
La camarera” es la primera
novela publicada por Nita Prose (Ontario, 1972). La escritora canadiense estudió
Filología Inglesa y Arte Dramático en la Universidad de Toronto y Publicidad en
la Ryerson University. Tras graduarse, dio clases a alumnos con necesidades
educativas especiales y, posteriormente, se convirtió en una prestigiosa
editora, actualmente vicepresidenta y directora editorial de la sucursal en
Canadá de la estadounidense Simon & Schuster. En lo literario,
Prose escribió varios libros con pseudónimo antes de publicar con su propio
nombre “La camarera”, su primera novela. El libro, del que va a hacerse una
adaptación cinematográfica, se convirtió en best seller de “The Sunday Times” y
de “The New York Times”, además de ser el ganador del Premio Goodreads al Mejor
Libro de Misterio en 2022 y publicarse en más de cuarenta países. Recientemente,
"La camarera” ha sido publicada en nuestro país por la siempre meritoria
Duomo Ediciones, con traducción del inglés a cargo de Ángeles Esteller.
Lo mejor de “La camarera” es su protagonista: la joven
Molly, que narra en primera persona la novela. Molly trabaja como camarera de
habitaciones del selecto y lujoso Regency Grand Hotel. Molly es una enamorada
de su oficio, cumplidora, metódica, aplicada, profesional, comprometida con la
empresa para la que trabaja, dedicada en cuerpo y alma a su trabajo, perfeccionista
hasta rozar la neurosis. Sin embargo, Molly es tímida, torpe en sus relaciones
sociales, con dificultades para captar con precisión la realidad que la rodea, ingenua
en sus escasas relaciones con los hombres, que por dos ocasiones se aprovechan
de su inocencia y la engañan. Ahora vive sola, en un pequeño piso de alquiler,
que pasa apuros para pagar a su casero. Antes vivía con su abuela, a la que
llama siempre Gran y que acaba de morir cuando se inicia la novela. Gran era
lectora de Agatha Christie y con su nieta veían en la tele todas las películas
del inspector Colombo.
Un día, al ir a limpiar con el esmero de siempre la suite
de un rico cliente habitual del hotel, se lo encuentra muerto sobre su cama.
Tras la autopsia, se confirma que el magnate ha sido asesinado. Por diversas
vicisitudes de la investigación, Molly pasa a ser considerada principal sospechosa
del asesinato. Y a partir de ahí tendrá que luchar, apoyada por quienes le
aprecian y contra quienes quieren abusar de su bondad, por defender su
inocencia.
“La camarera” es, sobre todo, una novela de
misterio, con una ingeniosa e intrigante trama. Y, como en síntesis trata de la
investigación y resolución de un asesinato, podríamos considerarla también en
cierto modo como una novela negra o policial. Aunque en el relato solo aparece
una agente de policía y no es en absoluto la protagonista de la novela. Tampoco
estamos ante uno de estos thrillers tan de moda en la literatura actual,
cargados de violencia, sangre y asesinatos macabros. En “La camarera” solo hay
un asesinato, que ni siquiera es descrito, y apenas hay violencia en la
narración. Se trata, aparentemente, de una sencilla novela de misterio, con una
estructura clásica, en la tradición de las novelas protagonizadas por Sherlock
Holmes o, más todavía, de las escritas por Agatha Christie. También de las
películas del televisivo inspector Colombo.
La
novela transcurre en cinco días, de lunes a viernes, con un añadido final
situado cronológicamente unos meses más tarde. Está escrita en un estilo ligero
y ameno, que añade a la intrigante trama no pocas dosis de ironía y reflexiones
sobre la vida y las relaciones humanas. Los personajes secundarios se definen
por su relación con Molly. Aquellos que la ayudan y los que se aprovechan de su
inocencia; los que valoran su bondad y quienes abusan de ella. Como la vida
misma. Por otro lado, el relato es contado a través de los ojos de Molly, pero
el lector se da cuenta enseguida de que la percepción que la joven tiene de la
realidad es incompleta y limitada, con manifiestas carencias.
También
es una novela de aprendizaje, pues los hechos ayudan a Molly a madurar y
espabilarse y la sacan de su ensimismamiento. La propia joven hace esta
reflexión al final del libro: “Estoy aprendiendo a ser menos literal, menos
absoluta en la mayoría de las cosas. El mundo es un lugar mejor si se mira a
través de un prisma de colores en lugar de hacerlo con uno en blanco y negro. En
este nuevo mundo hay sitio para versiones y variaciones, para diferentes
tonalidades y matices de gris”. Molly es un personaje entrañable, de esos que
permanecen en la memoria del lector por encima de los hechos que la propia
novela cuenta.
“La camarera”. Nita Prose. Duomo
Ediciones. 2023. 384 páginas.