Plegarias nocturnas. Santiago
Gamboa. Mondadori. 2012. 286 páginas.
Plegarias
nocturnas es por encima de todo una novela de amor entre dos hermanos.
Juana y Manuel son dos jóvenes colombianos, frágiles y soñadores, que desean
alejarse juntos de un mundo que no les gusta y del que se sienten en buena
medida excluidos. Sin embargo, tal como ha señalado en alguna entrevista
Santiago Gamboa, el autor del libro, la vida acaba siendo un muro infranqueable
que se interpone y hace imposibles sus deseos de felicidad.
Plegarias nocturnas es una novela narrada a tres voces: las de los dos
hermanos y la de un cónsul escritor a quien Manuel y Juana, cada uno por su lado,
cuentan sus tristes historias. Manuel ha sido recientemente detenido en Bangkok
con una maleta llena de pastillas y se encuentra en la cárcel con riesgo de ser
condenado a muerte. El cónsul colombiano en India es el encargado de gestionar
el caso e intentar defender a su compatriota, pues en Tailandia no hay abierta embajada
de Colombia. Tras esa extraña detención, que no encaja en absoluto con el
pasado y la personalidad de Manuel, hay una larga y sinuosa historia de cada
uno de los hermanos. Ambos la explican al cónsul –y al lector– en primera persona.
Una
historia que se inicia en una familia de clase media baja de Bogotá y que
luego, por diversas y rocambolescas circunstancias, se traslada al continente
asiático en cuatro de sus capitales: Nueva Delhi, Bangkok, Tokio y Teherán. La
mayor parte del relato transcurre en la capital de Colombia durante el mandato
del presidente Álvaro Uribe, entre 2002 y 2010. Un periodo cuyas luces y, sobre
todo, sombras se analizan en profundidad en la novela. Juana será testigo de la
corrupción y las licenciosas costumbres de los servicios de seguridad y los
paramilitares de ese periodo que polarizó extremadamente a la sociedad
colombiana.
El
personaje del cónsul, además de un trasunto del propio Gamboa, que trabajó como
diplomático en la embajada de su país en Nueva Delhi, tiene su porción de
homenaje literario a escritores como Graham Greene o Malcolm Lowry. El cónsul
de Gamboa muestra también algunas aficiones alcohólicas, aunque desde luego no
tan destructivas como las del autor y el protagonista de Bajo el volcán. Hay además en el libro muchas otras referencias más
directas a la mejor literatura universal.
Con
esta novela, Santiago Gamboa (Bogotá, 1965), autor de una obra literaria ya
extensa y de verdadera calidad, se consagra como una de las voces más
destacadas de la narrativa hispanoamericana actual. Gamboa vive actualmente en
Roma y antes lo hizo en Madrid –donde
estudió Filología Hispánica–, Nueva
Delhi y París. De él dijo hace ya más de diez años Manuel Vázquez Montalbán que
era, junto a Gabriel García Márquez, el más importante de los escritores
colombianos. Si esa afirmación pudo entonces parecer exagerada, cada nuevo
libro de Gamboa parece confirmarla de manera más evidente.
Carlos Bravo Suárez
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