domingo, 17 de agosto de 2025

"AHORA Y EN LA HORA", VIAJE Y MUERTE EN UCRANIA


Héctor Abad Faciolince (Medellín, 1958) se hizo mundialmente famoso con su libro “El olvido que seremos”, publicado en España en 2005. Se trata de una biografía novelada de su padre, Héctor Abad Gómez, médico, político, periodista y activista por los derechos humanos, asesinado por fuerzas paramilitares en Medellín en 1987. El libro se tradujo a numerosos idiomas y fue llevado al cine por Fernando Trueba en 2020. Héctor Abad Faciolince es también autor de varias novelas, libros de relatos y ensayos. Y ha sido columnista de opinión durante los últimos veinte años en el periódico colombiano El Espectador. Recientemente, Alfaguara acaba de publicar en nuestro país “Ahora y en la hora”, una crónica de la visita que el escritor colombiano, también con nacionalidad española, realizó a Ucrania a mediados de 2023. Un viaje cuyo trágico final dejó una profunda e indeleble herida en su memoria. 

Fue precisamente la edición ucraniana de “El olvido que seremos” la causa del viaje de Héctor Abad Faciolince a aquel país. El escritor colombiano aceptó la amable invitación de las jóvenes editora y traductora del libro para participar en una feria literaria que se iba a celebrar en Kiev. Abad fue tomando conciencia en favor de la causa ucraniana en su legítima defensa frente a la injustificada y brutal invasión rusa. Una vez en Kiev, y en una campaña de denuncia de las atrocidades rusas, el escritor aceptó finalmente, a pesar de sus reticencias y su confesado temor, viajar hasta las proximidades del frente, en la región del Donetsk, junto a otras cuatro personas. Dos, como él, eran colombianas: el político, ex comisionado para la paz en Colombia y fundador del movimiento solidario “¡Aguanta, Ucrania!” Sergio Jaramillo y la periodista Catalina Gómez, corresponsal de guerra de France 24 con experiencia en numerosos conflictos internacionales. Las otras dos eran ucranianas: el contratado chófer, guía local e intérprete Dima y la joven escritora y activista en la denuncia de los crímenes rusos Victoria Amélina. El último día de estancia en la región, mientras los cinco estaban cenando en una pizzería de Kramatorsk, un obús ruso de gran potencia cayó sobre el local dejando trece muertos y más de sesenta heridos. Una de las víctimas mortales del trágico bombardeo fue Victoria Amélina. Héctor Abad, que como el resto de sus compañeros resultó ileso, había cambiado su lugar de asiento con la joven unos minutos antes de la explosión. Por ello, el escritor colombiano ha afirmado recientemente que “este libro es el relato de mi solidaridad con Ucrania y de mi obsesión con lo que debió ser el lugar y la hora de mi muerte”.

“Ahora y en la hora” es una crónica del viaje del escritor a Ucrania, entreverada de diversas reflexiones (sobre la vejez, la familia, la amistad, el amor, la cobardía, la culpa, la escritura…) e informaciones (principalmente sobre la desgraciada historia reciente de Ucrania y del conflicto actual con Rusia desde una perspectiva histórica). Pero es un libro ausente de ficción, aunque, según confesiones del escritor, sí la hubo en su redacción inicial. Abad concibió en un principio una mezcla de crónica real y novela, alternando ambos enfoques. Sin embargo, la editorial le sugirió que eliminara la parte de ficción y dejara solamente la narración de los hechos reales. El escritor aceptó la sugerencia y el resultado, tan redondo, parece confirmar el acierto de la elección.

En la crónica hay referencias y descripciones de los principales personajes del relato. Su mujer y sus hijos que siguen su viaje desde Colombia. Los  cuatro compañeros de viaje a la región del Donbás. Sobre todo, Victoria Amélina, de una palidez casi transparente y siempre comparada a un cisne, a quien dedica al libro y por quien, y como recuerdo y homenaje, lo escribe. Pero tampoco puede sacarse de la mente a las dos gemelas, Anna y Juliya Aksenchenco, de catorce años, también muertas en el ataque ruso. Y el padre de Victoria Amélina, a quien localiza y visita en Toronto, donde vive con su segunda esposa. Hace aquí Héctor Abad una interesante reflexión lingüística al constatar que una lengua tan rica como el español no dispone de ninguna palabra para referirse a los padres que han perdido un hijo. Tenemos viudo o viuda, huérfano o huérfana, para otras pérdidas familiares, pero no hay una palabra para la mayor de las pérdidas que puede sufrir un ser humano: la de un hijo o una hija por un padre o una madre.

Además de las referencias a sí mismo, a su decadencia física (“la molesta constatación de la decadencia del cuerpo y el miedo a una vejez enfermiza”, “me siento agobiado, perseguido, traicionado por la edad”, “mi cuerpo es un territorio sitiado o invadido por ese enemigo implacable, el tiempo que pasa”), sus miedos y cobardías (“ese antiguo remordimiento por mi cobardía, por no haber sido valiente cuando las circunstancias me lo han exigido”) o su sentimiento de culpa (“aunque yo no tengo la culpa de que ese misil haya matado a estas gemelas, ni que hubiera herido en la cabeza a un bebé de ocho meses, ni que hubiera matado a tanta gente, un viejo, que estaba medio harto de la vida, se siente culpable de sobrevivir en esas circunstancias”. “Ahora y en la hora” es un libro magnífico, escrito desde el corazón, el dolor y la tristeza.

“Ahora y en la hora”. Héctor Abad Faciolince. Alfaguara. 2025. 224 páginas