domingo, 24 de agosto de 2025

"ESTALLIDO", CONSTRUYENDO UN MUNDO NUEVO SOBRE UN TERRENO MINADO


Tras ganar el prestigioso premio RTL/Lire Magazine 2024, otorgado por los lectores a la mejor novela del año, “Estallido” es una de las más recientes revelaciones de la literatura francesa. Se trata de la primera novela de Claire Deya, residente en el sur de Francia, licenciada en Historia y Literatura y reconocida guionista de cine y televisión. Traducida a diferentes lenguas europeas, “Estallido”, titulada originariamente en francés “Un  monde à refaire”, ha sido publicada en España por Galaxia Gutenberg, con traducción de Noemí Sobregués Arias.

“Estallido” transcurre en la primavera de 1945, en los meses de abril y mayo, unas semanas antes y unos días después de la capitulación de Alemania, el 8 de mayo de 1945, que supuso el final de la Segunda Guerra Mundial. Aunque Alemania había sido prácticamente derrotada y expulsada de los territorios ocupados, el suelo francés, sobre todo las costas atlántica y mediterránea, había quedado sembrado de minas de todos los tamaños y capacidades destructivas. Se calculaba que había trece millones de minas y, en un principio, solo tres mil voluntarios franceses dispuestos a trabajar en su detección y desactivación. Eso hizo que hubiera que incorporar a miles de prisioneros de guerra alemanes a esas peligrosas y difíciles labores de limpieza. A pesar de los odios y las reticencias mutuas, esta colaboración forzada entre franceses y alemanes puede considerarse como un frágil embrión de las relaciones posteriores en la nueva Europa que surgió tras las llamas de la guerra.

Los protagonistas de “Estallido” son un grupo de voluntarios franceses y prisioneros alemanes que trabajan en la desactivación de minas en el sur de Francia, en la Costa Azul, en la localidad de Hyères, no lejos de Marsella. El grupo está a cargo de Fabien, un hombre íntegro y entregado a su trabajo, que estuvo en la Resistencia durante la guerra y ha perdido en ella a su compañera sentimental. “Desde que limpiaba minas, Fabian había visto desfilar de todo: defensores y detractores de De Gaulle, miembros de la Resistencia, timoratos y fugitivos, católicos, ateos, comunistas, anticomunistas, un aristócrata, desclasados, tres italianos, dos refugiados españoles y hombres que venían de ninguna parte”. Todos comparten por diferentes motivos e intenciones un trabajo lleno de riesgo, en el que se juegan la vida como en una ruleta rusa y donde los accidentes mortales son frecuentes. Y en el que se ven sometidos a presiones por intereses particulares y económicos de quienes tiene prisa por disfrutar de nuevo de las hermosas playas provenzales o están ansiosos por retomar sus negocios inmobiliarios. Sobre la relación entre los franceses y los alemanes es ilustrativa esta reflexión de Fabien: “En cuanto a los alemanes, se negaba a hablar con ellos. Los odiaba tanto que le daba miedo. Y no quería desviarse de su objetivo. Aun así, jamás se habría imaginado trabajando mano a mano con sus eternos enemigos. Peor aún, cuando estaban en contacto con las minas, dependían unos de otros para sobrevivir. El peligro definitivo. Qué siniestra ironía”.

Dentro de ese grupo, el personaje principal de la novela es Vincent, que ha vuelto de un campo de prisioneros alemán y está obsesionado por encontrar a Ariane. Atormentado por conocer la suerte que corrió su amada durante la ocupación, se ha apuntado como voluntario con los dragaminas para intentar sonsacar información a algunos de los prisioneros alemanes que participan en esa labor. Uno de esos prisioneros con presencia importante en la novela es Lukas, un joven, lector y culto, contrario al nazismo (“¿Podían entender los franceses que también había alemanes que odiaban a los nazis?”) y también atormentado por su compleja situación. Además, otros miembros del grupo de dragaminas aparecen citados y descritos con mayor brevedad en la novela. Pero el otro personaje fundamental del relato es Saskia, una joven judía que ha sobrevivido al campo de exterminio en el que pereció toda su familia, víctima de las denuncias de los colaboracionistas franceses con los nazis durante la ocupación. Cuando vuelve a su ciudad, en su casa está viviendo otra familia, su novio se ha prometido con otra mujer y ante sus justas demandas se le conmina reiteradamente a que no cree problemas.  

