Ayer, después de la excursión por las bordas del valle desde Fonchanina, varios amigos dimos un detenido paseo por el barrio alto de Castanesa. Vimos sus dos iglesias, una románica en el centro del caserío y otra, más grande, exenta y a la entrada del lugar, convertida hoy en museo etnográfico. También su plaza mayor y un conjunto de edificaciones casi todas modernas y de piedra, que siguen un modelo reciente muy estandarizado, entre las que sobreviven algunos elementos más antiguos como puertas, ventanas o varias viejas inscripciones. Castanesa fue famoso por su montaña y sus excelentes pastos; pero hoy, como todos los pueblos de montaña, lucha contra la despoblación y deriva su actividad hacia el turismo en sus diferentes vertientes actuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario