domingo, 20 de mayo de 2012

UNA VIDA BOHEMIA, AMORAL Y LIBERTINA



La vida crápula de Maurice Sachs. Enrique López Viejo. Editorial Melusina. 2012. 252 páginas.

Maurice Sachs (París, 1906 – Alemania, 1945) es un personaje de vida absolutamente novelesca. Nacido en París, de padre de origen alsaciano y madre judía, Sachs, que sólo al final recuperó su verdadero apellido Ettinghausen para acercarse a los nazis, vivió de manera intensa y amoral el periodo europeo de entreguerras en los ambientes bohemios y artísticos de la capital francesa. Aficionado sin mesura al lujo y al placer, tuvo que huir continuamente de sus acreedores hasta convertirse en un pícaro que frecuentó tanto los ambientes delictivos como la amistad de escritores y artistas como Jean Cocteau, André Gide, Coco Chanel o Max Jacob. Él mismo escribió varias obras literarias que tuvieron cierto éxito tras su muerte y que en algún caso no carecen de valor literario. Aunque mantuvo algunas esporádicas relaciones con mujeres y llegó a casarse con una rica heredera estadounidense, fue manifiesta y promiscuamente homosexual y tuvo escasas y poco duraderas relaciones sentimentales estables. Seductor, culto y enormemente divertido, acabó convirtiéndose en un individuo poco de fiar que engañó a casi todos sus amigos y terminó colaborando con los nazis como un vil delator. Esa abyección final no le evitó que un oficial germano lo matara de un tiro en la cabeza y fuera enterrado de manera anónima junto a una cuneta en suelo alemán.

Enrique López Viejo (1958) ha publicado recientemente una interesante y amena biografía de Maurice Sachs. El escritor vallisoletano, afincado en Mallorca, había publicado hasta la fecha un par de obras biográficas: Tres rusos muy rusos (2008), sobre los aristócratas anarquistas rusos Herzen, Bakunin y Kropotkin; y Pierre Drieu la Rochelle. El aciago seductor (2009), sobre un personaje coetáneo de Sachs, con quien guarda algunas similitudes.

Sobre Maurice Sachs, Enrique López Viejo ha dicho en una entrevista estas certeras palabras que resumen fielmente su vida: “Fue un individuo encantador y excepcional, que vivió y sufrió una vida trepidante, un ser moral y amoral, que pudo ser un grandísimo escritor, pero que sólo fue un pobre libertino, un ser humano que tuvo una vida desgraciada, pudiéndola haber tenido magnífica". El libro es una biografía que se lee como si fuera una novela. Además de la azarosa vida del protagonista, López Viejo traza un acertado retrato de los locos años veinte y de la terrible crisis que se apoderó de Europa en las dos décadas siguientes. Sin duda hay algunos aspectos positivos en el personaje biografiado, pero sus numerosos vicios y su tendencia a la picaresca y al engaño para satisfacerlos lo convierten en un personaje ética y moralmente reprobable. Un buen complemento de esta buena biografía de López Viejo es el libro Maurice Sachs. Un novelista de entreguerras (Universidad de Burgos, 1997), donde Blanca Acinas Lope realiza un brillante análisis de la obra literaria de este ambiguo y contradictorio personaje.

Carlos Bravo Suárez

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sachs es un impresentable, como algunos otros, pero bastantes "intelectuales" teneis cierta tendencia a hacer apología de ellos, como si tuviesen una prerrogativa especial que no tienen el resto de los humanos. Luis Manteiga Pousa

carlos bravo suarez dijo...

No sé si ha leído la reseña antes de hacer el comentario, pero si lo hace atentamente verá que no hago ninguna apología del personaje, sino más bien todo lo contrario.

LM Pousa dijo...

Si, leí la reseña. Mi comentario no iba por ella, era un comentario en general. Pero creo que el simple hecho de hablar o escribir tanto de este tipo de personajes es algo que no se merecen.Hay muchas personas con vidas y obras más ejemplares que prácticamente permanecen en el olvido. Hay, en general, una tendencia hacia lo morboso.Un salúdo cordial.

LM Pousa dijo...

Claro que, una vez muertos, no se si importa que hablen o no de uno.Aunque si me parece importante como ejemplo.