Claire Deya ha elegido un episodio histórico no demasiado conocido para ambientar su primera novela. Como ella misma indica al citar sus fuentes, uno de los libros en que se ha documentado es “Où la memoire s’attarde”, de Raymond Aubrac, encargado por el Ministerio del Interior de dirigir las operaciones de drenaje de minas en Francia al acabar la contienda y uno de los pocos personajes reales que aparecen en su libro. Porque hay que decir que, por encima de la documentación histórica, prima en “Estallido” la creación literaria. Estamos ante una magnífica novela, con unos personajes ficticios muy bien perfilados, duramente golpeados por la guerra y traumatizados por su pasado inmediato, que buscan salir adelante en un mundo que quiere olvidar y dejar atrás cuanto antes la pesadilla que acaba de vivir.

“Estallido”. Claire Deya. Galaxia Gutenberg. 2024. 360 páginas

domingo, 17 de agosto de 2025

"AHORA Y EN LA HORA", VIAJE Y MUERTE EN UCRANIA


Héctor Abad Faciolince (Medellín, 1958) se hizo mundialmente famoso con su libro “El olvido que seremos”, publicado en España en 2005. Se trata de una biografía novelada de su padre, Héctor Abad Gómez, médico, político, periodista y activista por los derechos humanos, asesinado por fuerzas paramilitares en Medellín en 1987. El libro se tradujo a numerosos idiomas y fue llevado al cine por Fernando Trueba en 2020. Héctor Abad Faciolince es también autor de varias novelas, libros de relatos y ensayos. Y ha sido columnista de opinión durante los últimos veinte años en el periódico colombiano El Espectador. Recientemente, Alfaguara acaba de publicar en nuestro país “Ahora y en la hora”, una crónica de la visita que el escritor colombiano, también con nacionalidad española, realizó a Ucrania a mediados de 2023. Un viaje cuyo trágico final dejó una profunda e indeleble herida en su memoria. 

Fue precisamente la edición ucraniana de “El olvido que seremos” la causa del viaje de Héctor Abad Faciolince a aquel país. El escritor colombiano aceptó la amable invitación de las jóvenes editora y traductora del libro para participar en una feria literaria que se iba a celebrar en Kiev. Abad fue tomando conciencia en favor de la causa ucraniana en su legítima defensa frente a la injustificada y brutal invasión rusa. Una vez en Kiev, y en una campaña de denuncia de las atrocidades rusas, el escritor aceptó finalmente, a pesar de sus reticencias y su confesado temor, viajar hasta las proximidades del frente, en la región del Donetsk, junto a otras cuatro personas. Dos, como él, eran colombianas: el político, ex comisionado para la paz en Colombia y fundador del movimiento solidario “¡Aguanta, Ucrania!” Sergio Jaramillo y la periodista Catalina Gómez, corresponsal de guerra de France 24 con experiencia en numerosos conflictos internacionales. Las otras dos eran ucranianas: el contratado chófer, guía local e intérprete Dima y la joven escritora y activista en la denuncia de los crímenes rusos Victoria Amélina. El último día de estancia en la región, mientras los cinco estaban cenando en una pizzería de Kramatorsk, un obús ruso de gran potencia cayó sobre el local dejando trece muertos y más de sesenta heridos. Una de las víctimas mortales del trágico bombardeo fue Victoria Amélina. Héctor Abad, que como el resto de sus compañeros resultó ileso, había cambiado su lugar de asiento con la joven unos minutos antes de la explosión. Por ello, el escritor colombiano ha afirmado recientemente que “este libro es el relato de mi solidaridad con Ucrania y de mi obsesión con lo que debió ser el lugar y la hora de mi muerte”.

“Ahora y en la hora” es una crónica del viaje del escritor a Ucrania, entreverada de diversas reflexiones (sobre la vejez, la familia, la amistad, el amor, la cobardía, la culpa, la escritura…) e informaciones (principalmente sobre la desgraciada historia reciente de Ucrania y del conflicto actual con Rusia desde una perspectiva histórica). Pero es un libro ausente de ficción, aunque, según confesiones del escritor, sí la hubo en su redacción inicial. Abad concibió en un principio una mezcla de crónica real y novela, alternando ambos enfoques. Sin embargo, la editorial le sugirió que eliminara la parte de ficción y dejara solamente la narración de los hechos reales. El escritor aceptó la sugerencia y el resultado, tan redondo, parece confirmar el acierto de la elección.

En la crónica hay referencias y descripciones de los principales personajes del relato. Su mujer y sus hijos que siguen su viaje desde Colombia. Los  cuatro compañeros de viaje a la región del Donbás. Sobre todo, Victoria Amélina, de una palidez casi transparente y siempre comparada a un cisne, a quien dedica al libro y por quien, y como recuerdo y homenaje, lo escribe. Pero tampoco puede sacarse de la mente a las dos gemelas, Anna y Juliya Aksenchenco, de catorce años, también muertas en el ataque ruso. Y el padre de Victoria Amélina, a quien localiza y visita en Toronto, donde vive con su segunda esposa. Hace aquí Héctor Abad una interesante reflexión lingüística al constatar que una lengua tan rica como el español no dispone de ninguna palabra para referirse a los padres que han perdido un hijo. Tenemos viudo o viuda, huérfano o huérfana, para otras pérdidas familiares, pero no hay una palabra para la mayor de las pérdidas que puede sufrir un ser humano: la de un hijo o una hija por un padre o una madre.

