domingo, 15 de mayo de 2016

LOS CIERVOS LLEGAN SIN AVISAR



Los ciervos llegan sin avisar”. Berna González Harbour. RBA Libros. 2015. 224 páginas.

Berna González Harbour (Santander, 1966) es una destacada periodista que ha trabajado en la sección internacional de “El País”, diario en el que publica artículos de actualidad y de cuyo suplemento literario “Babelia” es actualmente editora. Colabora también en algunos programas radiofónicos de la cadena SER y en los últimos años ha publicado tres novelas que pueden inscribirse dentro del género negro. Las dos primeras, “Verano en rojo” y “Margen de error”, publicadas por RBA en 2012 y 2014 respectivamente, están protagonizadas por la comisaria María Ruiz, personaje que no aparece en “Los ciervos llegan sin avisar” (RBA, 2015), última novela hasta la fecha de la periodista y escritora santanderina.

Aunque puede incluirse dentro del género,“Los ciervos llegan sin avisar” no es una novela negra al uso. Su protagonista es Carmen, una economista en paro, separada y con un hijo, que ha pasado de una situación boyante y un buen puesto en un banco como analista financiera a tener que afrontar con precariedad creciente el pago de una hipoteca y los gastos indispensables de la vida cotidiana. En esos momentos de adversidad y problemas laborales y familiares, Carmen recuerda un episodio confuso que vivió veinte años atrás y que ahora parece atormentarla. Conduciendo por una carretera cercana a una población donde pasaba algunos veranos en casa de unos familiares, se topó con un accidente de tráfico en el que un camión se salió de la carretera en una larga recta. Antes de que la guardia civil se presentara en el lugar, Carmen llegó a decir algunas palabras al camionero agonizante y se llevó con ella una foto de un niño que se había desprendido de la cabina del vehículo accidentado. También creyó ver alguna sombra en movimiento entre unas plantas temblonas cercanas. Sin embargo, continuó su camino sin volver a saber nunca más nada de aquel suceso y sin saber si el conductor del camión había muerto o no. Ahora que su vida está en una encrucijada y llena de problemas, decide escapar unos días de Madrid y visitar el pueblo próximo a la carretera junto al que ocurrió aquel extraño accidente. Allí, se instala momentáneamente en un hostal de carretera, que encubre funciones de prostíbulo, y comienza a investigar por su cuenta sobre aquel hecho lejano. Pronto descubre que en esas fechas se produjo allí otro trágico accidente y conoce a varias personas vinculadas a aquellos sucesos aparentemente desconectados entre sí.

Ambientada en sus inicios en Madrid y posteriormente en lugares más o menos indeterminados de la geografía palentina y cántabra, la novela está narrada en primera persona por la propia Carmen, aunque ocasionalmente se suman a la suya, de manera mucho más breve, las voces de otros personajes secundarios. Algo alejada de lo más puramente negro y policiaco de las dos anteriores novelas de la autora, “Los ciervos llegan sin avisar” incide también de forma destacada en los aspectos más sociales y en las dramáticas consecuencias que la reciente crisis económica ha tenido para casi todos los sectores de la sociedad española. Así ocurre tanto con algunos personajes de las zonas más rurales de la novela, con cutres bares de carretera y arruinados polígonos industriales, como con la propia protagonista y sus amigos, que de repente han visto menguar drásticamente sus ingresos y su poder adquisitivo. Lo explica la narradora en los inicios de su relato: “Duele pasar de ser un alto cargo con ropa de marca, una hipoteca alta y puentes haciendo esquí a vigilar cada euro de una cuenta corriente que se desintegra como esa nieve de Baqueira que observábamos mientras nos tomábamos un Martini al sol. No es fácil que se aproxime el próximo plazo de la hipoteca y saber que en la cuenta solo queda la mitad de la cuota mensual.”

Con pocos elementos de partida y en escenarios alejados de la gran ciudad, con una investigación que no cuenta con policías ni delincuentes al uso, Berna González Harbour ha conseguido una novela sencilla y personal, de aromas realistas y creíbles, con una trama interesante y una intriga suficientemente atractiva para mantener de principio a fin la atención del lector. Y, además, ha logrado incluir en su relato algunos de los problemas más acuciantes de la sociedad española actual y muchos de los efectos que la crisis económica ha tenido sobre ella en los últimos tiempos.

Carlos Bravo Suárez

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