domingo, 26 de septiembre de 2021

JACK


         Con solamente cinco novelas –cuatro de las cuales han sido reseñadas en esta sección– y varios ensayos, Marilynne Robinson (Sandpoint, Idaho, 1943) se ha convertido en una de las más importantes e influyentes escritoras estadounidenses actuales. Doctora en Literatura inglesa por la Universidad de Washington, ha compaginado una extensa trayectoria profesional en el mundo de la docencia con su faceta investigadora y ensayística y ha publicado numerosos artículos en Harpers, The Paris Review y The New York Times Book Review.

Con su primera novela, “Vida hogareña”, publicada en 1980, fue finalista del Premio Pulitzer. Veinticuatro años después, vio la luz su segunda novela, que encumbró definitivamente a Robinson: “Gilead”, el testimonio de un pastor metodista en una pequeña localidad de Iowa, narrada en clave epistolar a su hijo de siete años, que fue galardonada, entre otros, con el premio Pulitzer 2005. En 2008 publicó “En casa”, cuya acción es contemporánea a “Gilead” y la complementa. En 2015, apareció “Lila”, la historia de la segunda mujer del pastor protagonista de “Gilead”. Ahora, dentro de la misma saga iniciada con “Gilead”, se acaba de publicar “Jack” que, como todas las anteriores, ha sido editada en España por Galaxia Gutenberg, con traducción del inglés a cargo de Vicente Campos.

Aunque forma parte de la saga iniciada con “Gilead”, y se entiende mejor en el contexto de las demás novelas de la serie, “Jack” puede leerse de manera independiente. El protagonista del relato es John Ames Boughton, conocido como Jack, el hijo pródigo del reverendo Boughton, que abandonó el hogar familiar de la ficticia Gilead en Iowa y ahora malvive en la ciudad de Saint Louis, en el estado de Missouri, como un vagabundo alcoholizado y de carácter autodestructivo, aunque sin abandonar las formas educadas y su afición a la poesía y los libros. Hospedado en una mísera pensión, sobrevive a base de pequeños hurtos y trabajillos eventuales y con la periódica ayuda económica de su hermano Teddy. De manera casual, conoce a Della Miles, una joven negra, profesora de un instituto y también hija de un pastor protestante. Obligados a pasar accidentalmente una noche entera encerrados en un cementerio, Jack y Della inician una difícil relación sentimental llena de obstáculos. La novela transcurre en la década de los años 50 del pasado siglo XX, en una zona aún muy segregacionista y racista, donde las relaciones interraciales entre un blanco y una negra no estaban nada bien vistas. 

Marilynne Robinson muestra de nuevo su maestría en la creación de personajes y en su tendencia a profundizar en sus perfiles psicológicos. Esto ocurre sobre todo con Jack, un hombre atormentado y pesimista al que la mala suerte en la vida le ha arrebatado la confianza en sí mismo. La narradora ahonda, a veces casi en exceso, en sus propios y siempre oscuros pensamientos. No ocurre así con Della, una mujer resuelta, decidida y valiente, cuyo carácter se describe simplemente a través de sus palabras y sus acciones. Los demás personajes de la novela son muy secundarios respecto a esta pareja protagonista, muy potente desde el punto de vista literario.

El estilo de Robinson ha sido calificado por algunos críticos como “realismo cósmico”, pues a la autora le interesan tanto la psicología de los personajes como la teología, la literatura o la historia. Sorprende el manejo que Jack y Della tienen de obras como “Hamlet”, de algunos poetas estadounidenses y de los textos bíblicos, aunque, no en balde, ambos son hijos de predicadores. Como ha dicho la propia autora en alguna entrevista, el tema de fondo es “¿Puede cambiar la gente? ¿Es posible aprovechar la oportunidad de manifestar otra parte de tu carácter? ¿Puedes aceptar la gracia de haber sido aceptado por alguien, con tus fallos?”. Sin duda, la novela destaca el efecto redentor que para Jack tiene haber conocido a Della.

Escribe Alejandro Palomas que “Marilynne Robinson es la gran autora contemporánea sobre cosas que no tienen nada que ver contigo. La gracia, la salvación, aquellos versículos de San Mateo, la contención, ser buenos, ser humildes, lo apofáctico (sic), batistas, presbiterianos, metodistas… Con estas desconcertantes coordenadas traza sus historias la escritora norteamericana, tan ajena a Twitter, Amazon, el cambio climático y el género electivo, tan distante del titular del día y la política caudal, que ya es raro que tenga un solo lector en el mundo, o un solo editor”. 

Tal vez precisamente por eso a algunos nos gusta tanto esta autora. Y su prestigio literario y su influencia no paren de crecer en los círculos literarios más exigentes. La lástima es que se prodigue tan poco, pero Robinson trabaja a fondo sus textos y no parece tener prisa en publicarlos. Por eso, sus relatos tienen el sabor de aquello que se ha cocinado a fuego lento, dedicándole el tiempo necesario para que el resultado final sean unos libros bien elaborados, que satisfagan a los paladares literarios más exquisitos.

   “Jack”. Marilynne Robinson. Galaxia Gutenberg. 2021. 336 páginas.


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