Casi
una treintena de personas participamos el pasado sábado en una excursión
circular por los alrededores de Graus, organizada por Montañeros de Aragón de
Barbastro y que contó con la colaboración del Centro Excursionista Ribagorza de
Graus en tareas de diseño y preparación del itinerario y guía durante el
recorrido.
Poco
antes de las diez de la mañana, los participantes en la actividad, en la que
predominaban padres y niños del club barbastrense, nos dimos cita junto al puente
de Abajo de Graus para iniciar nuestra excursión andando. Siguiendo el
itinerario del GR-1, pasamos por el lugar de encuentro de los ríos Ésera e
Isábena y por el paraje conocido como Las Forcas y nos dirigimos por pista en
dirección al despoblado Portaspana. Después de andar aproximadamente una hora,
siempre por bosque de pinos y por la margen izquierda del río Isábena, nos desviamos
unos metros a la derecha del GR-1 y llegamos a la ermita de San Bartolomé,
junto a la cual hicimos una parada para el desayuno. La iglesia conserva
íntegro su originario ábside románico, pero sobre los restos de sus viejas paredes
se levantó una construcción de uso agrícola que camufla y hace que puedan pasar
desapercibidos los viejos restos medievales.
Enlazamos
aquí con el sendero de los Miradores de Graus, con marcas blancas y amarillas
de PR. Adentrándonos en el bosque, cruzamos la pista anterior y, en dirección
al este, descendimos hasta la orilla del río Isábena para ver los restos de la
vieja palanca, o cajón, que, construida con sirgas y poleas, permitía hasta no
hace tanto el paso del río hacía Portaspana, La despoblación del lugar en la
segunda mitad del siglo pasado hizo que este rudimentario pero funcional
mecanismo cayera en desuso.
Desde este punto, retrocedimos por el PR y, ya
siempre por la margen izquierda del río Isábena, y salvando algunos pinos cruzados
en el sendero por los efectos de la reciente nevada, llegamos a la moderna
pasarela de madera por la que cruzamos el río para dirigirnos de regreso a
Graus. Lo hicimos por el camino de las Huertas, donde vimos algunos animales
domésticos que hicieron las delicias de los niños. Pasada la una de la tarde,
entramos en la población grausina, cuyo casco urbano, incluida su magnífica
Plaza Mayor, cruzamos andando. Salimos por el Portal de Chinchín o Puerta de Barbastro
para llegar hasta el puente medieval o de Abajo y cerrar así el círculo de
nuestro itinerario. Allí tenían sus coches los amigos de Barbastro que
volvieron por carretera a su ciudad.
Habíamos
recorrido aproximadamente once kilómetros, en casi cuatro horas contando las
paradas. Fue una agradable mañana de primavera en la que los niños se
comportaron como una excelente cantera de futuros y buenos montañeros. Hay que
agradecer también las tareas de limpieza en el tramo del sendero más
obstaculizado por los muchos pinos caídos tras la reciente nevada, realizadas
poco antes de nuestro paso por un técnico del ayuntamiento grausino. Todo se
conjugó para que pudiéramos disfrutar de una espléndida jornada de
excursionismo infantil y familiar por los atractivos parajes de los alrededores
de Graus.
Carlos Bravo Suárez
Recorrido: Puente de Abajo - GR-1 (pista de Portaspana) - Ermita de San Bartolomé - Sendero de los Miradores - Palanca de Portaspana - Pasarela del Isábena - Camino de las Huertas - Graus - Puente de Abajo.
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