La cabeza en llamas. Luis
Mateo Díez. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores. 2012. 245 páginas.
Luis
Mateo Díez (1942) es uno de los escritores españoles actuales con una obra
narrativa más personal, singular e intransferible. Un universo literario propio
que el escritor leonés ha ido forjando desde su iniciación en la literatura hace
prácticamente cuatro décadas. A lo largo de esa dilatada carrera, varios de sus
libros han recibido premios tan importantes como el de la Crítica o el Nacional de
Narrativa. Ahora, como regalo del autor a sus lectores con motivo de su setenta
aniversario, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores ha publicado su libro de
relatos La cabeza en llamas.
Se
trata de un libro compuesto por cuatro relatos que el propio autor ha catalogado
como novelas cortas, situadas en
el territorio fronterizo entre el cuento largo y la novela: tienen la
intensidad del primero y el desarrollo, con su trama y sus personajes más
elaborados, que caracterizan a la segunda. Estas cuatro historias se desarrollan en algunos de los
lugares de la inventada geografía literaria del autor leonés, y en ellas
aparecen varios de sus temas más recurrentes y de sus rasgos narrativos característicos.
El primero de los relatos es La cabeza en
llamas y da título al libro. Su
protagonista es Camil, un joven descarado y sentencioso, a la vez que caótico e
incendiario, que siembra de destrucción todo aquello que le rodea y que
avergüenza a su familia por contarlo entre los suyos. Un tipo insolente y desmesurado
que parece arrastrar su afán destructivo desde el momento mismo de su
nacimiento.
El
segundo relato se titula Luz del Amberes.
En él destaca la ambientación y la atmósfera de un lujoso restaurante en el que
un tío casi desconocido invita a comer a dos sobrinos suyos que se quedaron
huérfanos y que ahora viven en sendos y severos internados religiosos. A la
triste vida de ambos muchachos se añade la historia de los malos tratos
familiares que su tío sufrió en su infancia.
Más
triste todavía es la tercera de las historias, la titulada Contemplación de la desgracia, en la que los personajes acaban
encontrando placer, y en cierto modo el sentido de su existencia, en la
infelicidad que destilan las obras representadas en el teatro de su ciudad.
Parece haber también en esta historia ecos de Turgueniev, con ese sufrimiento
escénico que produce un reconfortante placer en el espectador.
Vidas de insecto es la última de las narraciones del libro y al
parecer la más autobiográfica de todas ellas. Con unos recursos narrativos que
se acercan al tratamiento surrealista, se cuentan las memorias escolares de
unos internos de un colegio religioso que se rebelan a su manera contra los
castigos físicos y los abusos sexuales de algunos de los padres educadores del
internado.
En
La cabeza en llamas encontramos, en
suma, un completo repertorio de los temas y las maneras narrativas que pueblan
el rico universo literario de Luis Mateo Díez.
Carlos Bravo Suárez
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