Además de las referencias a sí mismo, a su decadencia física (“la molesta constatación de la decadencia del cuerpo y el miedo a una vejez enfermiza”, “me siento agobiado, perseguido, traicionado por la edad”, “mi cuerpo es un territorio sitiado o invadido por ese enemigo implacable, el tiempo que pasa”), sus miedos y cobardías (“ese antiguo remordimiento por mi cobardía, por no haber sido valiente cuando las circunstancias me lo han exigido”) o su sentimiento de culpa (“aunque yo no tengo la culpa de que ese misil haya matado a estas gemelas, ni que hubiera herido en la cabeza a un bebé de ocho meses, ni que hubiera matado a tanta gente, un viejo, que estaba medio harto de la vida, se siente culpable de sobrevivir en esas circunstancias”. “Ahora y en la hora” es un libro magnífico, escrito desde el corazón, el dolor y la tristeza.

“Ahora y en la hora”. Héctor Abad Faciolince. Alfaguara. 2025. 224 páginas

domingo, 27 de julio de 2025

"DESPEJADO", UN EXTRAÑO ENCUENTRO EN UNA ISLA REMOTA


Con su última novela “Despejado”, la escritora británica Carys Davies se consagra como una de las voces emergentes más valiosas de la novela europea actual. Nacida en Gales y residente en Edimburgo, ha publicado las novelas “Oeste” (2018), editada en España por Destino, y “The Mission House” (2020), aún inédita en nuestro país. Ambas han merecido importantes galardones y reconocimientos literarios. Es también autora de dos colecciones de cuentos, “Some New Ambush” (2007) y “The Redemption of Galen Pike” (2014). “Despejado”, “Clear” en su título original, ha sido publicado en España por la exquisita editorial Libros del Asteroide, con traducción de Gabriel Insausti.

Como indica su autora en una nota del libro, “la historia que he imaginado en ‘Despejado’ tiene lugar en 1843”. En ese año se produce la llamada Gran Ruptura en la iglesia de Escocia, cuando una parte de los ministros religiosos del país se rebeló contra el sistema de patronazgo por el que los terratenientes escoceses tenían poder para establecer a los religiosos de su elección en las parroquias que hubiese en sus tierras. Estos ministros rebeldes formaron la nueva Iglesia Libre, renunciando a sus casas y templos para empezar de cero. El otro hecho histórico de fondo en la novela es una de las grandes convulsiones sociales de Escocia, conocida como los Desalojos, que se produjeron desde mediados del siglo XVIII hasta la segunda mitad del XIX. Comunidades enteras de la población rural más pobre fueron arrancadas a la fuerza de sus hogares por los terratenientes para dejar “despejadas” sus tierras y poder dedicarlas a cultivos extensivos y a la ganadería vacuna y, principalmente, ovina. Miles de personas fueron empujadas a la miseria, se convirtieron en mano de obra barata o emigraron a las ciudades industriales del sur de Escocia o a Estados Unidos, Australia y Canadá.

En este contexto histórico se producen los hechos narrados en la novela. El presbítero John Ferguson se ha adscrito a la nueva Iglesia Libre escocesa. Falto de recursos, necesita dinero para poner en marcha la nueva congregación y para su manutención junto a su esposa Mary. Por ello, y en contradicción con sus creencias, acepta el encargo remunerado de desplazarse a una remota isla del norte, situada más allá de las islas Shetland, ya cerca de Noruega, para comunicar al único habitante que allí permanece que debe abandonarla en cumplimiento del sistema de desalojos puesto en marcha. Al llegar a la isla, Ferguson sufre un accidente y cae por un acantilado. Ivar, que vive solo en el islote tras perder a toda su familia en naufragios y emigraciones, lo recoge y lo lleva a su cabaña, donde lo cuida mientras se recupera. Ivar es un hombre corpulento y rudimentario, que sobrevive a las duras condiciones climáticas de la isla con una vieja yegua y una vaca y recogiendo algas para pagar el tributo anual que le exigen periódicamente los propietarios. Venciendo desconfianzas y dificultades de comunicación, entre ambos irá creciendo una relación de amistad y dependencia. Por otro lado, Mary, la esposa de Ferguson, impaciente y preocupada por la suerte de su marido, intentará también viajar hasta la isla.

