Entre 1914 y 1918,
mientras buena parte de Europa se desangraba en la Primera Guerra Mundial, se produjo
en la villa de Graus un fenómeno social y cultural insólito que causó admiración
y asombro en Aragón y en muchos lugares de España. Bajo la dirección del músico,
pedagogo y compositor catalán Manuel Burgoñó, se creó en la capital ribagorzana,
con una población que no alcanzaba los tres mil habitantes, un exitoso orfeón
de más de 150 voces de hombres, mujeres y niños que triunfó rotundamente en sus
actuaciones en capitales como Zaragoza y Barcelona. Coincidiendo con la
celebración del centenario de aquella extraordinaria gesta cultural, el
Ayuntamiento de Graus, con la colaboración de la Diputación de Huesca, ha
publicado un espléndido libro en el que se repasa, de forma amena y documentada,
y con abundantes ilustraciones de la época, la historia de los cuatro años de
existencia de aquel excepcional y extraordinario orfeón grausino.
El autor del libro es Jorge Mur Laencuentra, licenciado
en Historia Medieval y técnico de cultura en el ayuntamiento de Graus, autor de
dos libros anteriores también relacionados con la villa ribagorzana:
“Septembris. Historia y vida cotidiana en Graus entre los siglos XI y XV”
(2003) y “Graus revisitado. Secuencia gráfica del progreso local” (2015). En “El
triunfo del arte. El Orfeón de Graus, 1914 – 1918”, además de la crónica del
efímero pero intenso itinerario cronológico del orfeón ribagorzano, hay una
interesante ambientación de fondo que constituye un documentado y vívido retrato
social y cultural del Graus de hace un siglo.
A través de los capítulos del libro, vivimos la llegada a
Graus del maestro Burgoñó, que busca un lugar de clima apropiado para curar
unas fiebres contraídas en su servicio militar en África y logra en poco tiempo
la portentosa hazaña de conformar un sobresaliente orfeón musical, a la altura
de los mejores del país, con más de 150 personas, casi todas sin conocimientos
musicales previos; asistimos a su debut en Graus y a los sucesivos y memorables
éxitos posteriores en Barbastro, Zaragoza y Barcelona, sobreponiéndose con
ilusión y empeño a las incomodidades de los viajes de la época; nos
decepcionamos con la frustrada visita a Madrid por culpa de una inoportuna epidemia
de gripe española; y sentimos la desaparición y muerte del grupo musical por la
vuelta de Burgoñó a Barcelona para continuar allí su carrera, pero también cansado
de algunos celos, trabas y obstáculos de ciertos sectores de la sociedad
gradense, en la que no podían faltar los sempiternos e inevitables caciques.
Aparecen en el libro multitud de nombres propios de la
población grausina del momento. Algunos son de conocidos personajes que
participaron activamente en el esplendor cultural que la villa vivió en
aquellos años. Entre ellos, Marcelino Gambón, director de “El Ribagorzano” y
siempre valedor y defensor ferviente del proyecto de Burgoñó frente a sus
detractores. El compositor catalán siempre insistió, pese a algunas críticas,
en el carácter exclusivamente cultural y no político del orfeón, que, por otro
lado, nunca contó con el apoyo institucional del ayuntamiento grausino. Entre
los integrantes del grupo musical, brillan con luz propia las jóvenes Conchita
López y Pepita Sazatornil, dos grandes voces que despiertan la admiración del
público y la crítica en todos los lugares donde actúan.
La creación y el posterior éxito del orfeón de Graus
constituyen una verdadera epopeya cultural, y como tal puede leerse el libro:
un triunfo del esfuerzo colectivo, del sacrificio, la ilusión, la tenacidad y
la fe de casi todo un pueblo tras un proyecto iniciado titánicamente por una
única persona. Un hito excepcional, lamentablemente demasiado breve, en la historia
cultural y social grausina. Este recomendable y oportuno libro ayudará sin duda
a mantenerlo en el recuerdo.
“El
triunfo del arte. El Orfeón de Graus, 1914 – 1918”. Jorge Mur Laencuentra.
Ayuntamiento de Graus. 2017. 166 páginas.
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