domingo, 22 de mayo de 2016

REPARAR A LOS VIVOS

   
 “Reparar a los vivos”. Maylis de Kerangal. Anagrama. 2015. 248 páginas.

Reparar a los vivos”, de Maylis de Kerengal (Toulon, 1967) fue uno de los fenómenos literarios franceses de 2014. La novela obtuvo importantes premios y una enorme repercusión mediática en el país vecino. El año pasado, y con traducción de Javier Albiñana, el libro fue editado en España por Anagrama, que ya había publicado en 2013 “Nacimiento de un puente”, la anterior novela de la escritora francesa que llegó a la narrativa tras perder su trabajo como documentalista de artículos de viajes en la conocida editorial Gallimard.

Reparar a los vivos” cuenta, con minuciosa precisión cronológica y gran profundidad literaria, la crónica novelada de un trasplante de corazón. Simon Limbres es un joven de 18 años que sufre un accidente de circulación cuando vuelve de practicar surf con unos amigos. El chico queda en estado de coma y clínicamente muerto tras el tremendo choque de su camioneta contra un árbol. A pesar de la muerte cerebral, su corazón queda intacto y los médicos del hospital al que es trasladado empiezan a pensar en la posibilidad de trasplantarlo a alguno de los enfermos que esperan uno de esos órganos para poder salvar su vida. Ese proceso médico y las diferentes personas que intervienen en él serán los protagonistas de la novela: los padres del fallecido (sobre todo, la madre), que en estado de shock tienen que dar su consentimiento para la donación; su novia, ajena a todo hasta el último momento; los médicos y los enfermeros que llevan a cabo la operación en su proceso completo de principio a fin; o la, tal vez poco desarrollada desde el punto de vista literario, esperanzada receptora del joven corazón del muerto. Todos ellos son los sucesivos personajes de la novela y de cada uno se da alguna pincelada de su personalidad, aunque el relato se centre sobre todo en el papel que desempeña cada cual en la delicada operación de trasplante que se va a llevar a cabo.

Con un estilo cargado de coordinación y yuxtaposición, y con gran riqueza de vocabulario, Maylis de Kerangal consigue convertir en literatura con mayúsculas lo que se podría haber quedado en una fría e insípida crónica médica. La propia escritora ha explicado la génesis de su novela y cómo decidió convertir en héroes literarios a esos héroes anónimos que hacen posible el milagro de la salvación de vidas por medio de los trasplantes de órganos: “Conocí a un enfermero coordinador de trasplantes encargado de recoger el consentimiento de las familias, en pleno duelo. Quedé conmocionada. Hay una forma de heroísmo discreto en los donantes de órganos que me parece mucho más interesante que algunas figuras espectaculares de las que se nos habla sin cesar”.

Profesionales de la medicina que tienen su vida privada, sus problemas, sus aficiones, sus filias y sus fobias; pero que trabajan con dedicación concienzuda para que las más avanzadas técnicas modernas puedan aplicarse con éxito en delicadas y difíciles operaciones de quirófano. Jóvenes muertos en la flor de la vida y padres y familiares destrozados que permiten la donación tras recibir la trágica noticia de una pérdida inesperada. Y la muerte que, en sorprendente paradoja, acaba dando vida y permitiendo la continuidad de la cadena de la existencia. Como el ave fénix que renace de sus cenizas, el corazón del ser humano es, en esta hermosa novela, metáfora, motor y concatenación.

El trasplante del corazón humano como epopeya del ser humano -explica la autora- me interesaba desde hacía años. El corazón que es un músculo, con todo lo material que esto conlleva y, a la vez, es otra cosa. Me vino la idea de partir de la epopeya griega para crear un enlace con nuestra época. El corazón es también el lugar del amor en nuestra cultura cristiana. El corazón del hombre es el lugar del afecto, del heroísmo, del coraje, es toda la historia de los cantares de gesta, lo que se llama el amor cortés y en catalán el fin amor. Había escuchado alguno de estos textos mientras escribía. Textos que hablaban de conquistar el corazón de una mujer. Entendí entonces que el corazón tenía esta doble dimensión. Interrogar las emociones, los afectos, e interrogar el cuerpo como una estructura físico-química de órganos".

Mientras la ciudad bulle y se apasiona con un partido de fútbol de selecciones nacionales que casi la paraliza por completo, en dos quirófanos no demasiado alejados, tiene lugar este milagro de la vida y de la muerte que Maylis de Kerengal ha recreado en una novela que une, con absoluta eficacia y maestría, el rigor y la documentación de lo científico con la belleza y el poder estético de la mejor literatura.

Carlos Bravo Suárez





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