Esta mañana he estado en Capella, un pueblo especialmente querido por mí, por ser el de mi padre y por haber pasado allí algunos veranos de mi infancia y juventud. Hoy he hecho una parada en su extraordinario puente medieval y su merendero, he recorrido sus calles, he visitado su iglesia con su magnífico retablo gótico y he disfrutado de agradables encuentros. No he subido a la ermita rupestre de San Martín, pero he ido a la más próxima de San Ramón y he hecho una foto (la última) de la piedra en la que supuestamente se sentó el obispo a su paso por la localidad en su camino a Roda. Capella es un pueblo emprendedor y laborioso, de buenas gentes. En Capella está Mazana, la empresa más importante de la comarca con numerosos puestos de trabajo que dan vida a la zona.
(El texto y la visita son de ayer, 2 de junio.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario