“Instrucciones
para un funeral” es el último libro de relatos del escritor estadounidense
David Means (Michigan, 1961), que ha sido publicado en España por la editorial
Sexto Piso, con traducción de Francisco González López. Means, que ha sido
comparado con maestros del relato como Carver y Cheever, ha publicado sus
historias en importantes revistas como “Esquire”, “The New Yorker” y “Harper's”.
En España han sido publicados su libro de relatos “Incendios” (Literatura
Random House, 2006), que obtuvo muy buenas críticas, y la novela “Histopía”
(Sexto Piso, 2017).
“Instrucciones
para un funeral” contiene 14 relatos breves repartidos en 192 páginas. Hay que
empezar diciendo que estas narraciones cortas de David Means no responden a un
esquema literario convencional y que se trata de textos diversos y de lectura
no siempre fácil. Entenderlos exige en algún caso bastante atención e incluso
de la necesidad de relectura. En cualquier caso, se trata de textos muy
variados, entre los que se incluyen algunas reflexiones, como ocurre en
“Confesiones”, que abre el libro y se divide en tres apartados en los que el
autor reflexiona sobre su propio concepto del relato y la escritura, la
violencia o la pérdida. Hay relatos extraordinarios como “A puñetazo limpio,
Sacramento, agosto de 1950”, que narra la pelea entre dos jóvenes de procedencias
económicas y familiares opuestas y constituye un verdadero retrato social de
muchas ciudades norteamericanas. También el que da título al libro, las
“Instrucciones de un funeral” que dicta un personaje en vida para el momento en
que se produzca su muerte. O “El Morro 4”, que transcurre en el monumento de
ese nombre que se encuentra en Nuevo México y que es conocido por la
inscripciones que fueron dejando en él algunos viajeros desde el siglo XVII. O
“La linde del bosque, Kansas, 1934”, sobre el encuentro entre unos policías que
esperan a unos ladrones dispuestos a recuperar su botín. O “El artista
terminal”, sobre el enfermero que se dedicaba a matar enfermos de manera que
parecieran muertes naturales. O “Adiós, hermano”, sobre personajes marginales y
drogadictos que transitan entre casas de acogida y centros de desintoxicación.
O los relatos que tratan sobre la paternidad y los hijos con problemas. O el
que retrata una doble infidelidad matrimonial. O los de los viejos marineros,
lobos de mar, obsesionados con la fortuna de los juegos de azar y que viven del
recuerdo de su vida en los barcos. O uno de los últimos, titulado “Carver y
Cobain”, en el que se establece una correspondencia entre el maestro del relato
breve norteamericano y el suicida músico de rock del grupo Nirvana. Y así hasta
los catorce relatos del libro, historias en su mayor parte de soledad y
desamparo, llenas de hondura y perfeccionismo formal, que destilan una visión
algo amarga y existencialista de la vida y sus pérdidas continuas.
La
gran escritora estadounidense Joyce Carol Oates, de quien hemos reseñado aquí
varios libros, define con precisión la escritura de su compatriota: “David
Means es un maestro de la prosa tensa y destilada. Como cualquier artista que
haya perfeccionado su talento hasta alcanzar su expresión más potente, es un
artesano brillante que logra parecer natural, incluso informal… Cada relato que
he leído de Means es distinto de todos los demás, un placer inesperado e
inquietante”. Aunque también hay que decir que Means usa en algunos relatos una
sintaxis compleja y frases bastante largas que requieren la plena atención
del lector. En cualquier caso, la lectura de “Instrucciones para un funeral”
resulta una experiencia diferente y singular y literariamente apasionante.
Desde
luego, David Means, junto con otros autores cuyos libros hemos reseñado aquí
recientemente, como A. M. Homes o Chris Offutt, se inscribe en esa pléyade de
grandes escritores de relatos estadounidenses cuyos nombres más relevantes son
Richard Ford, Joyce Carol Oates, Denis Johnson, Alice Munro, Tobias Wolff, John
Cheever o Raymond Carver.
“Instrucciones
para un funeral”. David Means. Sexto Piso. 2019. 192 páginas.
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