Uno de los temas principales de “Despejado” es el de las dificultades de comunicación verbal entre sus dos protagonistas. Ivar no habla inglés ni escocés, sino el nórnico, una lengua que se hablaba en las islas Orcadas y Shetland, al norte de Escocia, hoy totalmente desaparecido y ya muy menguante en la época en que transcurre la novela. Carys Davies encontró en una biblioteca de Edimburgo un diccionario de nórnico, publicado a principios del siglo XX. Y esa fue la génesis de su relato, pues imaginó una isla en la que su último habitante hablara ese idioma ya por entonces casi extinto. Para comunicarse con Ivar, Ferguson va aprendiendo su lengua y elaborando un pequeño diccionario. Descubre así la riqueza de un idioma absolutamente ligado al clima y la geografía de la isla, que dispone de gran variedad de palabras para referirse, por ejemplo, al mar o al tiempo. La autora incluye al final del libro un glosario de las palabras que va anotando el presbítero por orden de aparición.

El paisaje, de una naturaleza brava y virgen, y el clima, predominantemente hostil y duro, tienen gran protagonismo en la novela, de ritmo lento y suave, aunque con algunos momentos opresivos. Contiene bellas descripciones y ahonda en los cambios psicológicos que viven los dos principales personajes en su proceso de acercamiento. Porque en la mayor parte del relato encontramos solos a Ferguson e Ivar en la pequeña isla. Dos personajes de naturaleza, origen y formación muy diferentes, obligados a convivir en un espacio reducido y hostil. Ellos, en alternancia, constituyen el eje de la mayoría de los breves capítulos en que se divide el libro. En otros, se añade también Mary en la distancia, para construir el triángulo (equilátero o isósceles) que acaba dibujando la narración. “Despejado” ha sido un verdadero descubrimiento, una lectura muy gozosa y disfrutada, una pequeña joya literaria que merece situarse entre los mejores libros publicados recientemente en nuestro país.   

“Despejado”. Carys Davies. Libros del Asteroide. 2025. 208 páginas 

domingo, 13 de julio de 2025

"ASALTAR LA TIERRA Y EL SOL", LA AVENTURA TRÁGICA DE LA COLONIZACIÓN FRANCESA DE ARGELIA


Desde hace un tiempo, encontramos en la literatura francesa una corriente de un cierto revisionismo histórico, que pretende reinterpretar a través de la ficción la versión más tradicional o comúnmente aceptada de algunos hechos relevantes de la historia del país vecino. Así ha ocurrido con algunos personajes o episodios de la Revolución de 1789, el colaboracionismo con los alemanes en la Francia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial o el colonialismo francés en tierras africanas o asiáticas. En este último punto, en concreto en la aventura colonial francesa en Argelia, se inscribe la novela “Asaltar la tierra y el sol”, publicada en 2022 en Francia, donde ha tenido un fuerte impacto y ha recibido importantes premios literarios. Recientemente ha sido publicada en España por la meritoria editorial Sexto Piso, con traducción del francés de David M. Copé.

El autor de la novela es Mathieu Belezi (Limoges, 1953), pseudónimo literario de Gérard-Martial Princeau, profesor de matemáticas que ha ejercido la docencia en Estados Unidos y viajero incansable que ha vivido en México, Nepal, India y distintas islas griegas. Aun siendo un escritor minoritario, desde hace veinte años se dedica en exclusiva a la escritura y actualmente reside entre Roma y París. Autor de una quincena de títulos, tras el éxito de “Asaltar la tierra y el sol”, muchos de sus libros se están reeditando en su país y traduciendo internacionalmente. En España, solamente estaba traducida su novela “Era nuestra tierra”, publicada por El Aleph en el año 2010.

“Asaltar la tierra y el sol” es una novela breve, pero muy intensa y de fuerte impacto en el lector. El relato se sitúa a mediados del siglo XIX, cuando la fragata Labrador parte del puerto de Marsella y cruza el Mediterráneo en dirección a Argelia. “Son los primeros años de la colonización francesa, y centenares de familias han decidido dejarlo todo atrás y probar suerte en un territorio tan desconocido como prometedor. Séraphine es una de las muchas madres que han desembarcado en la colonia y, a pesar de las arengas patrióticas y la incesante cantinela optimista de las autoridades, desde su llegada no ha percibido sino una hostilidad como jamás había presenciado. En paralelo, un soldado francés a las órdenes de un capitán despiadado narra las brutales campañas en las que los militares arrasan pueblos enteros, violan, asesinan y humillan a aquellos a quienes dicen civilizar”. Aunque se cargan más las tintas en las atrocidades del ejército invasor, militarmente superior e imbuido de la superioridad moral del supuesto civilizador de un pueblo atrasado al que se pretende ayudar, la novela tampoco cae en maniqueísmos simplistas. Más bien muestra la inacabable espiral de venganzas atroces y cómo, cuando la violencia, la enfermedad, la miseria y el horror se adueñan de los instintos más primarios, prevalece la irracionalidad y la civilización se confunde con la barbarie.

