Peligro
de extinción. Jeffrey Moore. Maeva. 2012. 367 páginas.
Aunque
sus dos novelas anteriores, Una cadena de
rosas (Acantilado, 2003) y Los
artistas de la memoria (Maeva, 2006), fueran traducidas en su momento al
español, Jeffrey Moore es un autor
canadiense poco conocido en nuestro país. Peligro
de extinción (The extinction Club
en su título original) es su tercera novela, un entretenido thriller que destaca por su fuerte
denuncia contra el maltrato animal y la caza furtiva en los bosques de Quebec.
Peligro de extinción transcurre en los montes Laurentianos, situados en
la zona oriental de Canadá. En un pueblo remoto y alejado, rodeado de enormes
bosques nevados y caminos siempre impracticables, se conocen, en las vísperas
de Navidad, Nile y Céleste, los dos protagonistas de la novela. Nile
Nightingale, hijo de un rico y famoso médico que acaba de morir, es un
estadounidense con un oscuro pasado, ex alcohólico y ex drogadicto, con pleitos
con su ex mujer y una extraña enfermedad psicológica –la pareidolia– que le
hace ver formas reconocibles donde nadie más las ve. Cuando va a visitar la
vieja rectoría que está a punto de comprar, Nile salva la vida a Céleste
Jonquères, una adolescente de quince años, intelectualmente superdotada, que se
ha quedado sola tras la muerte de su abuela y a quien un grupo de cazadores
furtivos y traficantes de bilis de oso quiere eliminar porque ha descubierto y
denunciado sus actividades ilegales. La intensa relación de amistad que se
establece entre estos dos personajes solitarios y peculiares es uno de los
platos fuertes de la novela. Si bien ésta, como thriller y relato de aventuras, flojea algo en su parte más
narrativa, contiene unos magníficos diálogos en muchas de sus páginas. Las
conversaciones entre Céleste y Nile son siempre inteligentes y en muchos
momentos verdaderamente cultas y eruditas; las que Nile mantiene por teléfono con
su abogado Volpe son divertidas, irónicas y socarronas.
Uno
de los principales objetivos del libro es la denuncia de las redes de tráfico
de bilis de oso, que al parecer se vende con fines curativos sobre todo en
China y otros países asiáticos, y para cuya obtención se somete a esos animales
a prácticas crueles. El libro también alerta sobre la presencia cada vez mayor en
los bosques canadienses de cazadores sin escrúpulos que, montados en enormes
todoterrenos y con armas de gran calibre, alardean de sus trofeos cinegéticos conseguidos
a cualquier precio, incluso corrompiendo y sobornando a quienes están
encargados de controlar su actividad.
Peligro de extinción no es una novela redonda pero sí entretenida y amena,
con un claro mensaje ecologista, que pretende denunciar la existencia de prácticas
ilegales que pueden poner en peligro la supervivencia de algunas especies
animales en los frondosos y bellos bosques canadienses.
Carlos
Bravo Suárez
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