domingo, 27 de enero de 2013

UNA HISTORIA DE AMOR ENTRE TANGOS, ESPÍAS Y AJEDREZ



El tango de la Guardia Vieja. Arturo Pérez-Reverte. Alfaguara. 2012. 504 páginas.

Arturo Pérez-Reverte es probablemente el más conocido de los escritores españoles actuales. Su pasado como corresponsal de guerra, sus artículos dominicales en los que critica con acidez y certera mala leche los defectos de la sociedad española y sus más de veinte novelas, algunas de ellas llevadas al cine, hacen del autor cartaginés un personaje muy mediático y popular. Su última novela, El tango de la Guardia Vieja, lleva camino de ser una de las más vendidas de su larga carrera literaria. Iniciada en 1990 y terminada en 2012, Reverte parece haber esperado a tener una mirada más distante, producto de la madurez de quien ya ha cumplido los sesenta, para hilvanar con precisión una historia que tenía prefigurada desde hacía tiempo.

Puede decirse que El tango de la Guardia Vieja es, sobre todo, una novela de amor. Sus dos principales personajes, Max y Mecha, que se enamoran bailando un apasionado tango en un barco que navega por el Atlántico, mantendrán una intensa relación a lo largo de sus vidas, aunque solamente se verán en tres momentos de las mismas. Tres son pues los planos cronológicos y geográficos en los que se mueve el libro: 1928 en Buenos Aires, 1937 en Niza y 1966 en la población italiana de Sorrento. En toda la novela se van intercalando al menos dos de estos instantes cronológicos, de tal manera que el lector, sin ninguna dificultad, va saltando en su lectura de uno a otro momento.

Pero, además de ser una novela de amor, El tango de la Guardia Vieja tiene algunos elementos de otros géneros narrativos. Hay algo de novela social en la descripción de los barrios pobres de Buenos Aires en los que Max Costa nació; de novela erótica en algunos pasajes de sexo explícito y por momentos algo turbio entre los personajes; de novela de espías en las luchas en que se ve envuelto Max en Niza para obtener unos documentos comprometedores relacionados con el fascismo italiano y la Guerra Civil española; de novela de aventuras en las peripecias que el protagonista de la novela debe hacer para conseguir el dinero que le permita entrar en los ambientes más lujosos. Y hay también casi un tratado sobre el tango y sus orígenes y diversos estilos, y sobre el ajedrez y sus estrategias y la importancia que la URSS concedía a este deporte en el contexto de la guerra fría de los años sesenta del pasado siglo. Y sin duda, y hasta el mínimo detalle, como se observa en la descripción de cómo se abre una caja fuerte, hay en la novela una minuciosa documentación previa que la hace más creíble y la sitúa con precisión en el contexto histórico y geográfico en que transcurre.

Una historia con muchos ingredientes bien mezclados y en su justa dosis, con el ritmo adecuado y perfectamente construida, que tiene el regusto de las narraciones clásicas de siempre. Simplemente una buena novela, de la que pueden brotar reflexiones diversas que en cualquier caso siempre surgen de la historia misma que se cuenta en ella.

Carlos Bravo Suárez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Carlos! Soy María Muniesa, otra vez. Estoy leyendo varias de tus reseñas y es un placer hacerlo, escribes genial. Me has dado una gran idea. Voy a regalarle a mi marido este libro, porque le gusta mucho Pérez Reverte. Y también me han entrado ganas a mí, de leerlo. Me parece muy interesante la historia y la manera que tiene de contarla. Gracias. Nos vemos.

carlos bravo suarez dijo...

Gracias de nuevo, María.