La novela se divide en siete capítulos que van alternando los títulos de “Trabajo duro” y “Baño de sangre”. En “Trabajo duro”, la narradora es Séraphine, una mujer que se ha embarcado en la aventura colonial con su marido y dos hijos y ha arrastrado con ella a su hermana, también casada y con otros dos hijos. Con un tono sombrío y pesimista Séraphine, va contando todas las penalidades que viven su comunidad y su familia, a la que se le han otorgado siete hectáreas de terreno, desde su llegada a Argelia: un clima inhóspito, el duro trabajo en el campo, una devastadora epidemia de cólera que provoca espanto y muerte, la violenta hostilidad de los autóctonos… Hay una frase repetida en boca de la narradora que ilustra su angustiosa situación: “¿habían acabado ya nuestras desgracias?” Los capítulos de “Baño de sangre” están narrados por un soldado anónimo de un destacamento militar que protege a los colonos y que está al mando de un capitán violento y despiadado, que se convierte en uno de los protagonistas del relato. Su frase más repetida, que justifica sus desmanes, es “¡no sois ningunos ángeles!”.

Mathieu Belezi usa una prosa elaborada y rica, de periodo largo y sintácticamente muy bien estructurada. Aplica, sin embargo, y casi paradójicamente, algunos de los usos modernos que la tecnología ha traído a la escritura de nuestro tiempo: ausencia de mayúsculas al inicio de frases, carencia de puntos finales al término de los párrafos… Podría decirse que la novela está dotada de una belleza trágica, combinando precisas, y a veces preciosas, descripciones con narraciones detalladas de sucesos terribles contados con una crudeza espeluznante. En cualquier caso, el resultado es una novela breve y muy contundente, en la que Belezi ha llevado a cabo su particular ajuste de cuentas con la historia de su país y ha mostrado sin ambages la sinrazón de la trágica aventura de la colonización francesa en Argelia.

“Asaltar la tierra y el sol”. Mathieu Belezi. Sexto Piso. 2024. 132 páginas

sábado, 28 de junio de 2025

"HOTEL ROMA", TRAS LAS HUELLAS DE CESARE PAVESE

El escritor italiano Cesare Pavese se suicidó por una sobredosis de barbitúricos el 27 de agosto de 1950 en la habitación número 49 del Hotel Roma de Turín. Nacido en septiembre de 1908 en la pequeña población de Santo Stefano Belbo, el autor piamontés no había cumplido aún los 42 años. Pavese es uno de los escritores más destacados de la literatura italiana del siglo XX. Es autor de un buen número de novelas (“La playa”, la más  filosófica “Diálogos con Leucò”, “La casa en la colina”, “Entre mujeres solas”, “El bello verano” o “La luna y las fogatas”, entre otras), dos libros de poesía (“Trabajar cansa” y “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”), el diario póstumo "El oficio de vivir" y algunos ensayos. Licenciado en Filología Inglesa, tradujo al italiano numerosas obras de la literatura anglosajona, destacando su versión del “Moby Dick” de Herman Melville. Fue, asimismo, un pilar fundamental de la importante editorial italiana Einaudi. Ahora, el joven escritor francés Pierre Adrian (1991) ha rastreado la vida y la obra de Cesare Pavese en su libro “Hotel Roma”, publicado en Francia por la editorial Gallimard  y en España, con traducción de Juan Manuel Salmerón Arjona, por Tusquets Editores.

Pierre Adrian, que se inició en la literatura con un libro sobre Passolini y ha publicado varias novelas, firma con “Hotel Roma” una magnífica obra que participa, en certera y equilibrada mezcla, de la biografía, el libro de viajes, la crónica, el análisis literario y, en más escasa medida, la ficción. A partir del hallazgo de su cadáver en su habitación del Hotel Roma turinés, Pierre Adrian rastrea con devoción y pasión la vida y la obra de Pavese. Recorre los lugares que frecuentó y donde vivió, analiza frases reveladoras y reflexiona sobre pasajes de sus libros, indaga en sus relaciones con las mujeres y en las opiniones de sus amigos y conocidos, y pone el foco, principalmente, en sus últimos pasos antes de poner fin a su vida un tórrido domingo del mes de agosto en un Turín desierto y fantasmal. En la primera página de los “Diálogos con Leucó”, la obra que más apreciaba, Pavese había escrito con bolígrafo negro: “Perdono a todos y a todos pido perdón. ¿De acuerdo? No chismorreéis mucho”. Dos días antes de su suicidio Había escrito la última entrada en su diario “El oficio de vivir”: “Todo esto da asco. Palabras no. Un gesto. No escribiré más”.

