DOLMEN DE LA CABANETA DEL FORNÓ
DOLMEN INCOMPLETO DE SOPERÚN
DOLMEN DE SEIRA
SEGUNDO DOLMEN DEL MONTSEC
BOSQUE DE TRANSÁS CON LA SIERRA DE SIS AL FONDO DESDE SANT PERE DE CORNUDELLA
En Ribagorza contamos con varios monumentos prehistóricos de gran interés. Entre todos ellos, sobresale el conjunto megalítico de Cornudella, situado en el precioso bosque de Transás, cerca de la casa de L'Hostalet, en el actual municipio de Arén. Consta de dos dólmenes y un posible menhir. Los dos dólmenes de Cornudella, conocidos como la Cabaneta del Trancat de Dalt y la Cabaneta del Fornó, son posiblemente los más importantes y mejor conservados de la provincia de Huesca. No muy lejos de allí, cerca del despoblado Soperún, se encuentra un dolmen incompleto al que se ha denominado Dolmen de Soperún. La única señal indicadora existente no hace hoy fácil su localización.
Otro dolmen ribagorzano, este también completo, es el de Seira. Se encuentra a escasamente dos kilómetros del originario pueblo de Seira, muy cerca de la orilla derecha del río Ésera. Recientemente se ha dado a conocer un nuevo dolmen al que se ha denominado dolmen de Ramastué, por hallarse muy cerca de este pequeño pueblo perteneciente al municipio de Castejón de Sos y uno de los que componen los conocidos como pueblos del Solano.
Otro interesante conjunto de dólmenes en nuestra comarca es el del Mas de Abad y el Mas de Balón, muy próximos a la localidad de Benabarre. De los dos del Mas de Abad, uno está completo y al otro le falta la losa superior o cubierta. El del Mas de Balón, de difícil localización y denominación geográfica tal vez errónea, también carece de cubierta. Recientemente, se han descubierto tres dólmenes incompletos en la zona del Montsec aragonés. Uno en el collado de Brañal, cerca de la pista que lleva desde Viacamp al refugio de Montfalcó, y dos, muy próximos entre ellos, a cierta distancia de esa misma pista, ya más cerca del refugio. Al estar los tres en propiedad privada resulta por el momento más complicada su señalización y catalogación. Hoy día, carecen de cualquier señalización y no es nada fácil encontrarlos.
La palabra “dolmen” procede etimológicamente del bretón. Los términos “dol” y “men” significan respectivamente “mesa” y “piedra”. Los dólmenes son sepulcros megalíticos prehistóricos, utilizados para inhumaciones colectivas, que se construyeron principalmente en la vertiente atlántica europea durante el final del Neolítico y la Edad del Cobre, entre dos y tres mil años antes de Cristo. Los dólmenes encontrados en nuestra provincia se sitúan en la zona pirenaica. Algunos, en los altos valles septentrionales; otros, en las sierras exteriores más meridionales. Su distribución suele coincidir con el itinerario de caminos tradicionales, cabañeras para el ganado o pasos importantes y estratégicos. Esto hace pensar que estas construcciones tal vez tuvieran relación con la vida pastoril y que, además de su carácter funerario, sirvieran también como posible delimitación de territorios.
Otra muestra prehistórica de gran interés en la Ribagorza es el menhir de Merli, situado junto a un camino en un campo de cultivo, muy próximo a esta pequeña población del municipio de Isábena. En los Llanos del Hospital de Benasque y en las laderas del monte Turbón, sendos círculos de piedras han sido considerados asimismo como monumentos megalíticos prehistóricos.
Otro dolmen ribagorzano, este también completo, es el de Seira. Se encuentra a escasamente dos kilómetros del originario pueblo de Seira, muy cerca de la orilla derecha del río Ésera. Recientemente se ha dado a conocer un nuevo dolmen al que se ha denominado dolmen de Ramastué, por hallarse muy cerca de este pequeño pueblo perteneciente al municipio de Castejón de Sos y uno de los que componen los conocidos como pueblos del Solano.
Otro interesante conjunto de dólmenes en nuestra comarca es el del Mas de Abad y el Mas de Balón, muy próximos a la localidad de Benabarre. De los dos del Mas de Abad, uno está completo y al otro le falta la losa superior o cubierta. El del Mas de Balón, de difícil localización y denominación geográfica tal vez errónea, también carece de cubierta. Recientemente, se han descubierto tres dólmenes incompletos en la zona del Montsec aragonés. Uno en el collado de Brañal, cerca de la pista que lleva desde Viacamp al refugio de Montfalcó, y dos, muy próximos entre ellos, a cierta distancia de esa misma pista, ya más cerca del refugio. Al estar los tres en propiedad privada resulta por el momento más complicada su señalización y catalogación. Hoy día, carecen de cualquier señalización y no es nada fácil encontrarlos.
La palabra “dolmen” procede etimológicamente del bretón. Los términos “dol” y “men” significan respectivamente “mesa” y “piedra”. Los dólmenes son sepulcros megalíticos prehistóricos, utilizados para inhumaciones colectivas, que se construyeron principalmente en la vertiente atlántica europea durante el final del Neolítico y la Edad del Cobre, entre dos y tres mil años antes de Cristo. Los dólmenes encontrados en nuestra provincia se sitúan en la zona pirenaica. Algunos, en los altos valles septentrionales; otros, en las sierras exteriores más meridionales. Su distribución suele coincidir con el itinerario de caminos tradicionales, cabañeras para el ganado o pasos importantes y estratégicos. Esto hace pensar que estas construcciones tal vez tuvieran relación con la vida pastoril y que, además de su carácter funerario, sirvieran también como posible delimitación de territorios.
Otra muestra prehistórica de gran interés en la Ribagorza es el menhir de Merli, situado junto a un camino en un campo de cultivo, muy próximo a esta pequeña población del municipio de Isábena. En los Llanos del Hospital de Benasque y en las laderas del monte Turbón, sendos círculos de piedras han sido considerados asimismo como monumentos megalíticos prehistóricos.
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