domingo, 26 de julio de 2020

UNA BUENA NOVELA DEL OESTE


“A lo lejos” es la primera novela del escritor argentino Hernán Díaz, nacido en Buenos Aires en 1973, que pasó su infancia en Suecia y hoy es profesor en la Universidad de Columbia y vive en Nueva York. El libro fue escrito en inglés en su versión original y ha recibido numerosos premios desde su publicación en 2018 en Estados Unidos. Resultó finalista del Premio PEN/Faulkner a la mejor ficción y del Premio Pulitzer de 2018 por “su rechazo de las convenciones del género de la novela histórica, su análisis de los estereotipos que pueblan nuestro pasado y su retrato de la alteridad extrema”. En España, la novela ha sido editada recientemente por la exquisita Impedimenta, con traducción del novelista Jon Bilbao.

Y, desde luego, tal como se presenta en su promoción, “A lo lejos” es claramente un western, es decir una novela del oeste. Es en esa parte del territorio de los Estados Unidos donde se desarrolla casi toda la acción y en el relato aparecen los ingredientes clásicos de este género, tanto cinematográfico como narrativo: colonos, buscadores de oro, indios, caravanas, forajidos, búfalos, sheriffs, la inmensidad de las llanuras, los bosques… El protagonista de la novela es Hakan Söderström, un joven sueco que ha emigrado a Estados Unidos junto a su hermano mayor Linus. Por una confusión fonética en su pronunciación inglesa, Hakan va a ser conocido por todos como El Halcón.

Los dos hermanos vivían en Suecia con sus padres, agricultores pobres que debían pagar casi todo el dinero que ganaban a un administrador implacable. Gracias al nacimiento de dos potros gemelos, el padre de los niños puede esconder a uno de los potrillos y venderlo por su cuenta. Con el dinero, paga el pasaje a sus hijos, que embarcan hacía Inglaterra con intención de continuar hasta Nueva York. Sin embargo, en Portsmouth, y entre la multitud, Hakam se pierde de Linus y mientras este embarca para Nueva York, Hakam hace un viaje más largo pasando por el Cabo de Hornos y llegando finalmente a San Francisco. Sin saber apenas inglés, se une a un irlandés enloquecido que viaja con su mujer y un hijo pequeño y que logra encontrar una mina de oro. Muy pronto una banda de una ciudad próxima, dirigida por una despiadada mujer, se queda con la mina y se lleva a Hakan como prisionero, usándolo como su propio esclavo y servidor sexual.

El joven logra escapar y, tras andar solo durante un tiempo por el desierto, es rescatado en estado febril por un naturalista que recorre el país estudiando su fauna y sus minerales. De él aprende Hakam muchas cosas pero, finalmente y siempre con el deseo inicial de ir buscar a su hermano a Nueva York, lo abandona y se dirige al este. Se encuentra con una caravana y para conseguir un caballo trabaja de ayudante del guía de la expedición. Tras un ataque de los indios y el posterior de unos fundamentalistas religiosos que se hacen pasar por pieles rojas, Hakam es consciente por primera vez de su enorme fuerza acorde a la gran estatura que ha alcanzado y, para defender infructuosamente a la chica de la que se ha enamorado, mata a varios de los atacantes. A partir de aquí surge el mito y la leyenda de El Halcón que lo va a perseguir por doquier en el futuro. Huyendo de la gente, vive un invierno en la soledad absoluta, alimentándose de lo que caza y vistiéndose con pieles. Cuando sale de ese aislamiento, aún vivirá otras aventuras en su peregrinar por las tierras del inmenso país que se está forjando. Y ya no cuento más aquí para no hacer completo spoiler, pero, al escribir estas líneas casi de un tirón, compruebo cómo se han quedado en mi cabeza todas las secuencias cronológicas del relato.

“A lo lejos” es una novela que engancha y atrapa al lector de principio a fin. Al menos así le ha ocurrido a quien esto escribe, que leyó muchas novelas del oeste en la adolescencia y ha visto muchos westerns a lo largo de su vida. La prosa es de frase corta pero con mucha yuxtaposición, tanto para narrar sucesos como para describir, a veces con tanto detalle que roza la premiosidad, algunas de las acciones del personaje: cazar y desollar animales, practicar curas, preparar y reparar sus refugios, etc.

Hay en “A lo lejos” algo de las novelas más épicas de Cormac McCarthy y, desde luego, en muchos pasajes, Hakan, en su supervivencia en solitario contra la hostilidad de la naturaleza y la crudeza del invierno, nos recuerda mucho al personaje cinematográfico de Jeremiah Johnson. Parece que hay una cierta revitalización del western literario y así lo demuestra el éxito de esta primera novela de Hernán Díaz que, aunque contiene muchos de sus elementos característicos, aborda el género desde una perspectiva original, innovadora y, en buena medida, desmitificadora.

“A lo lejos”, Hernán Díaz. Impedimenta. 2020. 344 páginas.

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