sábado, 6 de junio de 2009

MIEDOS DE HOY

El país del miedo. Isaac Rosa. Seix Barral. Barcelona, 2008

El país del miedo es una novela atípica, cuya lectura provoca en muchos momentos desasosiego e inquietud. Contiene un verdadero catálogo de los diversos miedos que sufre el hombre de hoy. Sobre todo los habitantes de las grandes ciudades, donde acechan múltiples peligros supuestos o reales pero cada vez más arraigados en el subconsciente colectivo urbano. Principalmente entre quienes pertenecen a las clases media y alta y sienten crecer su sensación de inseguridad.

A diferencia de otras novelas anteriores más complejas, este último relato del joven y brillante Isaac Rosa (Sevilla, 1974) tiene una estructura más lineal y sencilla. Consta de una parte propiamente narrativa, escrita en tercera persona por un narrador omnisciente, y de otra que podría considerarse ensayística, en la que se reflexiona sobre el miedo en las sociedades modernas, unas veces en primera persona del plural y otras en forma de pensamientos o monólogos interiores de Carlos, el protagonista de la novela.

En la parte narrativa se cuenta la historia de los miedos de una familia acomodada compuesta por un joven matrimonio, Carlos y Sara, y un hijo casi adolescente llamado Pablo. Se narra principalmente la extorsión que sufren primero el hijo y después el padre por parte de un preadolescente que se crece ante la debilidad que muestran los dos extorsionados. Más aún el padre, cuyo temor paralizante, que en algunos momentos puede parecer excesivo y algo ridículo, conduce a una espiral creciente de chantajes por parte del niño extorsionador. La manera como se pone fin a esta situación la encontrará el lector al final del libro y, desde luego, le hará reflexionar sobre las soluciones que a veces permiten resolver algunos conflictos en el mundo actual.

La novela se desarrolla en una gran ciudad, sin precisar más detalles geográficos. La historia que se narra resulta así extrapolable a cualquier gran urbe de nuestro planeta. Todas ellas siguen cada vez más un modelo de crecimiento parecido, con grandes diferencias económicas entre sus habitantes y sus barrios, algunos de los cuales tienen denominación de peligrosos e inseguros.

De los viejos temores rurales al bosque, las fieras, los ogros o las brujas, hemos pasado a unos miedos urbanos potenciados por el cine y los medios de comunicación. Miedo a los barrios marginales, a los inmigrantes, a los drogadictos, a los violadores, a los pederastas o a cualquiera de las diversas versiones modernas de la violencia. Unos temores progresivos que, alimentados por la iconografía del cine y la televisión y por una amplificación mediática de la crónica negra, pueden desembocar fácilmente en psicosis y paranoias colectivas.

El país del miedo nos presenta un mundo sombrío que acecha detrás de nuestras sociedades urbanas, capaz de llegar a atenazarlas en un futuro que tal vez ya ha comenzado.


Carlos Bravo Suárez

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