domingo, 17 de septiembre de 2017

RENDICIÓN, UNA FÁBULA LUMINOSA

      

Desde su primera narración, “Lo peor de todo” (1992), inscrita en los inicios de la llamada Generación X o Generación Kronen, Ray Loriga (Madrid, 1967) ha recorrido una larga carrera literaria que incluye diez novelas, varios libros de relatos y numerosos guiones de cine. Ahora, con “Rendición”, acaba de ganar la última edición del prestigioso, y económicamente bien dotado, Premio Alfaguara de Novela.
El jurado, presidido por la escritora mexicana Elena Poniatowska, consideró que “Rendición” es “una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos. A través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos. La trama de ‘Rendición’ sorprende con cada página hasta conducirnos a un final impactante que resuena en el lector tiempo después de cerrar el libro”.
“Rendición” es lo que, últimamente con cierta modernidad y algo de abuso, denominamos distopía, la descripción de una posible sociedad futura que acentúa algunos rasgos ya presentes en la nuestra. Tal vez exagerando un poco, podríamos incluir este relato en el género de la ciencia-ficción, aunque en realidad acabe funcionando literariamente como una fábula o parábola. Una historia contada por una voz narradora que habla en tiempo real mientras van ocurriendo los hechos, que parece ir contándose a sí misma a modo casi de monólogo.
Una pareja que vive en el campo tiene que quemar su casa y abandonar sus tierras ante el avance de una guerra cuyas causas son oscuras y todos parecen desconocer. Él, narrador de la historia, era un trabajador en las tierras que eran propiedad de la que luego fue su mujer. Dos hijos del matrimonio partieron a la guerra y no hay noticias de ellos desde hace tiempo. Para paliar su ausencia, la pareja acogió a un niño mudo al que llamaron Julio, que les acompaña en la huida. Con otros desplazados se dirigen a la cuidad transparente, una ciudad en la que la intimidad no existe y donde a cada uno se le da un trabajo acorde a su preparación y todas las necesidades parecen estar satisfechas.
La novela plantea diversos temas; algunos actuales y otros más atemporales. Por un lado, la necesidad de adaptarse a nuevas circunstancias. El propio Loriga lo expresó así en el momento de la recepción del premio Alfaguara: "Trata sobre quiénes somos cuando nos cambian las circunstancias, cuando nos quitan las flores del jardín, cuando los muebles se han ido, cuando las situaciones han cambiado; quiénes somos de verdad, esa es la pregunta que me hago en el libro". El narrador era un campesino y la actividad a la que se dedicaba antes de la guerra ha dejado de existir en la ciudad transparente a la que llega.
La novela, en este aspecto orweliana, kafkiana y, permítaseme la palabra, huxleyana, construye una metáfora de un tiempo futuro en el que desaparece la intimidad del individuo y todo el mundo parece tener que ser feliz por uniformidad y decreto. Otro concepto, ya presente en el título, es el de la rendición: el narrador va aceptando y asumiendo una serie de renuncias y humillaciones contra las que no logra en principio reaccionar. Las causas de esa renuncia pueden ser varias, aunque tal vez sea la principal la búsqueda de la supervivencia y protección de los suyos.
Escrita con una prosa sobria y desnuda, con escasez de adjetivos y ausencia de adornos literarios, “Rendición” es una novela que se lee con creciente interés y que plantea inquietudes y preocupaciones de nuestro tiempo que se proyectan hacia el futuro.

“Rendición”. Ray Loriga. Alfaguara. 2017. 216 páginas.

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