El
pasado domingo, el Centro Excursionista Ribagorza organizó una excursión desde
el castillo de Loarre, en La Hoya de Huesca, con ascensión al pico Pusilibro,
de 1595 m. de altitud y máxima elevación de la sierra de Loarre. Fue un
recorrido circular con ascensión al pico por la cresta oriental y descenso por
la occidental y la ermita de Santa Marina. En un día de temperaturas algo más
frescas, pero muy agradables para la práctica del senderismo.
Los 28
participantes en la excursión, procedentes de diferentes lugares, nos dimos
cita en el parking del castillo de Loarre. La mayor parte salimos de Graus a
las 7 horas y fuimos por carretera hasta el citado aparcamiento. Desde allí,
sobre las 8.30 horas dimos inicio a la caminata. Con magníficas vistas del
extraordinario castillo medieval a nuestras espaldas, iniciamos el ascenso al
pico Pusilibro, por un sendero bien señalizado que transita entre bosque de
pinos y bojes. Tras cruzar varias veces una pista, giramos a la izquierda por
dirigirnos hacia el pico por su cresta oriental. La cruzamos con algo de viento
y llegamos a una bifurcación. En dirección al norte, y tras un corto tramo,
llegamos a la cima del pico, marcada con un vértice geodésico cilíndrico. Desde
allí, divisamos extraordinarias vistas de toda la cornisa pirenaica, con sus
picos nevados.
Después
de un receso para un tentempié, retornamos al cruce y tomamos el camino que
discurre por el Portillo Chara y lo alto de la cresta occidental de la sierra
de Loarre, hasta desembocar en una pista en el llamado collado de las Antenas.
Continuamos por la pista entre frondosos bosques y algunos claros de prados
verdes, con estupendas vistas, en algún momento del pantano de La Peña. En la
ermita de Santa Marina y el refugio del mismo nombre, hicimos la parada para
comer y volvimos a contemplar extraordinarias panorámicas, ahora de la Plana de
Huesca, con poblaciones como Aniés, Bolea, Loarre y Ayerbe y las aguas del
pantano de La Sotonera hacia el horizonte.
Ya en dirección al este, continuamos hasta llegar de nuevo al castillo de Loarre, que habíamos contemplado un poco antes desde un rocoso y escarpado mirador. En la cafetería próxima al castillo, tomamos un refresco antes de emprender regreso por carretera. Habíamos recorrido algo más de 15 km, con 650 m. de desnivel acumulado, en unas seis horas con paradas. Y disfrutado de un magnífico día de excursionismo.
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