Abandonada ya su pasión juvenil por Pasolini, Adrian confiesa que “Pavese, piamontés sombrío, duro, lacónico y sentencioso, pasó a ser el escritor de mis treinta años porque yo ya no buscaba un maestro, sino un amigo que me hiciera compañía. Yo ya aceptaba el mundo y había renunciado a cambiarlo”. Y  a esa compañía virtual y literaria, el escritor francés, narrador en primera persona, suma el acompañamiento físico de su pareja sentimental (“la chica de la piel morena”) a la que involucra sin piedad en sus pesquisas por los lugares pavesianos. En sus encuentros temporales (ella vive en París y él en Roma), juntos visitan Langue, la tierra idealizada de la infancia del escritor (“Había, pues, en algún lugar, un mundo incorrupto en el que se vivía sin conflictos, en el que se cultivaba la vid. Había en algún lugar una colina”), Brancaleone, pequeño pueblo calabrés donde Pavese estuvo un año confinado; y, por supuesto, Turín, su ciudad, en la que vivió, trabajó y murió. En el libro también hay referencias a personajes conocidos de la cultura italiana como el cineasta Antonioni, que adaptó al cine una novela de Pavese, la actriz Monica Vitti o los escritores Natalia Ginzburg o Italo Calvino.

Algunos han querido ver en su confinamiento en Brancaleone el primer desengaño amoroso de Pavese. Fue confinando por guardar algunas cartas de una chica comunista de la que estaba enamorado. No había intenciones políticas en ese acto, solamente sentimentales. Sin embargo, al término de su castigo, fue en busca de aquella chica, pero ella acababa de casarse con otro. En el libro se alude a la controvertida relación de Pavese con las mujeres, un tema que ha suscitado interpretaciones diversas. Aunque el escritor permaneció en permanente soltería y vivió siempre en casa de su hermana o en hoteles, mantuvo diversas relaciones sentimentales que nunca se prolongaron demasiado en el tiempo. La última fue su romance con la actriz estadounidense Constance Dowling, que trabajó un tiempo en Italia rodando una película y a quien Pavese dedicó su poemario póstumo “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”. Su relación terminó cuando ella retornó a Estados Unidos. También aquí, por su proximidad temporal, algunos han querido ver una causa más de su suicidio. Sin embargo, Pavese escribió por esas fechas que  “uno no se mata por amor a una mujer, sino porque el amor -cualquier amor- nos revela en nuestra desnudez, en nuestra miseria, en nuestra vulnerabilidad, en nuestra nada".

Con un estilo pausado, elegante e intimista, “Hotel Roma” nos recuerda algunos libros de escritores españoles como Vicente Valero o José Carlos Llop que hemos reseñado en esta sección. “Hotel Roma” es una declaración de amor y un homenaje a Cesare Pavese, un escritor que, como escribió Italo Calvino, tal vez “se quitó la vida para que nosotros aprendiéramos a vivir”. Un libro a la vez sencillo y erudito, que posiblemente no gustará a todo tipo de lectores, pero que hará disfrutar a muchos. 

“Hotel Roma”. Pierre Adrian. Tusquets Editores. 2025. 208 páginas 

 

domingo, 15 de junio de 2025

"LOS CRÍMENES DEL RETIRO", UNA ÍNTRIGA NEGRA EN EL MADRID DE 1900


“Los crímenes del Retiro” es una novela negra y policiaca que, por su rigurosa documentación histórica y su trama original y bien resuelta, puede situarse por encima de la media de las muchas que se publican actualmente dentro del género en que se inscribe. Su autor es Pedro Herrasti ((Madrid, 1964), periodista que trabajó en varios diarios y revistas y ha impartido cursos sobre literatura y cine. Es un gran conocedor de Madrid y de la historia de la ciudad y en ella ha ambientado sus anteriores novelas: “El Demonio de Lavapiés” (2009), “El libro de las tinieblas. Un alguacil al servicio de Felipe IV” (2013),Capitán Franco” (2014) y “Madrid era una fiesta” (2022). También en la capital del reino transcurre “Los crímenes del Retiro”, publicada recientemente por el sello editorial Salamandra.

