recorrido
sólo un par de kilómetros en aproximadamente cuarenta y cinco minutos.
Trillo (660 m.), repartido en tres pequeños
barrios, llamados La Plaza, Planiello y O Tozalón, es una localidad que ha
recuperado varias de sus casas, en las que creo que hay ya una presencia humana
permanente durante todo el año. También su iglesia barroca del siglo XVII,
dedicada a San Andrés, ha sido recientemente arreglada y el pueblo ya no
presenta el aspecto ruinoso de hace un tiempo.
Desde Trillo hasta Salinas de Trillo, el GR-1
transita por el kilómetro y medio de carretera asfaltada que une las dos
localidades. Abajo, a nuestra derecha, discurre el barranco del Salinar, que
durante siglos proporcionó la riqueza de ambas poblaciones. Sus salinas
abastecían de sal a los pueblos vecinos del valle de la Fueva e incluso a los
de la montaña de Benasque. En Salinas de Trillo (780 m.), destaca su bonita
iglesia románica de la Asunción, no hace mucho restaurada, que queda a la
izquierda de nuestro camino, y, junto a la carretera, se levanta la casa
Palacio, una casona torreada posiblemente originaria del siglo XVI.
El primer tramo del GR-1 que lleva de Salinas a Troncedo
sigue la carretera durante casi un kilómetro. A la derecha de la calzada, un
poste indicador nos manda por una pista de tierra que a los pocos metros hay que
abandonar para tomar un sendero que sale a nuestra izquierda. El camino
asciende sin pausa por un terreno de margas que se conoce en la zona como las
Saltaderas.
Troncedo
Al
cabo de unos 45 minutos desde nuestra salida de Salinas de Trillo, entraremos
en Troncedo por el barrio bajo o de Santángel, que esconde la
restaurada ermita románica de San Victorián, antes de San Miguel, con ábside de
bóveda de horno y espadaña de doble ojo sobre su puerta de entrada.
Enseguida
llegamos a la parte alta del pueblo, donde destacan el castillo y la iglesia
parroquial. El primero es un torreón en ruinas de base pentagonal que data del
siglo X y fue mandado construir por el rey Sancho el Mayor como defensa de la
frontera sur de sus posesiones. La iglesia parroquial de San
Esteban es del siglo XII, aunque con añadidos posteriores, tiene ábside
semicircular y una torre de tres plantas que data del siglo XVI. Troncedo
(1.008m.) es un pueblo arreglado y acogedor, que, como todos los que hemos
recorrido en nuestro itinerario (salvo Pano perteneciente a Graus y a la
Ribagorza), está hoy incluido en el extenso municipio sobrarbense de La Fueva.
Aquí termina la descripción de esta etapa del GR-1, sendero histórico cuyo
recorrido continúa, en dirección oeste y sentido descendente, hacia Formigales
y Tierrantona.
Datos
técnicos:
Distancia:
12 Km.
Tiempo:
3 horas 15 minutos, aproximadamente y sin las paradas.
Desnivel
positivo: 680.
Desnivel
negativo: 530.
Tipo
de recorrido: travesía.
Carlos
Bravo Suárez
(Centro
Excursionista de la Ribagorza)
Artículo
publicado hoy en el Suplemento “Aragón, un país de montañas”, de Heraldo de
Aragón.
Fotos del recorrido, muchas de ellas tomadas a finales de diciembre de 2014. Ordenadas siguiendo el itinerario -excepto las cuatro últimas que son de la ermita de San Antón, situada un poco antes de llegar a Pano- y con descripción al pie de cada una de ellas.