“Los crímenes del Retiro” es una brillante intriga policial ambientada en el Madrid de 1900. Dividida en dos partes (“Vidas sombrías” y “La busca”, dos títulos barojianos), los hechos narrados suceden durante todo el mes de abril y cada capítulo se corresponde con un día de ese mes. El relato comienza con el hallazgo del cadáver de una joven en Las Injurias, una barriada chabolista y marginal situada al sur de Madrid, a orillas del río Manzanares. Junto a la fallecida, identificada luego como una lavandera del barrio convertida en prostituta, aparecen una flor y un famoso poema de Rubén Darío. Entre el gentío arremolinado junto al cadáver, se halla Pío Baroja, un joven médico de 28 años que administra una tahona, heredada de una tía, en el centro de Madrid y que, en su deseo de convertirse en escritor, está interesado en conocer la miseria de la vida madrileña como fuente de inspiración. También aparece en el lugar el policía Miguel Herranz, combatiente en la guerra de Filipinas, de donde acaba de regresar con graves secuelas físicas y psicológicas producidas por la enfermedad del beriberi.

Miguel Herranz es el encargado de dirigir la investigación policial del caso y Baroja se ofrece para ayudarlo en sus averiguaciones. Intentando desentrañar una intriga cada vez más enrevesada y compleja, juntos recorrerán el Madrid de la época: los suburbios populares más inmundos y desamparados, los suntuosos salones y palacios de la aristocracia y sus fiestas, las tertulias literarias donde se reúnen los escritores y artistas de la bohemia modernista, los prostíbulos de diferente condición, los teatros y los cafés cantantes… Con una documentación exhaustiva y precisa, el Madrid del cambio de siglo se convierte en un personaje más de la novela. Una ciudad retratada con rigor, con sus luces y sus sombras, que se debate entre el pesimismo nacional tras la pérdida de Cuba y Filipinas y la aparición de las nuevas corrientes artistas que confluyen en el llamado Modernismo.

Los dos personajes principales de la novela son los ya citados Miguel Herranz y Pío Baroja, que constituyen en cierto modo una pareja de investigadores a la manera de Sherlock Holmes y el doctor Watson. Herranz es un policía imbuido de la metodología moderna, basada en la racionalidad y la deducción lógica y alejada de la brutalidad imperante en la policía española de la época. Pío Baroja, más intuitivo, es el gran hallazgo literario de la novela. Nos encontramos a un joven solitario, hosco y testarudo, desorientado, que ha estudiado medicina pero que descarta trabajar como médico, que ahora regenta una panadería que tampoco le satisface y ha publicado un libro (“Vidas sombrías”) y duda de su capacidad para escribir obras de mayor envergadura. Mientras, busca inspiración para ellas en los bajos fondos de la ciudad, esos que retratará con maestría en su trilogía “La lucha por la vida”. Asistimos, por lo tanto, a su formación como escritor y a su participación en las tertulias literarias de la época, junto a Rafael Cansinos Assens, Ramón María del Valle-Inclán, Emilio Carrere y Alejandro Sawa, máximos representantes de la bohemia madrileña. Hay otros personajes de la novela que también existieron en la realidad: los jefes policiales Ramón Fernández-Luna y José Millán Astray (padre e hijo), los delincuentes Juan Rinaldi y Jesús Gayoso, el amoral y decadente aristócrata Antonio Hoyos y Vinent, el niño Felipe Sandoval (luego conocido anarquista) o Consuelo Vello Cano, “La Fornarina”, guapa y famosa cantante de cuplé. En cualquier caso, y como indica su autor, estamos ante una obra de ficción, y todo lo relatado en ella no tiene ninguna verosimilitud histórica, salvo que refleja el Madrid sórdido y miserable de “La busca” de Pío Baroja.        

Pedro Herraski ha insertado con equilibrio y maestría una brillante y compleja trama policiaca en un contexto histórico y social perfectamente documentado. Con una prosa sobria y directa, que combina la descripción detallista con los diálogos más acerados, ha construido una intriga absorbente que, a través de sorprendentes giros y golpes de efecto, mantiene la atención del lector hasta la última página del libro. “Los crímenes del Retiro” es un eficaz, ameno y entretenido thriller policial que recorre el amplio espectro histórico y social del Madrid del año 1900.

“Los crímenes del Retiro”. Pedro Herrasti. Salamandra. 2025. 352 páginas.


domingo, 1 de junio de 2025

"EL BUEN MAL", LOS NUEVOS CUENTOS DE SAMANATA SCHWEBLIN


Ajena a urgencias y presiones editoriales, Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978) se toma su tiempo para escribir y elabora trabajosamente sus narraciones. Además de dirigir talleres de escritura en diversos lugares del planeta, la escritora argentina, afincada en Berlín desde hace más de diez años,  ha publicado las novelas “Distancia de rescate” (2014) y “Kentukis” (2018) y los libros de relatos “El núcleo del disturbio” (2002), “Pájaros en la boca” (2009) y “Siete casas vacías” (2015). Ahora, coincidiendo con la reedición en nuestro país de “Kentukis”, una novela sobre las nuevas tecnologías que reseñamos en su momento en esta sección, acaba de publicar “El buen mal”, un libro con el que vuelve al relato breve, un género que domina a la perfección, con maestría y oficio literario.

“El buen mal” consta de seis cuentos, que tienen, sobre todo dos de ellos, una extensión algo mayor que los que componen los libros de relatos anteriores de la autora. Se abre con una cita de la destacada cuentista argentina Silvina Ocampo: “Lo raro siempre es más cierto”. Y, ciertamente, lo raro y lo diferencial tienen una presencia medular en los cuentos de Samanta Schweblin. No encontramos aquí elementos sobrenaturales, ni fantasmas, ni terror, como en los relatos de su compatriota Mariana Enríquez, otra de las autoras destacadas de la nueva generación de narradoras argentinas. Samanta Schweblin parte de presupuestos realistas que nunca son convencionales y que parecen llevar al límite lo verosímil y creíble. Son relatos que tienden hacia lo raro sin salirse de lo real, aunque a veces se sitúen en la frontera con la locura, lo inverosímil, lo irracional o lo imposible.

El título “El buen mal” había sido elegido en un principio por la autora para el primer cuento del libro. Sin embargo, se convirtió en el del conjunto de relatos, pues, en cierta manera, la irrupción del mal (enfermedad, muerte, locura, violencia…) en su cotidianidad desata en los personajes la aparición de fuerzas ocultas inusuales que acaban propiciando resultados favorables en su personalidad y devenir vital. Lo explica muy bien la escritora Pilar Adón: “Dotados de una belleza que sacude, estos relatos absorbentes y cautivadores se enfrentan a lo más feroz de lo privado, extrayendo de lo sombrío de la existencia una luz que se queda con nosotros y genera adicción”. La aparición de lo extraño transforma las vidas de unos personajes vulnerables y frágiles, provocando unas veces dolor y otras ternura, coraje superador, incertidumbre o culpa. Hay temas habituales de la narrativa de Samanta Schweblin que aparecen de nuevo en estos cuentos: las difíciles relaciones entre padres e hijos, la irrupción de algunos personajes en las casas ajenas en una suerte de allanamiento de morada, el predominio en sus historias  de estos espacios interiores (en ocasiones con tintes claustrofóbicos), o la presencia de animales (caballos, conejos, gatos…), dotados de un determinado simbolismo.

“Bienvenida a la comunidad” es el primer cuento del libro. Se inicia con el intento fallido de suicidio de la narradora. El relato, al contrario de lo habitual, lleva de la muerte a la vida y la protagonista debe enfrentarse a la cotidianidad como si nada le hubiera ocurrido. “Un animal fabuloso” parte del recuerdo de una madre de la muerte en accidente de su hijo y de la necesidad de hablar de ello, veinte años después, con una amiga presente en el suceso. En “William en la ventana”, la narradora está becada en una residencia para escritores en Shanghái junto a otros autores de diferentes lugares del mundo. Entre ellos, una irlandesa que ha dejado un marido y un gato, llamado William, en su país. “El ojo en la garganta” es uno de los cuentos más largos, logrados y complejos del libro. En una magistral contorsión narrativa, un niño que se ha tragado una pila de litio y se ha quedado sin habla se convierte en el narrador del relato. La cambiante relación del niño con su padre es uno de los ejes centrales de la historia. Mi relato preferido es “La mujer de la Atlántida”, una playa uruguaya en la que Samanta Schweblin veraneaba de niña con su familia. Dos niñas se escapan por la noche del apartamento de sus padres y entran por la ventana en la casa de una escritora, que ha perdido la inspiración y vive, deprimida y alcohólica, sola y abandonada de sí misma. Un relato que por su extensión y desarrollo podría ser el embrión de una novela. Cierra el libro “El superior hace una visita”, un relato claustrofóbico con gran tensión psicológica en el que una mujer acoge en su casa a una anciana que ha escapado de una residencia, lo que le acarreará consecuencias inesperadas.

Los relatos de Samanta Schweblin se inscriben en la rica tradición cuentista argentina e hispanoamericana, con nombres tan destacados como Borges, Cortázar, Bioy Casares o Rulfo, con influencias de autores estadounidenses como Raymond Carver, J. D. Salinger o John Cheever. Schweblin trabaja a fondo sus relatos, que reescribe y depura en busca de la perfección literaria. Con atmósferas siempre tensas, inquietantes y perturbadoras, explora la naturaleza humana y las difíciles relaciones interpersonales y lleva al límite a sus personajes, hasta unos finales que pueden hacer repensar al lector todo el relato que acaba de leer. Aunque se haga esperar en la publicación de sus libros, leer a Samanta Schweblin siempre merece la pena. 

“El buen mal”. Samanta Schweblin. Seix Barral. 2025. 208 páginas